-Púes ahora menos que nunca quiero tener nada que ver contigo, ¡eres un imbécil! ¿Cómo puedes dejar a tú hermana tirada de esa manera?-intento no descontrolarme pero ya lo he hecho, echo un gruñido por lo bajo al ver su mirada furiosa y me doy la vuelta para irme a otra jodida parte. Llegó el primer turno de la tarde, física, cuando llegamos al final del turno me acerqué al profesor
-Buenas tardes profesor
-Buenas tardes señorita Walden espero una respuesta afirmativa de su parte-sonrío un poco
-Sí, así es
-Bien, me alegra escuchar eso, toma-me pasa una carpeta negra y me explica-Mira cuales de esos folletos eres capaz de rellenar y luego te pondré en el nivel del concurso correspondiente
-De acuerdo, mañana le daré las respuestas
-Puedes tomarte un par de días, el concurso aún se demora
-De acuerdo, gracias-el señor me sonríe
-Gracias a ti-salgo del aula y me voy a mi próxima clase, la tarde pasa y aunque intento tener el mismo humor de siempre no puedo quitarme a Ian de la cabeza, ¿cómo pudo ser capaz de dejar así a su hermana? Mis padres tuvieron muchos problemas para concebirme a mí y soy hija única pero sé que si tuviera un hermano, lo daría todo por él a pesar de todas las discusiones y diferencias que pudiéramos tener, suspiro, no me gusta que existan personas así. Mi teléfono suena y yo lo tomo dudosa
-¿Hola?
-Hola, no te oyes nada bien
-¿Sebastian?
-Vivito y coleando-miro el teléfono nuevamente y no lo tengo registrado
-No me salía tu nombre
-Aaa, eso es porque mi teléfono murió, se cayó en la tasa del baño y sin darme cuenta le di a la palanca antes de verlo perderse en las tuberías-me río al imaginar la escena
-¡Dios Sebastian! Las cosas que te pasan
-Bueno al menos te hice reír ¿qué pasó?-sonrío, pareciendo ridículo tener que contarle mi problema con Ian
-Nada importante
-No lo parece por tu tono-sonrío, no se va a dar por vencido
-Hoy conocí a un chico bastante desagradable pero del que todos hablan maravillas y eso me confundió un poco
-¿Qué hizo exactamente el chico?
-Bueno, fue grosero y para colmo, no ayudó a su hermana cuando se desmayó ¿Qué clase de persona hace eso?
-Ari debes comprender que los hermanos tienen muchos conflictos
-¡Pero se desmayó Sebastian! no estamos hablando de que ella iba a comer y se le cayó la manzana, ¡se trata de la salud!
-Ari, no sabes la historia completa, no puedes ponerte de lado de alguien que no conoces prácticamente en una pelea y menos si es de hermanos
-Puede que tengas un punto ahí pero antes de este incidente chocamos y él ni siquiera se pudo disculpar o murmurar un simple gracias-me doy cuenta de que mi humor iba empeorando y tenía planeado cambiar de tema cuando sus palabras me paralizan
-Amor no te pongas así-mi corazón empieza a latir a una velocidad aterradora pero deliciosa y mi sonrisa se amplia
-¿Sebas?-escucho un resoplido y me pregunto si sería posible que yo le guste como mujer y solo se haya ocultado por la diferencia de edad y la situación de médico-paciente, mojo mis labios sintiendo unos deliciosos nervios, estoy a punto de decirle, decirle todo lo que significa para mí
-Ari perdón, la pequeña está haciendo un berrinche, creo que debo colgar-golpeo mi frente con mi mano, ¡soy idiota! Sonrío lastimosamente
-Si por supuesto, cuídate Sebas-escucho su sonrisa al otro lado de la línea
-Recuerda mi consejo, no te metas en peleas de hermanos ¿sí?-sonrío
-Lo tendré en cuenta, adiós
-Hasta pronto querrás decir-me río sintiendo mis manos temblar
-Hasta p-Ufff-paso mis manos por mis sienes-¡Soy estúpida acaso!
-mi respiración está en estado de recuperación y mi alma está intentando juntar los pedacitos de mi corazón-Vamos Ari tú ya sabías esto, no vuelvas a sufrir innecesariamente-intento convencerme, en verdad lo intento a la vez que intento que el temblor de mis manos se valla pero estoy demasiado exhausta, he conocido a Sebas desde los 15 y desde ese mismo momento en que me dedicó una sonrisa sincera quedé prendada de él, él no es tan mayor, solo tenía veintiún años, me convertí en su refugio cuando las cosas le salían mal en la carrera o en lo personal, medicina podría ser hermosa pero también requería de muchos sacrificios y aunque sé que solo me ve como amiga lo prefiero tener de esa manera a no tenerlo-Buff-tapo mi rostro, quiero matarme a mí misma, estuve a un paso de destruir todo. Pero sorprendiéndome siento como mi espalda deja de estar apoyada en una pared y me encuentro a punto de chocar con el suelo pero unas manos toman mi cintura impidiendo que me caiga estruendosamente, estoy a punto de desplegar mi ronda de agradecimiento pero la piel de mi cuello se eriza al sentir su aliento en mi oído
-¿Ahora también me espías?-frunzo el ceño mientras me coloco de erguida nuevamente y me giro para mirar a quien sea que me haya salvado y por poco me doy contra la pared de tanta frustración al ver a Ian pero la vista de una piscina me distrae de este desafortunado encuentro pero él se interpone en el medio de la puerta haciendo que me percate que me había recostado contra una puerta y no contra una pared-¿Ni siquiera me merezco un gracias?-lo miro a sus ojos fijamente, quiero oponer resistencia pero ahora mismo no tengo fuerzas, sonrío un poco
-Muchas gracias Ian-miro a mi alrededor y veo que me perdí de nuevo-Mmm creo que me perdí, ¿me podrías indicar la salida?
-Oye, ¿estás bien?-lo miro confusa a lo que me explica-Estas pálida-sonrío un poco
-A descuida, no es nada, ya se me pasará
-¡Ariadnna!-me giro al escuchar mi nombre y me río al ver a Cynthia correr hacia mí-Dios te va a castigar si me sigues dando estos sustos
-Gracias por no dejarme sola-ella se ríe ruborizada
-Tú mamá estaba abajo pero se fue porque la llamaron de urgencia-inmediatamente pienso en papá, marco el número de mamá con manos temblorosas y lo coge al primer tono por suerte
#3807 en Novela romántica
#1119 en Chick lit
adolescentes enamorados locuras, adolescentes amor, amor celos amistad pasado
Editado: 06.11.2023