Quiero ver un rayo de luz

Capítulo 8: Hechicera Prodigio.

Capítulo 8: Hechicera prodigio.
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No podía creer que es chica pensara que yo era un mago con magia de clase 5; cuando me revelaron los sabios del pueblo que yo era un mago nunca me dijeron que era clase 5, y se supone que es algo que ellos hacen… Entonces no puedo creer lo que esta chica está diciendo.
- ¿Me quieres ver la cara? – Le pregunté muy serio.
- ¡Claro que no! – Respondió ella muy seria también. – Te estoy diciendo la verdad, tu poder iguala a los de clase 5 y seguramente estas incluso un poco más alto que los de ese rango.
Ella se acercó un poco a mí tras dejar de bailar y me extendió la mano para que fuera con ella, me levante y me llevo junto al golem que había creado. “piensa en tu propia magia, no necesitas darle forma simplemente piensa que la tienes y después imagina que esa magia él la absorbe”. Hice lo que me dijo y nada sucedía, cerré los ojos para concentrarme y nuevamente lo pensé, pero no parecía suceder algo abrí los ojos para decirle a esa chica que era imposible lo que me estaba diciendo pero frente de mi yo ya no estaba tocando el pecho del golem que había creado, estaba tocando parte de su pierna, ¡había crecido! Me le quede viendo y después volví a ver a la chica.
- Fuiste tú… - Dije un poco decepcionado.
- Nope. – Respondió ella sin dejar de mirar el golem. – Ese fuiste tú, yo jamás podría lograr algo como eso mi magia no alcanza ese nivel, te estoy diciendo que solo soy clase 2… Y de hecho creo que ese no es ni la mitad de tu limite… - En esta última parte ella sonó demasiado convencida, pero esa cosa era simplemente ¡gigantesca!
Después de eso ella dijo que era un poco tarde y que debía irse, yo me quede embobado mirando el golem y simplemente dije “adiós”, pero pues como había sido una creación de ella, el golem se cayó en pedazos y después todo se regresó a la tierra de donde había salido. “Oye, ¿Qué pasó?”, volteé para preguntarle por qué se había deshecho el gigante, dándome cuenta que ella se había ido y yo no había dicho más que un seco y simple: “adiós”. Al día siguiente en cuanto me desperté fui a ese lugar pensando que volvería a verla, me quede sentado en el árbol intentando volver a crear ese golem pero por las que lo intentaba no podía, a pesar de que quizás si soy muy fuerte no tengo ni una pizca de habilidad… Pasaron las horas y yo pensé que ella ya no llegaría, entonces mejor decidí irme al pueblo a comer algo porque estaba muriéndome de hambre, llegué a la tienda de mis padres y tomé un poco de fruta.
- ¡No te estés comiendo la mercancía! – Dijo mi padre fuertemente. – Llévate eso nada más y regresa aquello. – Continuó diciendo señalando las manzanas para llevarme y las uvas para dejarlas.
- Tranquilo Ertirio. – Dijo mi madre a mi padre y haciéndome señales para que me fuera a comer todo a otro lado, así él no me lo quitaría, yo le sonreí a mi madre y corrí.
- ¡Ven acá renacuajo! – gritó mi padre riéndose un poco y lanzándome rocas que golpeaban mi espalda, pero eran pequeñas y no me lastimaban.
Termine llegando a un pequeño sitio del pueblo donde todos los niños se reunían, pero este día estaba solo, no había nadie más que un chico en el otro extremo jugando con arena, me llamo la atención y fui a ver más de cerca lo que estaba creando dándome cuenta de que era una réplica exacta de todo el pueblo, incluso había pequeña esculturas de todos los pueblerinos.
- ¿Tú hiciste todo esto? – Dije al niño ofreciéndole una manzana y unas cuantas uvas.
- ¡Oh eres tú! – Respondió una voz que me resultaba familiar, el niño volteo y resulto ser que era aquella chica que había encontrado en el árbol ayer. – Mira, pon atención sucederá algo genial.
