Sentía que mi cuerpo se estaba congelando, mi trasero pedía ayuda a gritos, este lugar donde me encuentro sentada está haciendo que mi cuerpo quiera gritar. Hacía bastante frío, pero alguien sujetaba mi brazo con su cabeza en mi cuello dándome calor, aún no sabia la identidad de esta persona, pero se siente tranquilo estar así. Seguía en mi tranquilidad, cuando un ruido repetitivo invade mis tímpanos, ahí me levanto y me acuerdo de todo lo que sucedió ayer …
Bosque. Perdidos. Ayuda.
—Demonios —maldije viendo al oficial por el otro lado de la ventana tocando desesperadamente esta misma.
Bajé la ventana y arrugué mi cara al ver al oficial, no me gusta que arruinen mi sueño, así esté en medio de una situación comprometedora, no me gusta que arruinen mi sueño.
—Señorita, ¿necesitan ayuda?
¿Usted que cree?
—Oh, si. Estamos varados aquí desde ayer, el combustible se nos ha acabado —expliqué con los ojos cerrados, arruinar mi sueño es un delito, un delito que este oficial va a lamentar.
—Aquí tengo combustible —abrí mis ojos, los cuales estaban brillando al ver que al fin podría dormir en mi cómoda cama —Tome —me entregó el repuesto —Y agradecería que se marchen su novio y usted, lo más rápido posible, ya que están en zona prohibida —señaló el letrero que marcaba con letras rojas 《''Prohibido ingresar''》
Gruñí.
—Bien —hice una pausa —Y este sujeto de atrás no es mi novio —señalé a Ethan.
Cerré la ventana y me dirige al pelinegro, el cual dormía cómodamente ya que me estaba usando de almohada, ¡Fantástico!, ahora soy ''Emma la almohada de Ethan''.
—Nutella, ¡dame mi Nutella, estúpido supermercado! —gritó sujetando mis brazos fuertemente. Él idiota de Ethan estaba soñando con una Nutella, ¿Quién demonios sueña con eso? Intenté hacerle cosquillas para que levantara, pero no lo conseguía, le grité en el oído, pero de igual manera no se levantaba.
—Joder, ¿Cómo se supone que tengo que levantarte? —me pregunté.
Sin obtener una brillante respuesta de mi brillante cerebro, opté por mi maligna idea. Ethan se lo buscó, no se levanta con cosquillas, gritos y posiblemente con agua tampoco. Eso significa que solo me queda una cosa por hacer. Me acerqué a este y con mi mano derecha tapé su nariz y con la izquierda tapé su boca, ¡Iba a dejarlo sin aire!, probablemente esto se considere intento de homicidio, pero no tengo otra opción, aparte, por ahora, no tenia razón para matarlo.
Ethan al sentir que no puede respirar empieza a moverse extrañamente, para luego abrir los ojos y encontrase con mi malévola mirada, me alejé de él y sonreí como una loca desquiciada, mi maligna idea había funcionado.
—¿Estás loca? ¡Casi me matas! —protestó mientras respiraba exageradamente. Giré los ojos.
—Yo amanecí muy bien, Ethan. Gracias por preguntar —digo sarcásticamente haciendo que este gruñera.
—¡Voy a denunciarte por intentar matarme! —gritó mientras me apuntaba con su dedo índice.
—Yo voy a denunciarte por acoso sexual —me defendí.
—¿Qué?, ¡yo nunca te hice algo!
—Eso ya lo sé, de lo contrario tendrías un moretón en el ojo de parte mía —tragó grueso —Dejemos en paz el tema de las denuncias. Ya es hora de salir de este lugar —señalé el repuesto que me había dado el oficial. Este abrió los ojos mientras abría su boca.
—¿Cómo lo conseguiste? —preguntó con un tono sorpresivo —¿Acaso me dejaste solo en este lugar? ¡Posiblemente un insecto me mordió y en horas estaré muriendo!
—Ese insecto me haría un favor —susurré.
—¡Emma! —se quejó.
—Cállate estúpido. Hoy vino un oficial a regañarnos porque estábamos en zona prohibida … —me interrumpió.
—¡Sabía que ese cartel no era de adorno! —fruncí el ceño girando a verlo.
—¿Sabias que era zona prohibida? —asintió.
—¡Claro!, un cartel con letras rojas lo decía, pero no le tomé mucha importancia, pensé que era una simple broma de algún idiota.
—¿Acaso eres estúpido? ¡Me lo hubieras dicho antes! —grité sujetándolo de su camiseta descontroladamente.
—¿Te pusieron multa? —me alejé de él al darme cuenta de que ese policía no me había dejado ninguna multa.
—¿No? —respondí dudosa.
¿Por qué no me dejaron alguna multa?
—¿Eso es una afirmación o una pregunta?
—Jódete.
Quizá ese oficial sea un novato.
Llené el cartucho de gasolina y conduje hasta la mansión de Ethan, este se bajó y con su mano se despidió, rodé los ojos. Ese chico a veces se comporta como un indefenso niño que necesita cariño, pero otras veces es un idiota sin cerebro que lo único que quiere es molestar.
—Llegué —susurré entrando a mi casa, estaba con los ojos cerrados y chocaba con todas las cosas.
—¡Joder!, ¿estás borracha? —abrí mis ojos al escuchar la dulce voz de mi prima Alice, esa dulce voz que por dentro es un demonio.
—¡Alice! —grité abalanzándome a ella —¡No estoy borracha, tonta! —se rio.
—Tu carácter aún no cambia, ¿Eh? —gruñí —Ya estás grande, pequeña ratoncito, pareces una niña de quince años.
—Cállate, recuerda que soy mayor que tú —giró los ojos. Alice tiene dieciocho años, es un año menor que yo, y a ella no le gusta que se lo recuerde, ya que recuerda la edad de su difunta melliza.
—¿Cuándo llegaste? —pregunté curiosa.
—En la maña … —fue interrumpida por la tenebrosa presencia de mi hermana. Aquí se viene una regañada de parte de Lily.
—Emma Parker, ¿se puede saber por qué llega a esta hora? —habló manteniendo la paciencia.
—Lo siento —me disculpé —La gasolina se acabó y la batería de mi celular murió, al igual que el de Ethan —expliqué.
—¿Ethan? —preguntan ambas curiosas.
—¿No lo odiabas? —habló Lily enarcando una ceja.
—¿Quién es Ethan? —preguntó Alice picara, diablos, esta chica es más pervertida que yo.
—Ethan es un compañero de la universidad, y lo sigo odiando, solo que ayer lo ayudé con algo —respondí.