Quiero una esposa virgen.

Capítulo 5: El Anhelado Anuncio de Justin.

Esa tarde, ya Diane junto con el personal, comienzan a trabajar para que Justin haga pública la notificación, de cómo sería su esposa ideal. Justin, se sienta cómodamente, ya está bien prestable ante las cámaras; Jimmy, junto con el personal a cargo, cuidan muy bien de su imagen, también es un importante modelo, de algunas marcas comerciales, lo hace más como un hobby.

Todos los allí presentes, se disponen a mirar ansiosos a Justin, en tal sentido, este anuncio estaba a punto de paralizar a todo el país, en especial a sus amantes, que de seguro están muy ávidas, por saber qué decisión tomará Justin, con respecto a su futura prometida.

 Comienza, Justin hablar:

—Buenas tardes, les doy gracias a todos, por estar activos y conectados cómo siempre conmigo, en especial hoy, que es día tan importante para mí y mi familia. Le doy las gracias a mis fans, ya que siempre están allí brindándome todo el apoyo en mi carrera, no solo de modelo, sino de empresario.

Rápidamente, lee una pregunta. que le hace una fan:

—Aquí, Romina pregunta: ¿Quién podría ser mi futura esposa? —Apunta, Justin—en fin, esto está a reventar—detalla, asombrando y sonriendo. Le fascina el furor, que ha provocado con este anuncio.

—Bien, queridos amigos, les puedo comunicar que mi futura esposa, tiene que ser primero que nada una mujer…—inicia el suspenso—tiene que ser una mujer virgen, así como lo escuchan, quiero a una mujer casta, que nunca haya tenido sexo, para casarme con ella inmediatamente—sonríe cínicamente Justin, ante el lente de las cámaras.

Posiblemente, más de una ha quedado pasmada, principalmente Sandra; su amante constante, con quien había engendrado, según ella un hijo.

Todos los presentes, quedaron atónitos, Diane junto con Laura, proyectan una gran carcajada, ante lo anunciado por Justin.

—Dios mío, Justin no va a cambiar nunca. Después de haberse acostado, con casi todo el país. Decide que se casará, con una mujer virgen, ¿dónde hallará a una mujer virgen en los Estados Unidos? Será, el eterno soltero, más cotizado del país, seguramente—se ríe, Diane sin parar.

—Es un idiota, nuestro jefe—murmura Laura.

—Está loco. Pero, así, es muy divertido.

—Bueno amiga, ya mi turno acabó, tengo que ir al hospital a ver a mi hermana.

—Está bien, querida, anda con cuidado. Más tarde, voy a tu casa.

—Te quiero, adiós—se despide Laura y sale del estudio.

Por su parte, Diane se le acerca a Justin:

— ¿Qué es lo que acabas de hacer? Tus padres te mataran.

—Estuvo muy divertido.

—Sí, pero le prometiste a tus padres, que la próxima semana ya le tendrías a la mujer para casarte. No entiendo, que acabas de hacer, ¿dónde carrizo, vas a conseguir una mujer virgen?

—En una incubadora, probablemente—expresa Justin una carcajada.

—Yo voy a terminar, con unas cosas pendientes. Saludos, a los cuneros—lo dice Diane en tono gracioso y ríe, con mucho desparpajo.

Más tarde. Se pone, Justin, a pensar en donde conseguirá esa virgen, ya había armado todo ese teatro en redes, no podía tampoco decepcionar a sus fans, por lo que no dará marcha atrás y buscará a esa virgen, para casarse cómo dé lugar.

Lo llama, su amigo Gerard, muy sorprendido:

—Hola, ¿tienes a la novia virgen? —va Gerard, directo al grano.

—La buscaré—responde francamente, Justin.

—No tienes ni idea, de lo que acabas de hacer. En el país, ya no hay mujeres vírgenes, si a todas las has desvirgado tú, Justin—ríe desmesuradamente, Gerard.

—Es más, creo que la conseguí—dice Justin, mientras ve a Laura, salir del edificio por la ventana.

— ¿Dónde?

—No comas ansias. Pronto, tendrás noticias, querido Gerard.

A Justin, le espera un gran sermón familiar, ahora tendrá que lidiar, con el enojo de su padre, por lo que acaba de hacer y también, con la histeria de Sandra, quien no se resignará a perderlo por completo.

Por otro lado, piensa que solo necesitará a una esposa, que actué como tal, por poco tiempo para así continuar, con todo el circo mediático que armó. Acentúa, que no está en sus planes, quedarse con una sola mujer para toda la vida; lo menos que quiere es perder su libertad.

Justin Hart, es un hombre que, por lo general, siempre evita los compromisos formales en materia amorosa.

¿Qué habrá visto en Laura a la distancia? ¿Por qué le dijo a Gerard, que ya había encontrado lo que buscaba?

*****

En la noche, ya Diane se encontraba en compañía de Laura, ambas se centran en buscar una solución inmediata al problema de Mía, el tiempo corre y siguen, sin conseguir el dinero para su operación:

—Laura, no tengo más remedio, que pedirle el dinero prestado a Justin, yo me comprometo en pagarlo. Con los gastos de la hipoteca, de mi apartamento, me quedé sin un centavo, amiga.

—Descuida, Diane, no quiero que te endeudes, por nuestros problemas.

—Qué cosas dices, Mía y tú, son como mis hermanas. Tranquila, que las ayudaré.

—El señor Justin, de seguro está enredado, con todo el cuento de su prometida.

—Laura, nuestro jefe, busca una virgen, ¿piensas lo mismo que yo? —se le viene una idea a Diane, en la cabeza.

—No, no te entiendo—responde, Laura, con rostro inexpresivo.

—Laura, tu eres virgen. Puedes ser la candidata perfecta, para ser esposa de Justin.

— ¿Estás loca, Diane? ¿Cómo se casaría alguien como él conmigo? —exclama Laura asombrada.

—Tienes una terrible falta de autoestima. Laura, no será algo serio, recuerda que yo soy su publicista y estoy segura, que el tema de la boda es una farsa, conociendo a Justin no creo que se case algún día. Solo que sus padres, ejercieron presión en él y muy a su manera, actuó para darles gusto.

—Igual, lo que dices esta fuera de lugar, Diane.

—Bueno amiga, no todo está perdido. Justin, es nuestra única solución inmediata y el tiempo corre y Mía, necesita ser operada. Piensa en Mía, por favor, Laura.




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