Cerré los ojos para entrar al portal y metí la mano la cual al igual que antes fue absorbida junto con todo mi cuerpo, comencé a sentir como caía y mi velocidad de descenso aumentaba cada vez más, abrí los ojos y estaba cayendo desde una distancia exageradamente alta absolutamente todo estaba completamente cubierto por la oscuridad y una niebla muy espesa, al estar cayendo mi cuerpo me obligo a gritar casi desgarrándome mi propia garganta a causa del esfuerzo pero pues de poco iba a servir el grito…
Continué cayendo por apenas unos segundos y después sentí como mi descenso se disminuyó abruptamente, al haberme detenido con tanta fuerza sentí como encima de mi cuerpo se ejercía una presión realmente fuerte e incluso se me imposibilito respirar por unas milésimas de segundo que fue lo que duró el sentimiento, justo cuando volví a poder respirar empecé a caer una vez más pero no paso mucho tiempo para que justo debajo de mi apareciera la copa de un árbol, al no esperar el golpe, ya que la niebla no me permitía ver más que nada, no pude cubrirme y las ramas me rasguñaron el rostro, continúe cayendo “rodando” entre las ramas hasta que me detuvo el suelo por completo, aun y cuando ese árbol me ayudo a frenar el golpe pude sentir como mi hombro se salió de su lugar, no me dolía si lo mantenía quiero pero apenas un centímetro que se moviera el brazo y el dolor se volvía insoportable, la peor parte es que sabía que no podía dejarlo así… puse mi mano en una rama de ese árbol donde quedó atorada e inmóvil y después de un movimiento fuerte hacia atrás logre acomodarme el hombro, eso sí me dolió hasta el alma y me fue imposible no gritar, lamentablemente después de ese grito comencé a identificar donde estaba… Estaba en uno de los infiernos a los que llegué mientras soñaba, aquel gigantesco bosque con neblina perpetua y criaturas de la oscuridad que nunca supe que eran en realidad y el lugar donde vi a mi padre morir… Inmediatamente tras recordar esto mis ojos empezaron a lagrimear por aquella escena que aunque sé que fue falsa se vio demasiado real.
Un crujido de madera se escuchó detrás de mí y al voltear vi aquello que mi mente intentaba por todos los medios olvidar, mi padre estaba a punto de ser aplastado por el mismo árbol que caía lentamente, yo grité sin siquiera pensar que eso era una ilusión y corrí hacia él, llegué y lo empuje salvando su vida pero ese árbol cayó encima de mí, no morí porque como dije antes fue todo una simple ilusión, el árbol me hizo caer al suelo pero antes de aplastarme simplemente desapareció junto con la imagen de mi padre; no me quise quedar sin moverme y tras limpiarme los ojos empecé a caminar, pero con cada paso que daba aquellas criaturas que había visto antes se escuchaban más cerca, corriendo siempre alrededor de mí.
Sin deberla ni temerla, todos esos pasitos de las criaturas se dejaron de escuchar y cuando comencé a pensar que estaría a salvo, otra cosa comenzó a aparecer, la neblina comenzó a concentrarse en un sitio delante de mí y de ella irradiaba una luz color sangre, la figura se hizo gigantesca tomando una forma que no quisiera llamarle humana, del todo, sin terminar de formarse por completo comenzó a hablar.
- Nos volvemos a ver, pero a diferencia de la vez pasada en esta ocasión no escaparas, desde que pusiste un pie en este sitio tú alma me pertenece y en tu futuro lo único que existe ahora es sufrimiento, y sé que esta vez no podrás huir de mí.
La figura se terminó de formar demostrando una cosa realmente grande que parecía tener dos alas similares a las de un murciélago, ojos rojos por completo, una voz que me estremecía solo de escucharla, sus brazos carecían de dedos y en cambio era como si tuviera unas filosas navajas de casi el tamaño de toda mi cara, hacia debajo de su torno la niebla se esparcía, no tenía piernas era simplemente un extraño torbellino de niebla que giraba en un mismo lugar.
- No te tengo miedo… - Dije evidentemente mintiendo, con la esperanza de que se fuera.
- ¿No? – Respondió esa cosa claramente burlándose de mí.
