Relata Julián:
-Así que tu y Alex- exclama Federico. Mientras Camila se va saludándonos con un gesto.
-Me pareció verlos juntos en la piscina- dice Isaac mientras me da un golpecito en el hombro- eres un ganador.
-No hay nada entre nosotros- les digo a mis amigos que me miran burlones, aunque quisiera que lo hubiese.
-No me pareció que no haya nada cuando los vi besándose- dice Isaac- esa chica está loca por vos.
-¿Loca por mi?- le replicó confundido. No creo que Alex este loca por mi, no conociendo su filosofía del amor.
- Si, lo esta. La vez que le dije que estaba preocupado por vos puso una cara. Creí que se haría corriendo a buscarte-dice Isaac mientras asiente con la cabeza.
-¿Enserio?- nunca creí que se preocuparía tanto por mi. Recuerdo ese día que me llenó de mensajes y llamadas.
- Si ¿tan tonto eres como para no darte cuenta?-exclama Federico.
-Igual, no me sorprende si fuera ella también estaría loco por mi.
-Que raro, siendo tan creído. Igual tranquilo que en cualquier momento por el único que va a estar loca será por mi. ¿Viste lo que dijo hace un rato no? Recuerdo claramente su “Quizá”- exclama Federico mientras muestra una gran sonrisa arrogante.
Ya quisiera que ella se interese por el.
-Sólo lo dijo para molestarme. No tienes oportunidad con Alex- le digo mientras le hago una sonrisa burlona.
-Claro que la tengo. Marie me paso su número, seguro le hable.
Una sensación para nada agradable recorrió mi estómago. Necesito gritarle “NO TE ATREVAS A HABLARLE” pero no lo hago, no quiero quedar como un estúpido. Me repito en mi cabeza “ella puede hablar con quien quiera, no soy nada como para que me moleste”. Aunque quiero guardarme las palabras, algo que no tendría que decir se me escapa de la boca.
-No le hables- exclame con voz severa y algo arisca.
Federico me miró atónito ante mi respuesta. No esperaba responderle tan descortés, pero algo en mi quería hacerlo y lo hice. De solo pensar que podría hablar con Alex me enloqueció. Y peor aún la idea de que el tenga algo con ella, me dejaba la mente en blanco.
Isaac miró de reojo a Federico, sus facciones mostraban que estaba sorprendido. Un hilo de silencio se extendió desde mi contestación.
No se por que mierda estoy tan ansioso por que se vallan y así quedarme a solas con Alex. Tomo una botella de cerveza que esta sobre la pequeña mesa del living y la vacío de un trago.
-Creo que ella me gusta- susurró. Esperando a que no hayan escuchado. Sólo quería decirlo y liberarlo de mi ser.
-¿Qué te gusta como? No es rato que te guste, creo que a los tres nos gusta Alex- dice Isaac mientras asiente y mira hacia Federico- siempre te gustan las chicas bonitas.
-No me refiero gustar sólo por su físico- mascullo, deseando no haber dicho nada en absoluto.
-¿A que te refieres entonces?- pregunta Isaac confundido.
-¡¿Hablas de GUSTAR, REALMENTE GUSTAR?!- exclama Federico sorprendido, hizo un gran énfasis en la palabra guscar. El claramente entendió a lo que me refería con gustar.
Asiento con la cabeza. Algo nervioso. Apenas nos besamos y ya no dejó ser pensar en ella.
《Con gustar me refiero a cuando no sólo te gusta su físico y sientes atracción, sino que además de eso te gusta su forma de ser y te interesa lo que piense sobre ti.》
Lo que en mi es demasiado raro, por que nunca me preocupe por lo que alguien piense de mi, o lo que yo le haga sentir a esa persona. Creo que estoy confundido. Realmente confundido. Y además demasiado cursi para mi gusto.
-La solución es clara- dice Isaac mientras se frota las manos, eso quiere decir que algo bueno está por venir- hay que salir a divertirnos. Debes olvidarte de que te gusta antes que pase a mayores y termines como un tonto enamorado.
Isaac tiene razón, pensar en la idea de terminar enamorándome de Alex no es buena. Aunque para mi no creo que llegue a pasar. Me gusta pero tampoco voy a terminar “enamorándome”, como siempre digo el amor no existe y es imposible que algo como eso pase.
Creo que lo que hace que ella me guste es que siempre me está diciendo que no. Cuando realmente este con ella me va a dar de gustar. Es la primera chica que me dice en la cara que no es fácil y más aún la primera que se resiste a mis provocaciones.
-Este sábado entonces- exclamó.
-Además…- la voz de Isaac se torna apagada- no creo que seas bueno para ella.
¿Qué no soy bueno para ella? La sangre me hierve y creo que la vena que tengo en el cuello está por reventar ¿Por qué no sería bueno para ella?. El no es nadie para decirme si soy bueno para ella o no.
***
Recién se acaban de marchar, terminó de tomarme las cervezas abiertas que hay en la mesa por que no me gusta desperdiciar. Todavía sigo pensando en lo que me dijo Isaac…. Creo que el tiene razón.
No soy bueno para ella.
Desde que tengo diez años cambié, no soy el mismo. Aunque no muchos lo saben, mis amigos quizás por que son los que más me conocen aunque aún no terminan de hacerlo.
Estoy manteniendo la calma estas vacaciones, lo hago por Marie….no quisiera que me vea en ese estado. Sería una vergüenza para ella y para mi familia.
Sonó el timbre, debe ser la pizza que pedí. Estoy hambriento, supongo que Alex también lo está. Abro la puerta, tomo la pizza y luego de darle la plata al chico que la trajo sin siquiera contarla cierro la puerta de un portazo. Agarro las botellas de cerveza que quedaron y subo a las habitación.
Dejó la pizza y las cervezas sobre mi cama y me aproximó hacia la habitación de Alex. No creo que sea buena idea que se valla a dormir sin comer.
Tocó la puerta pero nadie abre. Así que decidí abrir la puerta directamente. No me importa si se queja ya golpee y no me abrió.
Esta sentada en el suelo, al lado de la cama mirando un libro como si fuera un tesoro. Sólo es un libro Alex. Todavía no se percató de mi presencia.