Quiero una esposa virgen.

Capítulo 2: La preocupación de Laura.

Laura seguía afligida y sumergida en su terrible dolor. Sus sentimientos, estaban a flor de piel se hallaba en una terrible encrucijada, donde el miedo y la frustración hacían meollo en su cabeza. Se encontraba con su buena amiga Diane, al ver al médico salir de la habitación, donde está recluida su hermana sale corriendo a abordarlo:

—Mi hermana—fue lo único, que pudo balbucear Laura en medio de su desasosiego.

—Mía empeoro señorita, va ser trasladada a cuidados intensivos—afirma el doctor.

—Oh mi Dios, ¿estará bien? —reacciona Diane con asombro.

—No lo sé. Lo que sí le puedo decir, que debe de ser intervenida lo más pronto posible; así que me temo que necesite dinero, para su operación cuanto antes. Además, con la operación podríamos estabilizarla un poco, las próximas horas son muy críticas para su hermana.

— ¿Puedo verla? —pregunta Laura.

—Solo por un momento, acompáñeme—le dice el médico.

Llegan a la habitación y Laura llora desconsoladamente, el doctor enseguida la saca para que se calme.

—Joven es mejor, que salga puedo sentir su dolor. Lo lamento.

—Me quiero morir doctor, no puedo verla así.

—Entiendo. Su hermana estará en observación constante, pero le sugiero que consiga el dinero para la operación lo más pronto posible, estamos perdiendo tiempo de calidad, para la recuperación de Mía.

—Gracias Doctor. Mañana vendré, conseguiré ese dinero, cueste lo que me cueste—apunta Laura con firmeza.

Un coctel de emociones se asienta en su mente, tiene la convicción de que conseguirá el dinero para la operación a como dé lugar.

Llega a la sala y allí estaba Diane, esperando por ella:

— ¿Qué pasó? —pregunta Diane.

—Está igual, no hay mejoría. Tiene que ser operada de emergencia y es muy costosa la intervención.

—Dios mío y para colmo de males, renunciaste hace días en tu trabajo, por culpa del cerdo de tu jefe, que se quiso propasar contigo.

—Me encuentro en un callejón sin salida, Diane.

—Hallaremos una solución. La Laura que conozco no se rinde, es una mujer luchadora y echada para delante. Buscaremos los medios, para salir de esto yo te voy ayudar—le expresa Diane su apoyo condicional, dejan el hospital y se van a casa.

Tiempo después…

Llegan a casa y entre las dos comienzan a pensar, en qué hacer para salir airosas del espantoso escenario, que le acontecía a Laura.

—Laura, ya sé. Voy hablarle a mi gran amigo y jefe Justin Hart, para que nos ayude a conseguirte un trabajo. Tiene muy buenas conexiones y en la empresa donde trabajamos, escuche que Justin necesita una asistente personal, ya que la anterior acaba de renunciar. Claro allí tenemos una esperanza.

—¡Wao! Es un importante empresario y modelo, casi que una celebridad tú cree que me dé el puesto a mí, yo ni siquiera he empezado la universidad.

—Vamos, Laura enfócate. Necesitas dinero para la operación de Mía, no tenemos tiempo para ser pesimistas. Seguro que si hablo con él te dará el empleo, solo consigues el dinero y renuncias luego si quieres. Justin paga muy bien, eso sí.

—Gracias amiga, por estar para mí. Voy a descansar, mañana tengo que ir a ver a mi hermana muy temprano. A Mía la van a pasar a cuidados intensivos.

—Con más razón, debes de trabajar con Justin. Mañana mismo hablo con él, sé que no se negará en darte el empleo.

—Te agradezco tanto, Diane.

—Bueno amiga me voy, ya Jimmy está por llegar. También necesitas un novio Laura y creer en el amor, no todos los hombres son malévolos.

—Ahora no estoy para romanticismo. Solo me ocupa, Mía.

—Lo sé. Pero si tuvieras un hombre a tu lado, una compañía, todo sería más digerible amiga. Date una oportunidad y cree en el amor.

— ¿Qué tiene de bueno enamorarse? —pregunta Laura.

—Mejor me voy, ese afán tuyo de cerrarte al amor me molesta un poco. Espero que, con el tiempo, cambies de parecer y consigas un novio, que te llene de mimos, querida.

***** 

A la mañana siguiente…

Después de hablar con Laura esa noche, llega muy temprano Diane, junto con su novio Jimmy hasta el apartamento de Justin.

Diane es muy discreta y es una mujer muy sensual, sin embargo, no ha sido impedimento para entablar una relación muy cercana con Justin, quien es su gran amigo, a pesar de ser un donjuán, respeta y confía en Diane.

Abre enseguida la puerta:

—Oh, me siento en una escena, de American Pie—bromea Justin, al ver a Diane en compañía de Jimmy.

—Alguien se trajo un payaso—apunta Diane.

—Buenos días, Justin. Voy por algo de comer—asienta Jimmy.

—Tu novio está hambriento, picarona—lo dice Justin en tono de broma.

— ¿Como que te caíste de la cama, Justin? —asienta Diane.

—Puedes decir lo que quieras de mí. Pero, los asuntos del trabajo, no me los tomo a juego, amiga. Voy a la oficina a trabajar.

—En eso tienes razón—manifiesta Diane.

Son muy amigos desde que se conocieron en la universidad, actualmente Diane es la directora creativa de su firma publicitaria y también, es su asesora de imagen, Jimmy su novio también trabaja con ellos.

— ¿Qué te trae por aquí, que no pudo esperar? —pregunta Justin

—Mi buena amiga Laura, está en aprietos y necesita un empleo urgente y como te quedaste sin asistente personal, pensé en ella para el puesto.

— ¿Tiene experiencia?

—Más que eso. Una gran necesidad.

— ¿Cómo así? Mi empresa, no es una oficina de beneficencia.

—Necesita el trabajo si o si, tiene un drama familiar y solo tú pagas muy bien, Justin. Ayúdanos por favor.

Justin frunce el ceño y a su vez voltea los ojos:

—Está bien. Dile que se presente esta tarde en mi oficina, allí la estaré esperando.

—Genial. Sabía que no me fallarías. Ah una cosa, espero no intentes sobrepasarte con ella, para tu información es una chica muy decente, espero que no hagas nada estúpido, porque me las pagaras, Justin Hart.




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