Química Irresistible #1

Capitulo 03

—¡Parker!

¡Oh, no! Otra vez no.

—¡Parker! —seguía gritando Ethan.

—¿Si, Ethan? —coloqué mi mejor sonrisa falsa.

Ni siquiera había ingresado a mi primera clase y ya estoy sufriendo con este idiota, ¿Acaso nunca se cansará de molestar? Es irritante, jamás de los jamases he conocido a una persona tan insoportable, este chico acaba de romper un nuevo récord.

—¿Cómo estás? —achiqué los ojos.

¿Para esa estúpida pregunta tiene que gritar desde kilómetros?

—¿Eso es importante?

—Bien, estás de muy mal humor. —alcé mi pulgar asintiendo.

—Me voy a clases, adiós. —me despedí caminando hasta el aula, que jodidamente también era la de Ethan.

—Señorita Parker, ¿Cómo se encuentra? —preguntó el profesor notando mi presencia.

Me encontraba muy bien antes de verlo.

Suspiré.

—Bien, supongo. Solo con un pequeño dolor de cabeza que va y viene.

—¡Hey! —gritó Ethan saludando al profesor.

—Y volvió mi dolor de cabeza. —el viejo canoso del profesor empezó a reírse.

Caminé hasta mi asiento seguido de Ethan, este chico da miedo, de la nada me persigue y me pide que sea su novia, no sabía que los chicos de ahora eran tan lanzados, ¡Vamos!, recién lo conozco y ya pide que sea su novia.

Finja, recuerda, solo quiere que finjas serlo.

Maldita conciencia.

—Ayer formé grupos para realizar el proyecto. —empezó a hablar el viejo —El trabajo tendrán que presentarlo en tres días. ¡Quiero los mejores trabajos!, aunque viniendo de ustedes, no espero mucho —giré los ojos.

Ahora que recuerdo, me había olvidado del maldito proyecto. Giré a ver a mi compañero y encuentro a este mismo con una de esas odiosas sonrisas mostrando sus dientes. Patético.

Nunca me cansaré de decirlo, pero este chico da miedo, y bastante.

—¿Y bien? ¿Qué tanto me miras? —pregunté evitando hacer contacto visual.

—Veo lo despeinada que estas, ¿Es que acaso te peinas?

Gruñí.

—Eso no te incumbe.

¿Acaso me peino? ¿Es en lo único que piensa?, claro que me encuentro peinada, llevo una coleta bien . . . ¿formada?, ¡Pero ese no es el tema!, mi peinado no es la gran cosa como para que lo único que esté pensando sea en eso, ¡Tenemos un trabajo que presentar!

—Eres muy fea —puse los ojos en blanco.

Este idiota arruina toda su belleza con el carácter de los mil demonios que trae encima.

—Qué directo —admití haciendo que una espeluznante sonrisa creciera en él.

—Lo sé. ¿Y tú como me ves?, atractivo ¿verdad?

¿Otra vez se volvió loco?

—Siendo sincera, tienes un rostro similar a . . . ¡Voldemort! —me eché a reír mientras él arrugaba la frente.

—Yo si tengo nariz —refunfuñó.

—Igual manera te pareces a Voldemort —gruñó.

—Eres de lo peor.

—¿Enserio?, me alegra serlo.

—¿Tienes novio? —casi me atraganto con mi propio saliva.

¿A qué viene esa pregunta?

—Pues claro. —confesé haciendo que este abriera los ojos.

Vaya mentira, claro que no tengo pareja, ¿Por qué tener a un idiota trás tuyo? Solo será aburrido.

—¿Y donde está?

—De gira.

—¿De gira? —asentí— ¿Es cantante?

—¡Claro!, es el mejor de todos.

—¿Cómo se llama?

—Escucha bien, Eh. Él es el único e inigualable Shawn Mendes —alzo los brazos poniendo más drama a mis palabras.

—He escuchado hablar sobre el, pero este ya tiene novia, y no recuerdo que seas tu, pequeña mentirosa —dijo tocando mi nariz como un botón de timbre.

—Bien, lo acepto —digo derrotada bajando los brazos que flotaban en el aire. —No tengo novio.

—Ya veo, se entiende. Nadie sería capaz de soportar tremendo humor que traes. —habló haciendo su típico movimiento con el cabello provocando que gruñera, odio ese acto de los chicos. Piensan que cuándo hacen eso sin sentido se verían sexys o algo asi, a mi parecer solo se ven antipáticos y estúpidos.

—Supongo que tu de igual manera tampoco consigues novia, nadie soportaría tu arrogancia. —me defiendo, y a ciencia cierta tengo razón, he leído muchos libros para saber que esos típicos bad boys jamás consiguen novias, en los libros solo lo juntan con esa chica que odia con todo su ser, típico cliché. Pero un tipo con él solo tendría una chica para una sola noche.

Vaya mierda.

—¿Mi arrogancia?, yo solo muestro lo que tengo. —habló con su ego en marte.

Suspiré.

—Es imposible hablar contigo sin pelear. En fin, ¿hoy en tu casa, verdad?

Ayer acordamos que iría a su casa para poder acordar acerca del proyecto, cosa que irrumpe mis planes de dormir toda la tarde. Mi rutina por la tarde es la de siempre, ver caricaturas, comer puras basuras de grasa y finalmente, lo más importante, dormir.

Algo típico que Emma Parker pueda hacer.

—Pensé que dijiste que no irías. —me recordó.

—No voy a desaprobar el mes de notas por una estupidez mía. —murmuré mirando a la nada, en estos últimos dos días en los cuáles este sujeto a estado acosandome, me he dado cuenta que tiene una memoria envidiable, debería medir mis palabras.

Suspiró.

—El cerebro de las mujeres es todo un océano abierto, su humor cambia constantemente.

—Y los hombres son tan ciegos, no se dan cuenta que están a segundos de morir. —se rio.

—Eres escalofriante.

—Y tu un imbécil.

—Bien. —alzó los brazos demostrando derrota —Acepto que a veces me comporto como un idiota demente —sonreí —Pero no niegues que soy irresistible, eso es algo que tu ni lo crees.

—Deja de decir estupideces y dame tu dirección de una buena vez. —exigí.

—Eres diferente a todas las demás, me gusta, hace que quiera caer en lo prohibido, si sigo acercándome posiblemente me quemaré, pero eso no me importa, me tientas a seguir —habló coqueto sosteniendo mi mentón con su pulgar izquierdo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.