Química Irresistible #1

Capitulo 11

—Estoy cansada —me quejo tirándome al piso.

Todos, excepto Lily, estábamos arreglando nuestras maletas, Alice y Luke tiraban su ropa por todas partes, sus gritos rompían mis tímpanos, parecían dos niños peleando. Por otro lado, Ethan miraba como acomodada mi maleta, ya que él ya tenía lista la suya, ese idiota llevaba esas camisas que acostumbraba usar, esas camisas que hacen verlo ... si fuera hombre, ya tendría una erección.

—Acabamos —anunciaron Alice y Luke, Lily entró a mi habitación y se quedó con los ojos abiertos al ver todo el desastre, ropa y comida tirada en el suelo, maletas abiertas en la cama y varios idiotas ... comportándose como idiotas.

Suspiró.

—Qué bien que estaré tres días sin ustedes —murmuró, rodé los ojos.

—Sólo estás celosa porque no te invitaron —musité.

—Si claro.

Los chicos terminaron de acomodar sus cosas en las maletas y salimos al lugar dónde acordamos encontrarnos con Taylor. Viaje a una pequeña isla lejos de aquí, fantástico, una isla, tres chicos, dos chicas, ¿suena bien? ¡Claro que no! Taylor dijo que tenía unos cupones para una mansión, sería por tres días, piscina, comida, fiestas ... Eso y mucho más tendremos en el paraíso, eso mismo dijo Taylor. Aunque, viendo el lado bueno, no creo que sea tan malo ir a ese dichoso lugar, pero la compañía es otro tema. 

Demonios, estoy jodida.

Tres días con ese imbécil de Taylor, no planeo tener una amistad con él, pero tampoco planeo ignorarlo, Joder, estoy jodida, realmente estoy jodida.

—¡Hasta que por fin aparecen! —gritó Taylor viéndonos aparecer en su vista.

—Cierra la boca y conduce el maldito auto —ordenó Ethan entrando al coche, todos ingresamos a este mismo y Taylor condujo, Alice había comentado antes de que el viaje iba a ser un poco largo, ya que según ella esa isla no es nada más y nada menos que un bosque con tan solo una mansión en medio de todo, no veo la diferencia. Por la ventana veía el recorrido, ya nos estábamos alejando de la ciudad, ahora solo podíamos ver tierra y unas cuantos puestos de gasolinera, Luke se echó a dormir, y Alice de igual manera, aún no entiendo el origen de su odio, pero cierta vez leí una frase que decía:—"Del odio al amor solo hay un paso por dar". Puede que estos dos ya estén enamorados y aún no se confiesan, o quizá ... solo quizá puede que ya estén planeando la muerte del otro, y si se odian de verdad. Giré a mi derecha y vi a Ethan, este observaba a la nada, movía su pierna tranquilamente y en una de esas choca con la mía, un escalofrío invadió mi cuerpo el cuál me hizo sonrojar, yo misma sentí el color rojo de mis mejillas arder al notar que Ethan me estaba mirando, sonrió sin mostrar los dientes, ese acto solamente aumentó mi sonrojada cara. Estaba por hablar cuándo Taylor hace un mal movimiento con el timón del auto.

—Joder, Taylor. ¿Acaso no sabes conducir adecuadamente? —gruñó Evans.

—¡Fíjese por donde va, señora! —gritó el teñido al carro de al lado, se sentó nuevamente en su asiento y se dirigió a Ethan, observandolo desde el espejo delantero —Tranquilo, Evans. Aún tengo cosas pendientes por hacer —se mordió el labio, rodé los ojos —Por eso, aún no iremos a morir.

Taylor siguió conduciendo, mientras que yo luchaba para no quedar dormida, se suponía que tenía que ver todo el camino hasta llegar a esa isla bosque, tantos intentos sin resultado, que terminé dándome por vencida, cerré los ojos e involuntariamente dejé caer mi cabeza en el hombro de Ethan, pensé que me rechazaría y me diría que volviese a mi lugar, pero no fue así, fue todo lo contrario, él solo me acurrucó y me envolvió en sus brazos, esos brazos que ya habían tocado anteriormente mi cuerpo ... ¡Pero que estás pensando! Me he vuelto loca, aunque esa parte en los que sus brazos tocaron mi cintura envolviendome con los suyos, el cuerpo me comenzó a quemar, cada parte que el tocaba estaban quemando ... pero no pude hacer nada, solo ... solo me quedé dormida.

.

.

.

—¡Despierta, dormilona! 

—¡Despierta, Alice!

Rayos, esos gritos cortaron mi sueño, me moví del asiento con todo el cuerpo adolorido, intenté abrir mis ojos pero me cegaron con una luz que salía de la nada.

—¿Qué, estoy en el cielo? —murmuré —Espera, ¿Acaso Taylor condujo mal y tuvimos un choque ...? ¿Estoy muerta?

—¿Qué mierda está diciendo? 

Oh no, no estoy muerta, al escuchar la voz de Luke comprobé eso ... o quizá él también haya muerto.

—No has muerto, Emma. Estás bien viva y ya despierta —sonreí al escuchar esa dulce voz, el dueño de la voz, el cuál a veces se comportaba calenturiento y otras veces amable, sobaba mi cabeza delicadamente, con esa dulzura que hacían querer dormir para siempre.

—Ya levantala, Ethan.

Abrí los ojos y vi a Luke con Alice en los brazos, la castaña estaba dormida, también vi a Taylor quién sonreía seductoramente. Idiota.

—Emma —murmuró Ethan —Duermes mucho —me reprochó.

—Jodete —se rio.

El pelinegro se me acercó y me sujetó como un saco de patatas, pataliaba intentando hacer que me baje pero no lo conseguía, siempre tenían que cargarme así, si no es Taylor es este idiota, ¿Qué ocurren por sus cerebros?

—¡Bajame! ¿Acaso esto es un nuevo hobby tuyo? —protesté.

—Claro, y se llama《convierte a la rubia en un saco de patatas》

—¡Cállate y bajame ahora mismo, imbécil!

Entre gritos y más gritos Ethan me entró a la casa, entramos a esta pero yo seguía en los brazos de Ethan, este aún no me bajaba, y ese nuevo hobby sueño me estresa y me molesta.

—Me duele —digo con los ojos cerrados.

—¿Qué te duele? —pregunta Ethan.

—¡Mi cabeza, estúpida! ¡Voy a morir de todas las vueltas que está dando!

—Bien —me bajó delicadamente y muy lento, por así decirlo, muy lento que hasta quedamos el uno al otro frente a frente viéndonos unos minutos, mis ojos sin pensarlo bajaron a sus rosados labios, y este no se quedó atrás, copiando al instante mi acto.




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