Aun en el suelo podía sentir como la interminable cantidad de gotitas seguían cayendo de mi cabello, agite la cabeza a los lados para sacudirme por completo e intentar que se acabara pero la corriente no cesaba… Me levanté y palpe mi cuerpo para ver si tenía alguna herida pues aunque no sentía dolor, quizás la adrenalina por haber corrido y caer en la pendiente estaba minimizando el dolor; afortunadamente parecía que mi cuerpo estaba bien pero en mi brazo derecho sentía algo extraño a unos centímetros del hombro hacia abajo. Era como una espina que salía del interior del brazo, intenté sacarla pero estaba completamente enterrada y no solo eso… parecía ser parte de mi brazo pues podía sentir como si lo jalaba mi hueso se movía, a pesar de cómo puede parecer la imagen no me dolía y no creo que fuera por la adrenalina pues minimizar tanto no creo que sea posible.
Comencé a caminar lentamente, pues como no veía por donde iba podría tropezarme si avanzaba más deprisa, unos ruidos comenzaron a escucharse a mi alrededor nuevamente, eran susurros de una persona que su voz no me dejaba identificar si era hombre o mujer o su edad, estos susurros repetían incansablemente: “Estoy bien, estoy bien”
- ¿Hola? – Dije fuertemente al no saber de dónde exactamente de donde provenía la voz.
Y justo como sucedió con la chica anterior, la voz se agito y empezó a gritar con fuerza intentando buscar de donde venía. “¡Atrás!” gritaba, “¡Te mataré antes de que tú lo hagas!” dijo mientras lanzaba rocas al escucharse como estas impactaban el suelo algunos pasos detrás de mí o a los lados.
- ¡No quiero hacerte daño! – Le grité para intentar tranquilizarle.
Pero al gritarle logró deducir mi ubicación exacta y por acto siguiente las rocas comenzaron a impactar mi cuerpo, no era muy grandes y solo me golpeaban en el torso o en las piernas, pero aun así eran algo dolorosas.
- ¡Por favor, tranquilícese! – Volví a gritar.
Me estaba moviendo intentando evadir las rocas, pero estarle gritando no era una muy buena idea, aquella persona con mi voz se dirigía a mí y lanzaba con más frecuencia piedras, ahora algunas impactaban mis manos que cubrían mi cara por lo que al ver que no parecía tranquilizarse mejor decidí alejarme de ahí, pero… Nuevamente los pasos que se habían escuchado antes, ese avanzar lento y de pies pequeños estaba cerca, yo me quedé de pie para no emitir sonidos y nuevamente aguante mi respiración, los pasos se intensificaron denotando que ya eran más de esas criaturas y todas se dirigían a donde mismo, hacia la persona que gritaba desesperada a la vez que lanzaba rocas a diestra y siniestra, esos pasos pequeños y extraños se transformaron en pasos rápidos seguidos de chillidos, gritos, gruñidos de voces similares que parecían ser de niños… Y de tras ellos la voz que antes empezó a gritarme que me alejara comenzó a gritar de dolor y desesperación pues esa pequeñas criaturas le estaban haciendo lo mismo que hicieron con la chica de antes… Yo no pude aguantar más la respiración y tome una bocanada de aire muy rápido que evidentemente sonó muy fuerte, los chillidos, gritos y gruñidos se detuvieron de golpe al igual que los de aquella persona, todo se volvió silencio, por muy poco tiempo, esos pasos se acercaron a mi nuevamente y ahora yo estaba de pie por lo que no podrían subirse a mi espalda… O eso pensaba, un ser pequeño comenzó a escalarme desde mi pierna hasta mi cabeza, podía sentir completamente su cuerpo y era como si un bebé de no más de un año estuviera agarrándome, aquel sudor frio que congelaba mi cara nuevamente empezó a bajar y lo que yo creo era una lengua paso por mi mejilla quitándome ese sudor… Era muy áspera y sentía como casi arrancaba mi piel, pero no quise hacer algo, ya que podría salirme contraproducente.