Posteriormente y a una velocidad realmente alta me atravesó el cuerpo con sus garras, yo sentí el golpe y este me quito el aliento por unos segundos, cuando el monstruo hizo su brazo hacia él, en sus garras sostenía una esencia cristalina que cambiaba de colores y se movía como si fuera algo gomoso y elástico.
- Veamos si sigues sin sentir miedo una vez que tome toda tu alma. – Dijo sin quitarle de encima el ojo a eso que había tomado y después lo metió en su boca masticándolo.
Cabe mencionar que cuando lo masticó, en mi cuerpo comenzaron a aparecer heridas que me ardían como si alguien estuviera echando agua hirviendo en mi piel, el demonio comenzó a reír de una forma horrible y yo que no podía aguantarme más el miedo comencé a correr sin rumbo, aquel demonio simplemente se quedó ahí donde estaba riéndose a carcajadas mientras todo ese humo que conformaba su cuerpo se desvanecía.
- ¡Estás en mi reino, humana inútil! – Dijo antes de desaparecer por completo. – Y de mi mundo solo yo decido quien sale, habrás podido salir antes, pero la cosa ahora es diferente; en mi estómago tengo una parte de tu alma siendo consumida y eso te ha atado a este lugar, fuiste estúpida al permitirme estar cerca, podrás esconderte de mis lacayos pero yo sabré siempre donde estás y si te detienes ¡Iré por ti!
La voz y la risa se detuvieron y cuando la poca luz que existía se desvaneció los sonidos del mundo comenzaron a regresar, al ni siquiera haberme dado cuenta que estos se habían ido, el aire soplaba con fuerza moviendo los árboles y haciéndolos crujir constantemente, lo cual me imposibilitaba escuchar los pasos de las criaturas que sé que están por aquí en algún lado; caminando sin rumbo vi a lo lejos una pequeña cabaña cuya ventana tenía algo de luz, sé que es tonto… lo sé, apesta a que es una trampa, pero tengo que encontrar la forma de salir de aquí y si es que hay alguien en esa cabaña, con suerte pueda ayudarme, en caso contrario correré hasta alejarme lo suficiente… El demonio aquel podrá ser atemorizante pero ha hecho énfasis en que si me quedo detenida me arrepentiré, lo que me hace pensar que le es imposible moverse… Y esto se justifica al no haberme seguido y amenazarme con sus “lacayos” Solo espero que mis deducciones estén en lo correcto.
Avance hacia la cabaña y de pronto el ruido del aire se detuvo, me dio curiosidad, “¿qué habrá pasado?”, me pregunte, me quede quieta y al voltear hacia atrás vi una cantidad exagerada de ojos iluminados que me observaban, si tuviera que contarlos diría que probablemente había cerca de 40 criaturas mirándome y cerrando rápidamente la boca emitiendo el sonido que se produce cuando chocan los dientes entre si al cerrar la boca fuertemente, al verlos mis piernas no se movieron, se quedaron completamente trabadas y posteriormente absolutamente todas las criaturas comenzaron a “chillar” fuertemente lastimando mis oídos, al hacerlo se vio como aquellos ojos se acercaban a mi rápidamente, y por el miedo mis piernas no querían obedecerme, aquellos ojos estaban ya muy cerca de mí y para obligar a mi cuerpo a obedecerme me mordí con demasiada fuerza mi antebrazo, estuve a punto de arrancarme un pedazo de carne pero eso ayudo a mis piernas a moverse; corrí con todas mis fuerzas hacia aquella cabaña, los chillidos de esas criaturas se escuchaban casi detrás de mí y todos esos pasos me hacían entender que si me atrapaban seria mi fin… Por la velocidad que llevaba y por no poder ver correctamente estuve a punto de caerme en varias ocasiones, y con una sola vez que caí no se ni como le hice pero termine rodando en el suelo y me levante rápidamente sin perder mucho impulso, la cabaña ya estaba delante de mí, intenté abrir la puerta pero para colmo estaba cerrada, ya comencé a ver la silueta de esas criaturas y sin nada más que hacer me hice unos pasos hacia atrás y brinque para meterme por la ventana rompiendo el cristal y haciendo que algunos trozos se incrustaran en mi cuerpo.
Por fortuna aquellas criaturas parecía que no podían entrar a la cabaña, simplemente vi como esos ojos se alejaban caminando hacia atrás para no perderme de vista y desaparecían uno por uno hasta que el sitio parecía estar completamente vacío, estoy segura al menos por ahora.