Quiero ser madre

Capítulo 10

Capítulo dedicado a Tevi o Tessa por ser la Carol de mi vida.

Selene.

Llegamos a un pequeño hotel, Carol se encargó de todo el papeleo, mientras yo me quedaba en silencio pensando en todo lo que mi madre ha hecho.

Cuando llegamos a la habitación Carol me abraza y es ahí cuando rompo a llorar, me acuerdo cuando era pequeña y yo quería tener un perrito ella jamás lo permitió porque consideraba que los perros ensuciaban mucho y requerían muchos cuidados, luego cuando quise ir a una pijamada no me dejó, esa fue una de las razones por las cuales no tenía amigas, porque siempre que alguien me invitaba a algún evento jamás podía ir y al final dejaron de invitarme, al viaje de último año de colegio tampoco me dejó ir porque consideraba que era muy peligroso que no fuera con ella, siempre trate de entender, pero ahora saber que no es capaz de aceptarme, nuestra relación siempre estuvo rota pero no al punto de que yo ya le dijera algo.

Entre hipidos le cuento a Carol como fue, ella no la justifica tampoco se pone de mi lado simplemente me escucha y consuela, y eso es lo que necesito nada más.

Cuando me canso lo suficiente de llorar y empiezan las arcadas, Carol me entrega un poco de agua.

-Ya tranquila, no llores más- me susurra de una manera suave y dulce.

-No, no puedo- le digo hipando.

-Ya verás que descansando un poco te olvidas de esto.

Poco a poco mientras Carol me hace piojito en el cabello, me voy quedando dormida.

Al despertar me siento cansada, mis ojos los siento pesados, cuando miro por la habitación no encuentro a Carol, reviso mi teléfono y solo encuentro un mensaje de ella diciendo que va por el desayuno. Aprovecho un poco el tiempo y voy al baño, cuando me miro en el espejo encuentro mi rostro demacrado de tanto llorar.

Envidio a esas personas que cuando lloran después de un rato no se les nota que lo hubieran hecho, me quito primero las lagañas de los ojos y me lavo la cara con agua fría para que baje la hinchazón, busco en mi maleta mi cepillo de dientes y mi peine, cuando miro el resultado sonrío a medias y salgo del baño.

Le envió un mensaje a Carol para ver si ya está cerca, espero que no se pierda en la ciudad, ella no conoce los lugares de por aquí.

Veo que mi madre no me ha buscado para nada, debe pensar que se me va a pasar y volveré como si nada, pero que equivocada está si eso es lo que piensa.

Después de un rato, miro un poco la televisión y encuentro una película romántica que solo me provoca querer arroparme y comer helado, Me río un poco de mi pensamiento, en ese momento Carol llega con comida caliente y que huele bien, mi estómago se despierta y voy corriendo a ella por la comida, Carol al ver que me encuentro un poco mejor solo se ríe y me da la comida, es pan recién hecho, con café, huevos revueltos, jugo y en un botecito pequeño mermelada, veo que en otra bolsa está helado, me giro hacia ella conmovida por tal gesto.

-Gracias- le digo con mi más grande sonrisa.

-Esa sonrisa lo vale todo, no agradezcas.

Cuando estoy triste y hace frío o simplemente hace frio me gusta comer helado.

Devoro mi desayuno en un instante, la verdad estuvo delicioso y la buena comida siempre me levanta el ánimo, la figura materna más cercana es la madre de Carol, siempre que iba a desayunar en su casa me daba demasiada comida y me hacía feliz como a pesar de no ser su hija me hacía sentir como una, de hecho, toda la familia de Carol se portaba conmigo como si fuera de la familia.

-Supongo que no quieres permanecer aquí en la ciudad más tiempo- me dice Carol cuando termina de comer.

-Sí la verdad que quiero regresar a mi casa, acurrucarme en mi cama y no salir de ahí- le digo un poco desanimada.

-Pues nada de eso, tú y yo vamos a salir a dar una vuelta me vas a mostrar los lugares bonitos de aquí y compraremos muchas cosas- me dice decidida como si ya lo hubiera planeado.

-Pues hace mucho tiempo que no he recorrido la ciudad, pero está bien, tal vez no es mala idea y me suba el ánimo recorrer los alrededores.

-Yeahh, esa es la actitud- celebra tan feliz.

Después de una hora estamos listas para salir, vamos caminando a un mercado artesanal que quedaba cerca del hotel, ahí compramos muchas manualidades y artesanías, como un bolso que fue tejido a mano, 

Compramos pequeños muñecos tejidos, nos dio mucha ternura a ambas, en un momento encontramos a un señor que realizaba pulseras caseras, con Carol nos interesamos y le pedimos que nos hiciera un par, la mía contenía una estrella porque es lo que me identifica y la de ella un Sol, por su color de cabello dorado. La verdad Carol es una de las mujeres más hermosas que he conocido jamás, físicamente es alta, delgada y hermosa sus ojos son atrapantes y en personalidad es amigable, divertida y aunque a veces es in poco llorona es la mejor.

Cuando salimos del mercado estamos agotadas, aprovechamos para almorzar ahí mismo, así que cuando llegamos al hotel decidimos ir al sauna que hay y con eso descansar un poco, Carol es esa persona que está conmigo en todo momento y toda locura, así sea la más tonta y absurda.

Cuando volvemos a la habitación ambas nos acostamos a dormir, quedamos rendidas, cuando despierto todo está oscuro no sé qué hora sea la verdad pero me da ganas de volverme a acostar, la que está más tiesa que un pan de tres días es Carol, una idea me pasa por la cabeza, voy hacia su bolso y tomo su delineador de ojos, con una sonrisa le dibujo varias cosas en el rostro, primero un bigote con curva al estilo chef italiano, luego una nariz de gato y estrellas por toda la frente, me río para mí misma con complicidad.

Tal vez se enoje, tal vez se ría, pero yo disfruté mucho de esto.

Veo la hora y son apenas las 7 así que decido que soy yo la que va por la cena, tomo la llave de la habitación, mi billetera y las llaves de mi auto, en el camino le envió un mensaje a Carol para que no despierte asustada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.