Mire el pueblo pequeño que estaba haciendo, y todos los humanitos comenzaron a moverse, incluso estaba la tienda de mis padres y ellos vendiendo sus objetos, me pareció muy genial todo lo que estaba haciendo pero por más que intenté mirar no la veía a ella en algún sitio, eran muy pequeños pero todos los humanitos se veían claramente quien eran de la realidad.
- ¿Por qué no estás tú ahí? – Pregunte sin dejar de buscarla.
- Claro que estoy. – Respondió ella con fuerza. – Fíjate bien.
Busque minuciosamente y al final del interior de una de la casita salió ella: “¡Ajá!” dije yo fuertemente tras haberla encontrado a lo que ella comenzó a reír, después ella (en el pueblo en miniatura) comenzó a correr.
- ¡Tengo una idea! – Dijo ella haciendo que todo se detuviera. – ¿Recuerdas lo que hiciste ayer con el golem?
- … - Yo no dije algo y asentí con la cabeza.
- Bien hazlo de nuevo pero ahora en vez de pasarle tu poder a un golem, me lo pasarás a mí.
Ella sonaba muy emocionada y sin comprender del todo que es lo que planeaba cerré los ojos colocando mi mano sobre su hombro y me concentre en mi magia dándosela a ella. Curiosamente ahora si sentí que lo había hecho y cuando abrí los ojos, todo el pueblo era como si tuviera vida propia, y después ella dijo: “Concéntrate más porque ahora, viene lo más complicado y necesito toda tu magia, ¿vale?” yo asentí con la cabeza y me concentre, en mi mente intente pensar en toda la magia de la que era capaz y mi cuerpo comenzó a sentirse pesado y por mis venas mi sangre pude sentir como comenzó a correr con mucha rapidez: “¡perfecto, sigue así!” dijo ella a la vez que posaba su mano sobre mi pecho. Tras unos segundos ella dijo que ya estaba todo completado y cuando abrí los ojos, yo estaba muy cansado, mire a mi alrededor y no podía creer lo que mis ojos me mostraban, todo ese mundo pequeño no lo era más, ahora el pueblo hecho de tierra era gigantesco: “Los habitantes se molestaran con nosotros, ¿qué hiciste?” dije yo con fuerza sin dejar de mirar todo a mi alrededor. Ella se estaba riendo fuertemente y me dijo: “No tienes de que preocuparte, el pueblo de tierra no se hizo grande, nosotros nos hicimos pequeños” Cuando me lo dijo lo primero que pensé en voz alta, “¿Es eso posible?”
- Pues, ¿tú que crees? – Respondió ella señalando todo nuestro alrededor. – La verdad este tipo de cosas solo las puede lograr un mago de clase 5, pero como no sabes controlar para nada tu poder te utilice a ti como mi bastón.
- ¿Qué estás diciendo?, ¿puedes utilizar el poder de otros magos a tu favor? – Hasta donde yo tengo entendido eso es algo básicamente imposible… Definitivamente me está mintiendo y ella es clase 5 y yo 2, no hay otra explicación.
- Sé que piensas que te estoy mintiendo, y no es así, te digo la verdad. Te han enseñado que todos los magos necesitan algo para poder utilizar sus poderes, como bastones u otras cosas, pero habemos algunos que no, jeje. Se nos llama prodigios, ¿has escuchado de Merlín?
- Pero el sí utilizaba bastones, no me vayas a decir que es un prodigio… - Refuté con una voz que no decía otra cosa que no fuera un: no te creo.
- Pues en realidad Merlín utilizaba bastones para caminar, el nunca utilizo uno mágico… Él era un prodigio de clase 5, y es por ello que es considerado uno de los más poderosos de todos los tiempos… En mi caso aunque soy una prodigio solo estoy en el nivel 2 y es por ello que tuve que recurrir a tu magia para lograr hacernos más pequeños.
Esta chica es increíble… Y solo de pensar que Merlín era igual que ella, me hace estremecerme por imaginarme qué tipo de persona habría sido, pero en fin, no me queda más que disfrutar de lo que sea que esta chica esté planeando para hoy, después de todo estoy seguro que será divertido.




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