—Veamos, tienes que ensayar la canción y la sintonía de la guitarra —dijo Ethan mirándome a los ojos.
Cómo ayer acepté participar en ese estúpido concurso, justo ahora me encuentro en mi habitación estudiando todo para esa competencia, que jodidamente es mañana. Si, ¡mañana! Joder, este idiota me había avisado un día antes, y solo quedaban pocas horas para ese concurso.
—No lograremos nada, Ethan. Es mejor darnos por vencido —digo tirándome en la cama. Cuándo era pequeña participé en un concurso de cantantes, aunque yo no soy buena cantando, por eso solo me mandaron a la banca, ni siquiera fui capaz de poder tocar la guitarra, y por supuesto, las burlas de esos niños no tardaron en aparecer.
—¿Qué? ¡Claro que no! —gruñí —¡No es hora de dar marcha atrás!
—Cállate Ethan, cállate de lo contrario te golpearé como nunca —amenacé, este tragó grueso.
—Eres muy mala.
—¿Mala? Yo no soy ... —no terminé de hablar porque la puerta de mi habitación se abre dejando ver a una Alice y a un Luke.
—¡Emma!
—¡Ethan! —Gritaron al unísono.
Suspiré.
Ver a estos dos juntos sin pelear, es advertencia de que el fin del mundo está cerca, si, es algo tan extraño verlos sin al menos insultarse, siempre paran gritándose el uno al otro, por tonterías o por videojuegos.
—¿Qué haces aquí, Alice? —miré a Luke —¿Y tú que haces aquí?
—Vine a ver a Ethan, ¿Se me está prohibido acaso?
—Maldito mocoso —resopló.
—Ethan, siendo honesto ¿Qué diablos le has visto a esta chica? ¿Te has dado cuenta de el carácter espantoso que tiene? —sujeté la almohada que tenía en la cabeza y se la tiré, directo al enemigo. Amo mi puntería.
—¡Emma! —se quejó este —¡Ethan dile algo!
—Mejor no hablar —me reí, Alice y yo comenzamos a reír como focas retrasadas, los chicos nos quedaban viendo extraño, con cara de muy pocos amigos. Al parecer se habían molestado.
—¿De qué te ríes? —preguntó Luke observando a Alice, la cuál evitaba reírse en su cara.
—De nada, solo te ves gracioso.
—¿Gracioso? ¡Estás loca, eso no da gracia!
—¡No me grites, asquerosa cabeza de algas!
—¡A mí no me insultes, inmundo estúpido conejo!
Bien, volvimos a la atmósfera habitual, se siente tan ... estresante, los chicos seguían gritándose mientras yo observaba la guitarra que me había prestado Ethan, cada vez que pienso la idea de pararme en un escenario frente a todo la Universidad me aterra y mis manos tiemblan, los nervios salen a la luz, ¿Cómo se supone que haga eso? Vamos, yo tengo pánico escénico, ¿Acaso es fácil subirse a un estúpido escenario? No es fácil, más aún sabiendo que también tendré que cantar, nunca me ha gustado cantar, pero algunas personas dicen que lo hago bien, aunque la verdadera razón por la que no quiero hacerlo es para no recibir críticas, siempre he estado acostumbrada a escuchar malos comentarios acerca de mi aspecto físico, mis ojos y cuerpo, pero también hablaban de mi pésima voz, en la primaria cantaba con el coro del colegio, pero un día una niña, la típica "popular" me quita el papel de cantante principal, dijeron que la cantante debería ser bonita y con una voz melodiosa. En fin, mi vida es una mierda.
—¡Emma! —parpadeé repetitivas veces observando a los chicos enfrente mío.
—¿Qué sucede?
—¿En qué pensabas? Te estábamos llamando y no respondías —habló Alice —Bien, solo queríamos decirte que hoy vamos al cine —informaron con una radiante sonrisa.
—Genial, los veo en la noche —murmuré.
—Oh no, querida. Tu nos acompañarás —anunció Alice con una sonrisa maliciosa.
Joder, esta sabe que no soy muy amante de los cines, siempre me he quedado dormida al comienzo de la película. Doy vergüenza.
—Y-yo no puedo ir —¡Una excusa rápida! —T-tengo ... tengo que cuidar a Lily.
Mierda. Soy pésima en esto, de seguro ni tardarán en darse cuenta de la mentira.
—Lily no está en casa.
Y esas palabras fueron la que mandaron mi día a la basura.
Estábamos dentro del coche de Ethan, este estaba al volante mientras que nosotros contábamos a todo pulmón la canción que se escuchaba en el auto. En fin, Alice ganó, ella me había obligado a venir a este lugar, como había dicho antes, no me gustan los cines, pero esta chica es tan difícil de convencer que terminé aceptando. Ayer Taylor me había mandado un mensaje, ¿Qué como obtuvo mi número celular? Es un misterio, lo que este dijo fue que sus padres tenían un boleto para ir a a una isla con cinco personas más, ese es otro hecho por el cuál no quise venir a este cine, estaba toda la tarde pensando si debería aceptar o no. Lo peor es que mañana debía presentar ante todo el salón mi participación cantando al sonido de la guitarra, Joder, en lo que me metiste Ethan.
¿Qué se supone que voy a hacer?
—¿En qué piensas, Emma? —se queja Alice, noté que todos tenían su mirada puesta en mí, todos menos Ethan, ya que se encontraba de conductor y debía ver la carretera.
—Maneras de escaparme de aquí —admití mientras jugueteaba con mi cola de cabello.
—No me hace chiste tu comentario —me reí. Alice puede ser muy aterradora a veces, pero siempre muestra ese lado sincero de ella, por eso nadie se resiste a esta, cuando iba en la misma secundaria que ella, hace varios años antes que vuelva a Nueva York, todos los chicos estaban tras ella, Alice solo los rechazaba y murmuraba cosas locas —Ya deja de pensar en el pasado —añadió.Y golpea donde duele, hace ya varios años, Alice se dio cuenta de mis verdaderos motivos por los cuáles no me gusta ir a los cines, no es porque me aburra aunque si me quedo dormida, sino porque recuerdo a mi madre sobando delicadamente mi cabeza, siempre que caía en los brazos de Morfeo en las sillas del cine, mi madre, la cuál se sentaba al costado mío, siempre sonreía mientras sobaba mis dorados cabellos, ella hacía eso, por otro lado Lily se reía. Este recuerdo no es tan trágica ni nada por el estilo, solo son pequeños fragmentos de mi vida a lado de mis padres.