Escuche como las otras pequeñas criaturas emitieron unos sonidos que me costaría mucho explicar y aquella que se había subido en mi bajo, no sé si es suerte o algo mas pero nuevamente pude salir con vida para contarlo otro día, espere a que esos pasitos se dejaran de escuchar para volver a avanzar, y una vez desaparecieron todo regreso a la “normalidad”, a esa horrible y oscura realidad… quise alejarme lo más que pude de aquella escena que me imaginaba con el cuerpo tirado e inmóvil de esa persona pero por alguna razón cuando camine y aunque yo pensaba que estaba yendo por completo en el sentido opuesto, fui directo hacia ahí… Sentí como mis pies se pusieron algo resbalosos por pisar un líquido y nuevamente comencé a hundirme en eso; me parecía muy extraño que fuera tan profundo mis pies se hundieron por completo y apenas comencé a sentir con mi piel ese líquido mi mente se llenó de asco y luche por salir de ahí. “No…” escuché como una voz me hablo.
- No, ¿qué? – Respondí sin saber a qué se refería.
Pero no me dijo algo de vuelta, el silencio invadió el lugar una vez más y aunque me costó mucho esfuerzo, logre sacar mis pies de ese líquido (que estoy segura era sangre…) y ahora en vez de correr simplemente camine, parecía que daba igual a donde girara este mundo me lleva para un lugar en concreto pues aunque estoy segura que antes intente ir en dirección contraria a ese cadáver, fui dirigida ahí. Ya no le di importancia al camino, simplemente avance en lo que yo pienso era una línea recta, llegue a tropezarme varias veces y caer en varias otras y no sé qué era lo peor de este lugar… Esos pequeños seres de los cuales la forma desconozco, tener que estar en contacto frecuente con la sangre (que la odio), o haber perdido la vista desde el momento en el que llegue y no saber lo que hay delante de mí, atrás o a un lado… Esa incertidumbre de no saber dónde estoy o a donde voy, quizás eso es lo peor.
No pase mucho tiempo caminando hasta que escuche como otra persona hablaba, pero esta vez no me quede para averiguar qué sucedería, la ignore por completo y sin decirle una sola palabra seguí mi camino: “No”, volví a escuchar decir a la misma voz que lo había dicho antes y cometí el error de responderle en voz alta…
- ¡No, ¿qué?! - grité con todas mis fuerzas por la desesperación de que no me decía algo más, solo eso.
Claro está que aquella persona que podía escuchar a la distancia se volvió completamente loca por mi presencia y al igual que las dos anteriores, me maldecía sin detenerse y me intentaba lanzar todo lo que estuviera a su alcance, y sí. Con su desesperación exacerbada llegaron aquellos pequeños seres una vez más, ya no me importaba nada, estaba algo molesta y mi raciocinio disminuyo un poco cegada por este coraje, le grité de todo a esos pequeños: “Malditas y horribles criaturas”, “¡Déjenlo en paz!”, “¡Largo!”, pero solo escuchaba risas y podría jurar que sentía como se burlaban de mi mientras masacraban a aquella alma frente de mi… Como dije ya no estaba pensando con claridad y simplemente me abalance sobre ellos para “salvar” a aquella persona a la que estaban atacando, pero cuando logre llegar fue muy tarde su cuerpo no se movía en absoluto y una vez más sentí como mi cuerpo se hundía en un charco de sangre cada vez más profundo, sin darme cuenta termine con todo mi cuerpo cubierto estando completamente sumergida, podía sentir ese amargo sabor de la sangre en mi boca, pero algo sucedió, mi vista había regresado abrí los ojos y todo se veía absolutamente rojo a la distancia era un inmenso lugar repleto de cadáveres que “flotaban” y no parecía tener un fin, nadé hacia arriba y al llegar a la superficie pude ver por primera vez el mundo; era una montaña enorme completamente nevada, había varias personas a la distancia moviéndose en círculos y que parecían estar desesperadas y detrás de mí los vi.
Esos pequeños seres estaban justo a mi espalda al lado de una puerta de madera que no tenía idea como había llegado ahí pues no la había tocado antes y estoy segura que por ahí pase, esos pequeños monstruos con forma de bebé llenos de espinas pequeñas, ojos verdes muy grandes, sin nariz y con una boca sin piel o músculos que permitía ver el cráneo; ellos estaban al lado de la puerta y era como si me invitaran a entrar, no me atacaban y aunque su apariencia me decía lo contrario (además de todo lo que pasé antes) no parecían querer hacerme daño… al contrario, era como si quisieran ayudarme, me acerque a la puerta sin quitarles el ojo de encima, y cuando la abrí un portal aprecio, metí una mano para intentar ver que sucedía, pero mi cuerpo fue completamente absorbido; espero que esto sea el portal al siguiente infierno o a mi casa…