Quiero ver un rayo de luz

Capítulo 10: ¿Una respuesta? o, ¿una trampa?

Y pues, creo que ya debes de imaginar lo que sigue a continuación, los años pasaron y nos enamoramos más y más el uno del otro hasta que en algún punto de esta historia llegaste tú a nuestra vida pero… Dada tu naturaleza el cuerpo de tu madre no pudo soportar el parto y falleció dándote la vida… Pero antes de que pienses lo peor, tu madre y yo te amamos con toda nuestra alma y aunque ella no esté aquí con nosotros físicamente te aseguro que puede escucharnos y seguramente te está abrazando en este mismo momento.
Mi padre se detuvo un momento, pues los recuerdos invadían su mente; yo no me sentía triste del todo, pues desde que tuve uso de razón mi padre me conto la verdad sobre ella, entonces que me lo haya dicho de nuevo y si me sentía triste, no era lo suficiente como para llorar o decaerme; la historia de cómo se conocieron eso si era algo nuevo pues nunca me lo había dicho, de hecho creo que esta es la vez que más hemos hablado de mi madre y donde mi padre me ha dado más detalles, no tenía idea de que ella era una prodigio… Sabía que era una hechicera increíble, pero no que era tan hábil. Nos quedamos sentados viendo todo nuestro alrededor por varias horas, yo me sentía algo cansada y no quería moverme mucho y mi padre sin tener que decírselo, de alguna manera lo entendía.
- ¿Padre? – Pregunté. – ¿Crees que si regreso a ese sitio oscuro, podre encontrar algo o alguien que me enseñe magia?
- No lo sé pequeña. – Respondió el un poco decepcionado. – Los demonios son seres muy peculiares y es muy raro que uno de ellos sea amigable… - A pesar de su respuesta mi padre sonaba muy extraño…
- ¿Sucede algo? – Pregunté poniéndome delante de él y sentándome justo al frente.
- No… - Respondió muy secamente y en su voz era evidente que algo sucedía.
- Sé que algo está ocurriendo, ¿qué pasa? – Intenté obligarlo a responder pues esa actitud de él, no era normal.
- … - Mi padre se quedó en silencio un tiempo y después comenzó a hablar. – No quiero que algo te suceda, tu madre ya no está con nosotros, pero te tengo a ti y si algo te pasa a ti no sé qué ocurrirá conmigo, pero también sé que no puedo evitarlo y es lo que más coraje me da, no puedo enseñarte a utilizar tus habilidades y es esa falta de enseñanza lo que te pone en peligro al estarte llevando a lugares donde no se si podrás seguir huyendo… Me siento inútil, me decepciono a mí mismo y siento que estoy deshonrando la memoria de tu madre, le jure protegerte y resulta que a pesar de toda mi fuerza no puedo lograrlo… Si ella estuviera aquí estoy seguro que sabría qué hacer, y yo que estoy aquí no tengo ni la más mínima idea de que puedo hacer para lograr que no corras peligro, quisiera enseñarte todo lo que se, tal como ella me enseño a mí, pero es esta estúpida incompatibilidad de nuestra magia lo que me impide lograrlo y temo que algún día algo pueda ocurrirte porque no fui capaz de enseñarte, de instruirte, de darte herramientas para que pudieras defenderte… Me siento inútil, fracasado y lo que más odio, es tener la razón en estos sentimientos…
Mi padre con cada palabra que decía se veía aún más y más devastado, su voz a la vez que se llenaba de tristeza se llenaba de rabia consigo mismo, pero lo cierto es que ni yo sé que puedo hacer… Lo más lógico sería buscar a alguien que me enseñe, pero en el inframundo las veces que he ido solo me han lastimado y a eso sumarle el miedo que me aparecer de repente en ese sitio.
Mi padre dijo que debía caminar un momento, se levantó y camino hacia afuera de donde estábamos dejándose mojar completamente por el agua; mi mente en ese momento se quedó completamente en blanco, no sabía que pensar o que hacer, me levante pero no para seguirlo, sentía que debía dejarlo solo aunque sea por un momento, después de todo esto que me conto parece que le rasguño el corazón… Camine hacia esa cortina de agua que caía en la entrada de la cueva y me coloque debajo de ella, esto me hizo llenarme completamente de calma al sentir como el agua golpeaba levemente y “masajeaba” mis hombros, y posteriormente en mi cabeza comencé a escuchar un susurro, al principio no podía entender lo que decía y conforme pasaba el tiempo fui escuchando poco a poco con más claridad las palabras.
- Quinto infierno. – Susurraba con frecuencia esa voz. – Quinto infierno. – Repetía una voz parcialmente diferente.
¿Quinto infierno?, me puse a pensar con los ojos cerrados sin quitarme del sitio donde estaba dejando el agua masajearme.
- Tu travesía debe conducirte hasta el quinto infierno, me debes encontrar y si lo logras podré enseñarte. – La voz ya no era repetitiva y aunque su tono daba algo de miedo sentía que podía confiar en ella, un error quizás…
No era necesario darle demasiadas vueltas para comprender lo que esa voz me quería decir, o más bien lo que literalmente me había dicho, no quería volver a ver a mi padre sufrir de esa manera y la forma de lograrlo era aprender a utilizar esta magia que poseo y que nadie en este mundo puede enseñarme. Pero aprender significaría despedirme de este sitio por tiempo indefinido y lo que no quiero que suceda tendrá que suceder, preocupar a mi padre, ¿pero qué más puedo hacer?
- Tienes que venir. – Dijo esa misteriosa voz nuevamente.
- ¿Pero cómo lo hago? – Respondí sin saber, siquiera si recibiría respuesta.
- Tu magia te permite viajar entre dimensiones, pero aun no eres capaz de controlarla, puedo llevar tu cuerpo al primer infierno y a partir de ahí deberás descender hasta el 5 y sobrevivir hasta encontrarme o morir intentándolo.
- Y, ¿no puedes llevarme directamente al quinto?
- Puedo, pero no enseñaré a un humano solo porque si, debes ganarte el derecho y ¿Qué mejor forma que superar a los 5 demonios líderes de cada uno de los infiernos?, solo entonces un humano demostrará que es digno de aprender magia oscura, decide que harás.
La respuesta podría pensar que era evidente… Tengo que ir, pero ya he estado en esos sitios y no sé si seré capaz de sobrevivir tanto tiempo, ya he estado al borde de la muerte en varias ocasiones y aunque mi cuerpo me ha salvado algo me dice que en esta ocasión las cosas no serán iguales, después de todo ya no seré yo quien aparezca ahí y me mantenga en ese sitio por mí misma, sino un ser diferente… Creo que los errores ahora me costarán muy caro. Lo primero que debo hacer es esperar a mi padre o ir a buscarlo para decirle lo que está a punto de suceder, no quiero irme sin despedirme de él.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.