Quiero ver un rayo de luz

Capítulo 14: Limbo

Como era de esperarse esta vez no soñé algo, en cambio pude sentir como una paz inmensa recorría mi cuerpo era como si todos esos años de soñar cosas horribles nunca hubieran sucedido, solo veía un color negro permanente y nada más.
Cuando abrí los ojos y miré a mi alrededor todo el escenario había cambiado una vez más, todo estaba cubierto por una fina capa de arena algo fría, a la distancia se veía una única montaña en cuya punta había una luz que parecía ser causada por fuego ya que subía y bajaba su incandescencia con frecuencia al igual que una vela cuya flama parece que baila; este sitio se sentía muy frio, mi cuerpo comenzó a temblar y para generar calor yo empecé a caminar. Mientras avanzaba mi vista se acostumbraba poco más a la oscuridad y con ello pude ver algo más… Algo que quizás a cualquiera le daría miedo pero si estuviera en mi situación sentiría lo mismo que yo, lastima. Había figuras espectrales que avanzaban sin rumbo y no parecían tener conciencia las unas de las otras, simplemente se pasaban por los lados sin chocar entre si y sin dirigirse la palabra o intentar interactuar entre sí, esto se veía un poco atemorizante pero como dije antes verlos me hacia sentir triste mas no por mi sino por ellos.
- ¡Una clase 6! – Escuche gritar detrás de mí, me giré rápidamente porque pensé que mis agresores habían llegado pero en cambio vi como todas esas almas a mi espalda se comenzaban juntar manteniendo algunos centímetros de distancia entre sí. - ¿Has venido a regresarnos al mundo real? – Preguntó el mismo que había gritado antes.
- ¿Qué? – Respondí yo confundida. - ¿Regresarlos?, yo no puedo hacer eso…
- Pero… Eres una hechicera de clase 6, ¿no? – Dijo una figura más pequeña con una voz de niño escabulléndose entre todos hasta colocarse a unos metros de mí.
- Mmm, sí. – Dije yo sin agregar mucho más.
- Entonces tú nos llevarás al mundo de los vivos o nos ayudaras a ir al mundo de los muertos, ¿verdad? – Agregó nuevamente ese pequeño espíritu.
- Pero te digo que no soy capaz de hacer eso… Vine a este lugar pero no sé qué es lo que debo hacer, estoy buscando a alguien o algo que me enseñe magia, y no creo que mis poderes sean capaces de hacer lo que dices…
- ¿Entonces no eres clase 6? – Agregó otra voz que parecía ser de una mujer algo mayor.
- Les digo que si lo soy… Pero creo que soy diferente, mírenme. Soy humana, no un demonio.
- ¿Y eso qué? – Dijo una voz diferente que parecía ser de un hombre muy anciano. – Solo un clase 6 es capaz de llegar vivo a este sitio o salir de él, tu magia es capaz de quitar o dar vida así como apaciguar las formas etéreas como nosotros que estamos condenados a vivir en este mundo.
¿Este hombre acaba de decir que puedo dar y quitar vida?, pero que es lo que me están contando… Desde que mi padre me dijo que poseo una fuerza mayor a la que él, esto no fue lo que yo imagine…
- ¿De qué estás hablando? – Pregunté muy intrigada.
- ¿Acaso sabes nada de la magia? – Me gritó ese mismo ser. – Todos los magos hacen uso de los elementos para crear sus conjuros, desde el 1 hasta el 5 lo único que cambia es la cantidad de magia que sus cuerpos pueden acumular y con ello la fuerza de los mismos, pero con los 6 es diferente, en ustedes la magia es ilimitada y hacen uso de una magia conocida como: éter. Esta es capaz de controlarlo absolutamente todo… Es por ello que los demonios son tan temidos pues para ellos asesinar consiste simplemente en chasquear los dedos, en el caso de los de tu especie normalmente su labor es dar vida o darle un fin digno a aquellos que su tiempo ha llegado, todos los que ves aquí fuimos víctimas de los demonios… Y solo una persona de tu especie es capaz de liberarnos.
- Pero solo soy humana… Mi especie no creo que sea capaz de algo así. – Dije yo un poco decepcionada.
- ¿Y quién dijo que eras humana?, no existen humanos clase 6 es imposible… Los humanos conocen a los de tu tipo como Ángeles, podrás verte como ellos, pero no eres una que más prueba quieres que el hecho de que estés aquí.
¿Ángel?, pero como es posible si mis padres son humanos… Me quedé pensando, no tiene sentido, la única opción es que… Ellos en realidad no hayan sido mis padres, mi papá siempre me dijo que mi madre murió dándome a luz y no creo que eso sea mentira… Pero también me dijo que fue mi propio poder el causante de que ella haya fallecido al no poder soportarlo, ¿Qué sucede?
