-Hijo yo y tú padre buscaremos unas cosas en la casa ¿Podrías...
-Sí por supuesto-Ariadnna baja de mi regazo rápidamente y me levanto, beso a mis padres y voy junto con Ariadnna a la habitación correspondiente-Ariadnna puedes irte en serio-ella jala mis manos hacia ella y abraza mi cuello sin dejar de verme a los ojos
-No me iré Ian-sus ojos azules me brindan el amparo que necesito y no aguanto más las lágrimas que salen de mis ojos, escondo mi cabeza en su pecho y escucho sus palabras de ánimo y fe. Pasa el tiempo y llega el momento en que los padres de Ariadnna vienen y nos dan aún más apoyo, nos llevan casi a rastras a la cafetería mientras Ariadnna se queda en la habitación, yo me apresuro en comer todo rápido y me retiro, voy hacia el cuarto y cuando voy a entrar me detengo por unos sollozos
-Ágatha deja de llorar, eso no te hará ningún bien, por favor-siento la voz de Ariadnna en un ruego
-Él no me quiere...
-Ágatha, todo irá bien, tranquila...
-¡No! ¡Nada está bien!-la voz de mi hermana se rompe-Yo, yo le robé a mi familia Ariadnna, le robé relojes, dinero, comida, solo para dárselo a ese imbécil-se pone a llorar horriblemente
-Ágatha si te disculpas de corazón seguro tu familia te perdonará...
-No entiendes, le grité a mi hermano que estaba muerto para mí, le di un bofetón y de paso le escupí, lo que he hecho es horrible y solo por un tonto que no vale la pena
-Ey, date un respiro, te acabas de abrir la cabeza, ya habrá tiempo de pedir disculpas y luchar por recibirlas
-Ariadnna ¿Y si no me perdonan? Fui, fui una perra con mi madre y ya ni siquiera seguía órdenes de papá...
-Ágatha, los padres siempre van a querer a sus hijo por encima de todo, si ellos ven en ti un arrepentimiento verdadero todo va a ir bien-veo a Ariadnna acariciar la mejilla de mi hermana dulcemente mientras seca sus lágrimas-Así que por ahora no llores más que te va a doler horrores la cabeza después-Ágatha sonríe un poco
-Muchas gracias Ariadnna por estar aquí
-Tuvimos que obligar a tu familia a ir a la cafetería, no habían probado bocado y estaban muy preocupados por ti
-Me lo imagino ¿Y cómo fue que me trajeron aquí? Solo recuerdo que me fui a lavar mi rostro y resbalé, pero eso fue en la casa de Raikol
-Digamos que Raikol es mi vecino, los vi entrar y no me gustó nada tu rostro así que llamé a Ian y al poco él estaba conmigo-que amable fue en omitir la parte en que yo no quería ir
-Yo, yo lo vi entrar al baño con dos mujeres distintas, ¡Dos! Y luego me llamó, cuando llegamos a su casa yo estaba un poco en shock por su enfermedad pero estaba destrozada cuando me dijo que no me quería, que él no quería a nadie, entonces entré al baño y resbalé y ahora estoy aquí-mojo mis labios dispuesto a hablar pero Ariadnna se me adelanta
-¿Estás segura de que esa es la historia? ¿Él no intentó abusar de ti o forzarte?
-¡No! Que va, no hubiera sido necesario, en verdad es como te lo conté
-De acuerdo, creeré en ti-Ariadnna acaricia su cabello-Ahora descansa
-No, quiero ver a mi hermano-sonrío
-Sí te refieres a mí, aquí estoy-ambas se giran hacia mi
-¡Abrázame por favor!-corro hacia ella y le doy un abrazo incómodo pero abrazo al fin-Te quiero Ian, por favor, perdóname-sonrío sintiendo unas cuantas lágrimas escurrirse por mi rostro
-Yo también te quiero enana-ella suelta unas risitas y yo beso su frente-Te vamos a castigar por siglos-ella sonríe entre lágrimas y cuando voy a mirar a Ariadnna ya no está, en cambio a los minutos mis padres llegan como una avalancha y abrazan fuertemente a mi enana problemática. Cuando nuestros ánimos se calman veo a mamá venir a mí y me abraza
-Hijo, necesito que vayas y acompañes a Ariadnna a lo de...
-Mamá, no
-Hijo, ustedes necesitan seguir con sus rutinas, ya Ágatha está fuera de peligro, además de que a las tres debes ver al profesor del concurso
-Mamá no creo que...
-Hijo, tu estabas muy emocionado con ese concurso, además Ariadnna va a estar ahí-la miro fijamente
-¿Y?-ella suelta una risa y la miro sorprendido, ¿se está riendo?
-Vamos hijo, se nota lo que sientes por ella, va y te atrevas a hacer algún movimiento
-¡Mamá!-no puedo evitar exclamar y ella se ríe
-Tampoco te pases de la raya
-Eres tremenda, es un concurso, el maestro no nos dejará solos
-Si, ajá, bueno necesito que la acompañes a lo del local yo no me quiero despegar de mi pequeña-asiento comprendiéndola
-De acuerdo-veo a Ariadnna llamar a alguien, debe ser a su mamá, ya que se tuvo que ir por que la llamaron de urgencia del trabajo o a su padre, ya que también se tuvo que ir por el trabajo y entonces soy consciente de que ella también tiene una vida, que puso en pausa para estar en uno de los lugares que más detesta, por decir poco. Camino hacia ella y esta me sonríe un poco
-¿A quién llamas?
-A la del local, quiero aplazar la cita
-No, no lo hagas-tomo su teléfono y lo apago antes de que haga la llamada-Yo te voy a acompañar-me sonríe
-Ian, tú te quieres quedar
-Vamos Ariadnna, ya mi hermana está bien y mis padres están aquí, no nos vendría mal una ducha y salir un poco-me mira recelosa
-Pareces muy seguro de lo que dices pero no creo que esas palabras vengan de ti-me río
-Además, debemos ver al profesor Stefan para lo del concurso-me mira ahora incrédula
-¿Vas a ir? Pensé que-sonrío, como es que me conoce tanto si nos conocemos apenas unos días, sino hubiese sido por mamá, yo no iría a ese concurso
-Ya hice un compromiso, no puedo quedar mal-me mira fijamente evaluándome
-Vale, pero estás raro-me río
-Anda vamos a despedirnos de la enana y luego nos vamos-ella sacude la cabeza y camina hacia la habitación de mi hermana y yo voy detrás de ella, pero al final, nos volvemos por donde mismo ya que estaba completamente dormida, nos despedimos de mis padres que ya se ven con mejor cara, y cuando salgo busco con la mirada mi moto y entonces me doy cuenta
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Editado: 06.11.2023