-¿Cuándo llegaste? No oí la moto-digo retrocediendo
-La llevé a vender-lo miro horrorizada
-¡¿Qué?!-él no me mira, me acerco rápidamente y lo giro hacia mí tomándolo del brazo-¿Por qué?
-¿Por qué crees Ariadnna?-abro mis ojos aún más grande
-Ian, no hagas eso, yo no necesito ese dinero, no vendas la moto de tu abuelo por favor
-Así es como único saldremos de ti-me quedo completamente congelada, me alejo de su cuerpo cuando caigo en sus palabras
-Ya veo-trago saliva fuertemente-Bueno Ian, has lo que tengas que hacer-corro hacia la carretera y cuando estoy en esta me detengo un segundo, hago una llamada importante y luego continúo corriendo, llego a mi casa sudada y agotada, estos tacones no se hicieron precisamente para correr
-Hija
-Ahora no mamá-me descalzo y corro a mi habitación. ¡Simplemente soy basura! ¡Solo soy alguien a quien desechar!, pongo música a todo volumen, gracias a dios mi cuarto es insonoro, voy a mi baño y abro la ducha, no quiero llorar, no quiero que me vea llorar, me dejo caer en el suelo de la ducha a salvo, ya nadie reconocerá mis lágrimas.
-Hija-me encojo aún más en mi lugar-Pequeña-siento sus brazos a mi alrededor y yo hundo mi rostro en su pecho-¿Te fue muy mal en esa entrevista?-niego rápidamente y ella sonríe un poco-Entonces ¿por qué estás así?
-Estoy agotada de luchar contra-trago fuertemente, me duele el pecho
-¿Contra qué?-sin poder evitarlo le cuento todo
-Soy horrible mamá
-No lo eres pequeña, tu eres alguien muy importante, y...-pero sus palabras se van perdiendo, no la escucho y mi visión desaparece completamente.
Miro a mi alrededor y sonrío, es hermoso, un mar está frente a mí, me llama, sonrío y quito mis tacones me voy adentrando poco a poco pero una voz me hace levantar la vista de mis pies-Ayuda, Ayúdame-Ian- camino, intento correr, pero caigo, me levanto y empiezo a nadar, tengo que nadar, pero siento algo jalarme un pie, miro hacia abajo y grito, intento nadar aún más pero mi cuerpo es envuelto por horribles sirenas, sirenas negras y con dientes horribles sus dedos se alargan y rodean todo mi cuerpo, grito su nombre, intento ayudarlo pero no puedo-¡Ian, Ian!-me levanto gritando, y veo a mamá venir hacia mí
-Todo estará bien
-¿Dónde, dónde estoy?-miro la habitación a mi alrededor, es blanca-No, sácame de aquí-siento mi pulso acelerarse y mi manos sudar horriblemente-Por favor sácame de aquí-ruego sintiendo mi cuerpo estremecerse-No quiero estar aquí
-Hija, estás mal, debes estar aquí
-No, no quiero estar aquí-intento levantarme pero una enfermera entra-No, mamá, no me hagas esto-protesto pero mi voz se va apagando aunque en mi mente sigo gritando, gritando, gritando con todas mis fuerzas hasta siento como mi cuerpo empieza a moverse en espasmos horrorosos y escucho su voz- Despierta hija, despierta por favor-mis ojos se van abriendo y cuando veo la habitación de mamá gimo de alivio, siento mis mejillas llenarse de lágrimas mientras mamá me abraza y me brinda palabras de consuelo
-Amor todo estará bien, tranquila ¿por qué lloras de esa manera?
-Soñé que me llevabas a un hospital
-Amor-me abraza fuertemente-Debes descansar, estás bajo mucho estrés-asiento pero no dejo que se levante de la cama
-Por favor quédate
-De acuerdo amor-siento como me abraza y yo me acurruco contra ella. Cierro mis ojos, hace días que no utilizo las noches para dormir. Pero esta noche es aún peor que de costumbre, las pesadillas no dejan de azotar mi cabeza y cuando me levanto a la mañana siguiente para ir a la escuela me parezco más a un zombi que a una persona
-Hija, no tienes que ir a la escuela
-Descuida mamá, lo de ayer fue bueno-me mira sorprendida-Es mejor desahogarse, hoy mejoraré, tranquila-la abrazo y ella suspira
-De acuerdo, de acuerdo, vamos, te llevaré-sonrío
-Me visto yo hoy-asiente y sale de mi cuarto, miro mi espejo, mi cabello ha vuelto a sus rolos naturales mi rostro se encuentra morado y blanco, en mi cuerpo son apreciados más los huesos que la carne y eso es horrible. Tomo un vestido color gris, es hermoso, escote cuadrado con mangas largas de encajes, la falda es larga hasta la mitad de las pantorrillas, y el torso tiene un zíper que puede ser abierto a la altura deseada aunque yo lo tengo cerrado completamente, me coloco unos tacones del mismo gris y me pongo un sencillo collar, mi cabello lo recojo en una coleta baja y de lado, pinto mis ojos negro y rojo, un rojo vino idéntico al de mis labios. Hoy tengo más maquillaje de lo acostumbrado, cubrí bastante bien mis ojeras y mi palidez.
-Mmm, estás hermosa-sonrío
-Gracias-bajamos y desayunamos algo, al poco estoy en la escuela, como él primer día, todos me miran y cuchichean pero hoy es algo anormal, me miran demasiado y cuchichean aún más. Llego a donde los chicos, ya demasiado curiosa de que hasta ellos me miren serios
-¿Tengo algo en la cara o qué? ¿Por qué todos cuchichean mientras me miran?
-Quizás por esto-Cynthia me pasa un periódico y yo la miro confusa mientras lo tomo y entonces entiendo. Bufo mirando mi cara en el papel
-Ya, ya entiendo, aunque no es para tanto
-Ariadnna, nos mentiste-miro confusa a Alex-No te hagas la loca, dijiste que odiabas todas las cosas tecnológicas
-Y es cierto-digo con obviedad
-Y me lo dices así ¡con esa seguridad!
-Pero es que es la verdad
-Entonces me explicas como es que eres la dueña de una empresa de telecomunicaciones internacional
-¿Y por qué están tan enfadados al respecto? No entiendo-digo enfadada-Yo no les he mentido, no me gusta nada referente a la tecnología-trago saliva fuertemente sintiendo mi cuerpo tensarse- Pero las decisiones tienen consecuencias y yo estoy cumpliendo las mías lo mejor que puedo, no espero que ustedes lo comprendan-sin más camino a mi primera clase, pero una mano me jala hacia un lugar estrecho al que nunca había entrado pero abro mis ojos al ver a Ian, me trato de separar sintiendo las corrientes eléctricas atravesándome el cuerpo entero pero choco con la pared de atrás
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Editado: 06.11.2023