Quiero ver un rayo de luz

Capítulo 1: Kiurem y Yiori

No puedo ver, tampoco puedo oír y apenas puedo sentir… Poco a poco mis ojos se acostumbran a la oscuridad y a mí alrededor solo puedo ver una habitación vacía, no hay algo además de mi mera presencia en este sitio, tengo miedo. Veo una puerta frente de mí y al acercarme empiezo a escuchar una respiración agitada, es como si quisiera decirme algo pero no logro entenderlo.
- ¿Quién eres? – pregunto tan fuerte como mi miedo me permite hablar, quizás no debí haber preguntado.
La puerta comienza a ser golpeada y del techo cae tierra, se me ha metido a los ojos y ahora no puedo abrirlos, detrás de mí, recuerdo haber visto antes un closet, intente ir tan rápido como pude antes de que lo que quiera que sea que este afuera derribe la puerta, me meto y aguantando la respiración espero a que esa cosa se vaya, aun no puedo abrir los ojos y me duelen por los granos de tierra que tengo dentro del párpado, la puerta ha sido derribada y solo puedo escuchar como unas uñas largas y afiladas rasgan el piso de madera de la habitación donde me encuentro… Es imposible que no me encuentre, la habitación esta vacía y lo único que salta a la vista es este closet; ya no puedo aguantar más la respiración y tomo una fuerte bocanada de aire revelando mi ubicación, el sonido de las uñas se acerca lento hacia la puerta y esa respiración fuerte se escucha justo frente de mí.
La puerta comienza a abrirse lentamente y mis ojos aun no pueden ver, el sonido de las puertas abriéndose se ha detenido, mi respiración se ha mezclado con la de esa cosa y ahora suenan como una sola, no me hace daño pero tampoco puedo verlo, si intento abrir mis ojos me duelen y en cambio mi vista se torna borrosa, solo alcanzo a mirar una silueta ancha que se mueve hacia arriba y abajo al ritmo de la respiración, no sé qué sea pero no parece ser peligroso…
- ¿Qué eres? – pregunto un poco más tranquila.
Esa cosa no responde y en cambio comienza a mover su brazo y me da un golpe, del dolor me quedo dormida…
- ¿Yiori?, despierta hija tenemos que desayunar. - ¿Esa es la voz de mi padre? – Yiori, ¡Anda!, llegaremos tarde despierta por favor.
Abro los ojos y toda la escena que vi antes desapareció, ahora estoy en mi habitación y mi padre, Kiurem, está delante de mí.
- ¿estás bien? – Pregunta él, supongo que mi rostro esta aterrado.
- Creo que tuve una pesadilla… - No podía pensar que fuera otra cosa…
- Ya pasó hija, estás segura, no te preocupes. – Mi padre toma su medallón y comienza a conjurar un hechizo para tranquilizarme, pero no funciona… Siempre se le olvida que aunque soy una Hetroine, la magia no me afecta… Y nunca hemos podido encontrar la respuesta.
- ¡Oh cierto!, que bobo, olvidé que eres inmune a la magia… - Dice con una voz graciosa intentando calmarme.
- Tranquilo padre, ya me encuentro mejor, y bien ¿Qué hay para desayunar?
- El vecino nos ha regalado un poco de conejo y he de decirte que tu padre es un experto cocinando, me ha quedado de rechupete.
Al bajar y ver lo que mi padre había cocinado, no podría haber esperado algo diferente…
- Padre… Has quemado por completo el conejo, ¿Ahora que le diremos al vecino que se esforzó para cazarlo?, ya te he dicho que siempre que haya que cocinar mejor me lo dejes a mí, serás increíble con la magia pero en cuestiones normales la verdad dejas mucho que desear… Anda, restáuralo por favor.
A pesar de que mi padre es un poco bobo, no hay absolutamente nadie mejor con la magia, y eso es lo que más me duele… Pensar que el mago más poderoso del mundo tuvo una hija defectuosa que no puede conjurar ni el hechizo más básico…
- ¿Otra vez estás pensando en eso? – Preguntó mi padre con voz triste para después abrazarme. – Ya te he dicho miles de veces que no eres defectuosa, no pude haber pedido una hija mejor y elimina esos pensamientos de tu cabeza, ¿de acuerdo?
- … - Solo me quede en silencio y asentí con la cabeza, es más fácil para el decirlo que para mí hacerlo.
Una vez restaurado el conejo, le dije a mi padre que no se metiera en absoluto y que me dejara hacerlo todo a mi sola, era mucho más fácil de esta manera que cuando intenta ayudar, solo causa desastres. Habiendo desayunado la hora llegó y mi padre (como siempre) empezó a apresurarme.
- ¡llegaremos tarde!, ¡apúrale! – Esta es una historia que se repite diario y al final nunca hemos llegado tarde una sola vez a ningún lado, mi padre es un mago por contratos, o bueno más o menos. En realidad el jamás ha cobrado por sus servicios y cuando los termina se va al siguiente, podríamos decir que soy su administradora, ya que la gente me paga a mí. Lo chistoso es que él nunca sabe de dónde saco el dinero, porque piensa que sus trabajos los hace gratis.
El trabajo de hoy consistía en ayudar en la construcción de un edificio para el posadero cerca del centro del pueblo, y las apariencias engañan… Mi padre es un sujeto de 1.80 de altura cabello largo hasta su espalda de color negro realmente oscuro, si lo ves de frente te daría miedo pues su rostro no es muy amigable, tiene 55 años de edad y es el único mago en el mundo que no usa un bastón, en cambio tiene un medallón colgado en su cuerpo que es donde su poder mágico se concentra y le ayuda a expulsarlo. Yo en cambio mido apenas 1.55 tengo 14 años y aunque mi vida no ha sido mala mi rostro parece revelar que si… Pero tener pesadillas recurrentes creo que no es algo muy lindo, y todo paso desde que… Bueno eso es historia para otro día, por cierto antes mencioné que soy inmune a la magia y aunque cueste creerlo en verdad es así, mi cuerpo es capaz de resistir cualquier hechizo y mi mente de repeler cualquier intento de controlarla, creo que ese fue el precio de no poder conjurarlos, ser inmune a ellos.
Una vez que llegamos al sitio mi padre empieza a realizar su trabajo, la verdad es que no importa cuántas veces lo vea sigo pensando que es increíble, pero pues en fin es lo que pasa cuando tu padre es el mago más poderoso que existe algunos incluso tienen la creencia de que es un descendiente de Merlín, pero están todos equivocados, mi padre es aún mejor que él; cuando mi padre acabo el trabajo comenzó a caminar hacia el siguiente, yo me acerque con el posadero para recoger la paga y me dijo:
- Tu padre es un ser muy extraño pequeña. – No parecía que lo estuviera diciendo como ofensa pero me pareció raro su comentario.
- ¿Por qué? – Pregunté yo.
- A pesar de ser un mago y no solo eso, el mejor de todos, ayuda sin esperar algo a cambio… Podría morirse de hambre por no cobrar y aun así creo que seguiría sin pedir un solo centavo a cambio de sus servicios, espero que hayas heredado su bondad pero no su inocencia, jeje.
De alguna manera el hombre tenía razón… Pero pues en fin, es algo que no puedo cambiar y tampoco es como que quiera hacerlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.