Después de unos segundos vuelvo a caer en la realidad. Estoy muda. No se que contestarle. Sus ojos azules se clavan en los míos.
El esta tan sorprendido como yo.
¿Pero que hacia aquel chico aquí? No pareciera buscarme a mi para nada. Sino todo los contrario no me esperaba aquí.
-¿Se conocen?- dice Marie observándonos a ambos-no pensé que lo reconocerías de inmediato.
-¿Reconocer?¿a quien?.- exclamó confundida.
Ni siquiera puedo mantener la vista en mi mejor amiga. Sus ojos son como un imán para mi. Le gritaría que dejará de observarme.
-A Julián.- dice Marie que me observa con sorpresa.
No entiendo a que se refiere.
-¿El ya llegó?- replicó confundida.
Marie lo observa al chico. Y se acerca a el para darle un gran abrazo.
El le revuelve el cabello.
-Hermanita! Veo que me extrañaste.-
-Como no voy a extrañar a mi hermano.
¡Carajo! No entiendo nada. Los miró confundida esperando que me den una respuesta.
¿Acaso el tiene una relación con Marie y la llama “hermanita”?.
-¿Esta quien es?- dice el chico observándome a mi.
“Esta”, no soy una cosa para que me diga de esa forma.
Ya veo que encima de bromista es bastante maleducado.
-¿Esta?- replicó en tono desafiante.
Me observa y me hace una media sonrisa.
¡Es tan lindo!.
Pero no debo pensar en eso.
-Alex, ¿no la recuerdas?.
Y ahora me doy cuenta de la situación.
Aquel pequeño se había convertido en todo un hombre. Tanto es así que atrajo mi mirada. Sus ojos azules tan intensos como el mar atraían todos mis pensamientos.
¡No puedo creer! El es....
-¿Julián?- exclamó con sorpresa y algo confundida.
-Si muñeca.-exclama mientras desenvuelve una sonrisa que deja ver todos sus dientes.
-No lo puedo creer. Has crecido mucho-digo sorprendida.
Creo que además de quedarme boquiabierta debo estar babeándome.
¡Contrólate esta Marie
!
-Eso parece, y tu también muñeca.
Solía decirme muñeca cuando éramos niños por que me pasaba jugando con ellas, no se olvidó de mi apodo, aunque ahora no creo que me lo diga por eso.
-Podríamos ir a la playa los tres juntos hoy.- dice Marie.
-Como tu quieras hermanita.
-Si Mar.
***
Todavía sigo atónita por la situación aquel chico desconocido resultó ser todo lo contrario, era Julián, el hermano de mi mejor amiga. Que no veía desde mi infancia.
Debo mantenerme lo más posible alejada de el. Después de lo que me contó Marie sobre el y Clark no quiero que ella se entere que estoy totalmente embobada con el.
Algo en mi hacia que solo piense en el. No puedo sacarlo de mi cabeza y eso me molesta mucho. Nunca sentí esto por nadie y francamente me asusta más de lo que pensé.
Solo veo sus ojos tan intensos como el mar y escucho su voz. Quiero gritar tan fuerte. Suspiro intentando aliviar mi mente.
Agregando que en un rato le prometí a Marie que iría a la playa con ellos.
¡Recuerda no lo mires a los ojos o te hipnotizará!.
Me pongo mi maya Gucci que me regaló Marie. Era hora que la estrené, me observó en el espejo que está frente la cama. Marca mis curvas y me veo sexy. Pero por mucho que me guste me da vergüenza que me vean así.
La puerta se abre y veo a Marie que me observa asombrada.
-Te queda estupenda.-
-Pero..-Me interrumpe.
-No pongas peros, vamos ya a la playa. Ya estás cambiada.
-Okey, te haré caso.-agarró el short que tenía sobre la cama y me lo pongo arriba de la maya. También tomo mi mochila.
Salgo tras ella. Que corre de la emoción. Conociéndola se va a zambullir de inmediato en el agua. Abre la puerta de la casa y se detiene.
-Espera aquí.
-¿Por qué?- digo mientras me cruzó de brazos. Espero que no me haga ninguna maldad.
-Sólo espera. No pases la puerta- desaparece de mi vista.
-Okey, pero no me dejes esperando.- ni siquiera me escucho.
-Taraaaaan.- exclama.
-O ni creas – digo justificándome de antemano al ver dos grandes tablas de surf.
-Es un regalo.- dice Marie.
-Ya me regalaste los trajes de baño.
-Esto no te los regaló yo.
-¿Quién entonces?.
-Julián.-Dice Marie.
No me lo esperaba para nada.
-¿Por qué me lo regala?. Se la devolveré.
-No, Alex es para que surfeemos. Además dijo que era por tu cumpleaños.
-Mi cumpleaños fue ayer.
-Igual, vamos acéptalo. No me hagas rogarte.
-Okey esta bien.- digo de mala gana. Se que no tengo alternativa.
Agarró una de las tablas que es blanca y tiene pegadas unas calcomanías con corazones y le sigo el paso a Marie que baja por las escaleras a la playa.
Observó que a lo lejos en la playa esta sentado Julián con su vista al mar.
La arena blanca se mete en mis dedos mientras camino. El mar esta calmado a comparación de ayer por la noche. El olor al agua de mar recorre todos mis poros. Es totalmente relajante.
Hasta que algo arruina mi relajación…. Los ojos de Julián me miran algo desafiantes. Una sonrisa desenvuelven sus hermosos dientes.
¡Maldita sea! Creo que estoy nerviosa. Más de lo que es normal en mi.
-Gracias por las tablas hermano.- Marie lo abraza.
-De nada hermanita.
Seguro es su forma de disculparse por habérsele tirado a Clark.
Los ojos de Julián vuelven a posarse en mi. Debe estar esperando que le agradezca por su regalito.