Química Irresistible #1

Capitulo 02

—¡Ya despierta, Emma! ¡Ya salió el sol! —se escuchan los gritos de mi hermana, gruño tapándome con la sábana, ignorando su petición.

—¿Qué se supone que haga? ¿fotosíntesis? —murmuro con la cabeza en la almohada. Ayer me quedé toda la noche viendo un maratón de caricaturas que terminé durmiendo tarde, ¿y qué?, ¡esas bellezas merecen toda una madrugada despierta! A veces pienso que soy muy inmadura para mi edad, eso es algo que no puedo evitar, entiendo que mi ánimo y humor es una mierda, ya que a veces es infantil y estúpido, y en otras ocasiones es malhumorado y del demonio.

—¡A cambiarse! —golpeó mi cuerpo con una almohada que no se de donde diablos la había sacado, aunque estando en mi habitación, a ciencia cierta es cien por ciento seguro que encuentren de todo en esta, ya que todo se encuentra tirado.

—¡Maldición! —protesté.

—¡A la Universidad!

Gruñí con molestia.

Odio esto.

.

.

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—¡Parker! —escuché que me llamaban.

Me encontraba caminando por la entrada de la Universidad con una cara de muy pocos amigos, moría de sueño, lo único que tengo que hacer es despertar correctamente de lo contrario el viejo canoso de mi profesor me matará. El profesor de la facultad es la persona más odiada en este centro educativo, es conocido por ser un arruina vidas y molesto, nadie lo soporta, todos siempre intentan escaparse de su clase pero lo único que consiguen es una desaprobación del mes, ese señor está loco.

—¡Parker!

¡Diablos!

¿Quién demonios grita tanto? ¡De seguro es una de esas estúpidas bromas!

No giré, ya que se me hace extraño que al menos alguien grite mi apellido. En esta Universidad ni siquiera se escucha mi nombre si no son para rumores falsos, jamás se cansaran de hacerme un daño que realmente no merezco, no entiendo el origen de su odio, ¿acaso es por ser rubia de ojos claros? ¿o tal vez por ser una aficionada a los libros? ¿quizá será por ser una chica sin amigos?, aún no lo entiendo pero quiero saberlo. Ignoré esos gritos y entré al salón de música, algo que heredé de mi madre es poder tocar la guitarra, ella transmitía una hermosa melodía con tan solo posar sus manos en el deslumbrante instrumento, ella era la mejor tocando.

Abrí el cajón de los instrumentos musicales y de esta saqué una guitarra, estaba completamente prohibido agarrar objetos de este salón si no es para una clase de lo contrario estaría muerto, pero en esta Universidad la seguridad es una mismísima mierda ya que yo siempre vengo aquí sin horario de clases y aún sigo viva.

—Bien, ¿Qué canción toca hoy? —me pregunté en voz baja.

Mucha gente me ha de llamar ''loca'' por hablar sola a mis diecinueve años de edad, esa etapa de los amigos imaginarios eran hasta los cinco años, pero ¿Qué hacer cuándo no tienes amigos?, ¿Qué hacer cuándo no tienes a alguien al cuál acudir cuándo estás triste?, ¿Qué hacer cuándo te sientes sola? Es algo triste y solitario no poder hablar con alguien, decirle como te sientes o salir juntos por un helado. Siempre estuve acostumbrada a solo estar con mi familia, ellos eran las únicas personas que me querían tal y como soy, con un carácter de mierda, una afición por los libros, y un don con la guitarra, sin embargo, cuándo mis padres fallecieron, solamente me quedé con mi hermana mayor, ella trabaja todo el día pero siempre tiene un tiempo para poder estar conmigo, ella comprende como me siento, sabe lo que sufro, sabe como me comporto, ella soporta todo mi mal humor, toda mi adolescencia con una terrible rebeldía, hasta hubo un tiempo que ni siquiera le dirigí la palabra, a pesar de todo esto, ella está ahí conmigo, ella sabe qué es lo único que me queda y tratará de dar lo mejor de sí para poder ayudarme a superar un duro pasado.

Suspiré.

—Summer has come and passed. The innocent can never last, Wake me up When september ends. —cantaba en un legible tono.

Los estudiantes de esta Universidad son muy odiosos y aún más conmigo, si me escucharan con los instrumentos prohibidos irían directamente con el director y me expulsarían ya que soy becada. En este lugar no puedes confiar en nadie, si cuentas unos de tus más íntimos secretos te destruirán, ese es un error que yo cometí, cuándo llegué a esta Universidad, yo estaba perdida, no mucho a comparación de ahora, aprovechándose de mi estado, un chico, ¡un estúpido chico! hizo que perdiera la cordura enamorándome profundamente de él, ese imbécil jugó conmigo y me enamoró, yo de tonta caí en sus encantos y pensé que ya me amaba, que ilusa, ¿Cómo puedes amar a una persona en tan solo una semana? Creyendo que yo era importante para él le conté todo de mí, le conté acerca de mis padres, como murieron y acerca de mi maldito trauma, él solo escuchaba detalladamente, quería saber lo que pensaba de mí pero solo se mantuvo en silencio, de pronto, de un momento a otro la gente me empezó a observarme extraño, ese idiota les había contado, no todo, solo dijo que le temo a la sangre, no soporto verla o gritaré, lloraré y destruiré todo lo que vea, dijo que me convertiría en un demonio que lo único que debe hacer es morir, jamás volví a saber de él después de que me haya confesado que nunca me quiso, que se fuera no sirvió de nada, las personas ya sabían mi debilidad y cada vez que podían hacían varios caminos de sangre, me tiraban peluches con sangre humana, sabe quién de donde lo sacaron. Lo peor es que siempre lo conseguían, yo terminaba haciendo lo que ellos pidiesen, ser su sirvienta, realizar sus tareas o trabajos, hasta un día quisieron tratarme como su juguete sexual, por suerte esto nunca pasó, gracias a mi amigo, mi mejor amigo, siempre estaré agradecida con él, lamentablemente él murió en un accidente de tránsito.

Noah Davis, era mi mejor amigo, parecía mi padre cuidándome, él era capitán de una pandilla de la calle, toda la ciudad temía de ellos, siempre me invitaba a sus entrenamientos y veía como practicaba con un arma, hubo un tiempo en el cuál me enseñó, aprendí lo básico, dijo que me enseñaría todo para poder defenderme, ¿pero como defenderme con un arma si le temo a la sangre? Él sabía que ni siquiera puedo ver esa mancha roja, prometió poder ayudarme a sacarme este miedo, pero murió antes de que lo intentara.




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