- Si quieres respuestas. – Continuó diciendo aquella voz. – Dirígete hacia aquella luz. – Señaló a la cima de la montaña donde estaba aquella curiosa luz. – Allí se encuentra alguien que seguramente podrá darte la información que necesitas, después de todo si no sabes controlar tu magia, no podrás salir de aquí y tampoco nos serás de utilidad a nosotros que estamos condenados a permanecer en este sitio hasta que alguno de los tuyos venga.
Tras terminar de hablar, todas esas apariciones se alejaron de mí con un rostro que denotaba tristeza. El camino hacia esa montaña parecía ser algo largo al verse muy lejos, por suerte parece ser que por fin podría descansar un poco, ya que quien quiera que sean estas personas no parecen ser agresivas, lo cual también me serviría para que mi cuerpo reponga de manera natural toda la sangre que perdí ya que aún me siento un poco débil.
Sin más que pensar o hacer comencé a caminar hacia aquel lugar, caminar en esta arena era algo complicado pero podía tomarme mi tiempo al llegar, por suerte no había algo que me estuviera siguiendo o quisiera asesinarme; el paisaje se veía muy desolado y triste, a pesar de que podía ver con mucha más claridad el único color que resaltaba era el negro, era como si hubiera perdido parte de mi vista y ahora solo pudiera distinguir tres tonalidades: Blanco, negro y gris; La charla que tuve con ese sujeto me hizo pensar en todo lo que me había dicho e intentar encontrar una respuesta, ¿ángel?, ¿soy un ángel?, en verdad no puede ser posible… Supongo que si nací de humanos (por mas magos que sean siguen siendo humanos…) Pues evidentemente yo tendría que ser una humana… Mi padre es humano y aunque no conocí a mi madre sé que ella también lo era, o al menos eso era lo que mi padre me contó siempre, y aun suponiendo que ella no sea humana mi padre dijo que ella era clase 2… Y si entendí correctamente ese sujeto dijo que todos los ángeles eran de clase 6, un momento. El no dijo que todos los ángeles fueran clase 6, simplemente dijo que estos seres eran capaces de tener ese nivel junto con los demonios y si algo he visto hasta el momento es que incluso entre los demonios no todos poseen magia de este nivel, cuando viajé a los infiernos mientras dormía eran pocos los que podían lastimarme directamente, por lo general mantenían su distancia… Entonces, ¿Mi madre era un ángel? Y mi padre ¿no es mi padre? Entonces, ¿quién soy?
Por estar inmersa en mis pensamientos no me di cuenta que ya me encontraba justo al frente de aquella enorme montaña, frente de mi había una escalera tallada en la roca que subía en una especie de espiral alrededor de la montaña, pisé el primer escalón y comencé a subir, el camino era muy largo y mi cansancio seguramente me pasaría factura. Tras varios minutos mi cuerpo no pudo más y me detuve a descansar, quizás estaba a ¼ del camino y un pequeño canto se pudo escuchar, era una voz femenina que cantaba al ritmo del viento que aunque no sentía, podía escucharlo claramente, tras descansar inicie mi andar nuevamente y esta vez sin detenerme llegue a la cima, completamente agotada y con mi cuerpo bastante desgastado, frente de mi vi una especie de portal hecho completamente por magia y justo al lado a una mujer que tarareaba una melodía muy melancólica, ella no me miraba ni daba indicios de que supiera que yo estaba allí, apenas pensé en hablar esa mujer levanto su mano con su dedo índice hacia arriba indicándome que guardara silencio, por lo que espere hasta que termino su canción, al hacerlo abrió los ojos y me miro con un rostro muy serio, no parecía molesta… simplemente se veía seria.
- Yiori… - Dijo incitándome a hablar.
- ¿A donde me lleva ese portal? – Pregunté tras sentarme y señalarlo.
- ¿A dónde quieres que te lleve? – Respondió ella. - ¿A casa? O ¿quizás al infierno que está por debajo de este? Lo cierto es que tú decides.
- Y, ¿puede llevarme al último infierno? – Mi voz era un poco áspera y no sabía por qué…
- ¿Es eso lo que quieres? – Respondió ella muy tranquila.
- No lo sé…
Sus respuestas solo me hacían dudar más, recuerdo que el demonio dijo que podría transportarme hasta el último, pero que si quería ganarme sus enseñanzas debía pasar por todos los infiernos… Aunque no sé si haber aparecido aquí e irme del primero cuenta como haber derrotado al Demonio de ahí, ni siquiera supe quién era; me metí en ese portal teniendo en mente eso mismo y me olvidé por completo de todo lo que quería preguntarle a esa mujer… Espero después volver a tener la oportunidad de verla.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.