Química Irresistible #1

Capítulo 12

Abro los ojos al escuchar el canto de los pájaros, froto mis ojos y quedo en cuenta que ya es de mañana, los rayos del sol entran desde la ventana, mientras una ráfaga de viento le seguía. No me acordaba de lo ocurrido a noche, pero un fuerte dolor de cabeza me va avisando que tomé mucho en esa fiesta y una resaca me espera.

Destapo mi cuerpo, ya que una sábana blanca me cubría de la cintura para abajo, dudo si bajar a la sala o quedarme en mi cama, es probable que allá abajo se encuentren los chicos, y al igual que yo estén con una resaca de los mil demonios. Todo es culpa de ese teñido de Taylor, acabábamos de llegar a este lugar y ya se las arma para ir a una fiesta.

Por otro lado, Taylor y yo pasamos página … o eso creo. Desde aquella vez que dijo todo acerca de su huida no huida, hemos estado un poco más cercanos y remordimientos, ya no hay rencor hasta ni odio de mi parte, aunque él está comportándose extraño, muy educado, muy atento y muy diferente a lo que era antes, no se que estará pasando por su cabeza, que estará planeando, que estará pensando.

Suspiré.

«¿Desde cuándo me importa los problemas de los demás?»

Jamás he estado pendiente en los problemas de los demás, eso es algo que nunca me he entrometido, no me gusta hacerlo, ya que después ellos querrán que les cuente los tuyos y tú no querrás decírselos, algo complicado de entender, pero así somos los humanos, somos criaturas extrañas que a veces no sabemos medir lo que contamos, sentimos o vivimos.

—Vaya mañana. Hoy he despertado con un dolor terrible, pero el cerebro no deja de funcionar con sus estupideces. —bostezo —.Bien, vamos con esos idiotas —me coloco unas pantuflas que estaban en el suelo esperando a que las use, abro la puerta de la habitación y bajo por las escaleras. Nunca he dicho esto en voz alta, pero cuándo estoy aburrida cuento cada paso que doy, algo loco e inmaduro a la vez. Estaba por llegar al último a escalón cuándo me detengo al ver a Alice haciendo raras señas con sus brazos y murmurando palabras imposibles de entender.

—Me preocupa mi salud mental, pero ¿Qué diablos estás haciendo? —Pregunta Luke observando a la castaña con el ceño fruncido, Alice aún sin notar mi presencia, voltea hacía el pelinegro y le sonríe.

—Invoco a Satanás. —Responde gentilmente. Nunca lo he pensado, pero creo que Alice tiene ciertos problemas mentales.

—¿Por qué necesitas ver a Emma tan temprano? —Achico mis ojos al escuchar las palabras de Luke. Ethan y Taylor, los cuáles estaban a sus espaladas comienzan a reírse mientras me señalan con el dedo índice. El de ojos verdes sin entender a dónde señalaban los chicos, se da la vuelta y se encuentra con mi mirada, cosa que nadie desearía en este momento, ya que refleja la palabra muerte.

—¿Emma? —se pudo sentir el tono tímido en su voz —.Y-yo … yo no dije nada que te ofendiera, ¿no es así?

Oh no, querido. Muy tarde para volver atrás.

—¡Te escuché, maldito Luke! —Grito acercándome velozmente hacia él, lo atrapo como un león capturando a su presa, el pelinegro de ojos verdes me mira suplicándome con la mirada que lo soltara y que deje la fiesta en paz, pero lamentablemente no sabe que con Emma Parker nadie juega.

—E-Emma. —tartamudea. Vaya, ¿tan aterradora me veo como para que alguien me tenga miedo? Claramente, no deseo verme en este momento.

—¿Últimas palabras antes de morir?

—¡Ethan sácame a esta loca de encima! —el hecho de que me haya llamado loca, sólo aumenta mi enojo.

—¿Sabes? Estoy a segundos de matarte, ¿cuántos años crees que me darán de prisión?

—No soy esa persona que da la orden y la cantidad de años, pero supongo que te darán un mínimo suficiente para no volver a verte. —dice como todo un genio explicando lo descubierto.

Joder, este chico solo hace aumentar mi enojo de haberme levantado temprano.

—Bien, dejemos todo el drama. —se me acerca Taylor por detrás y me sostiene de la cintura. Cualquiera que no nos conociera diría que aún seguimos siendo novios, y no es por el título, sino por el hecho de que este se me pega como un chicle y no me deja en paz, pareciéramos una pareja de adolescentes acaramelados disfrutando de este amor.

—No te me acerques tanto. —Me separo del teñido y me tiro al sillón más cercano en mi vista, salto a este y me acomodo tranquilamente.

—¿Eh? ¿Por qué a mi no me dejas acercarme y a otros chicos desconocidos sí? —

«Chicos desconocidos sí»

—¿De qué hablas? —pregunto confundida dándole más importancia a las palabras de Taylor.

—¿No recuerdas nada de ayer? —negué. Después de una mala bebida es normal que no recuerde nada, ahora que lo pienso mejor, estos idiotas fueron los causantes de que tomara, yo no soy mucho de beber por ende no creo que lo haya hecho por mi cuenta.

—¿Enserio? Si cuándo te estabas besando con ese sujeto, estabas en tus cinco sentidos. —volteo a ver al dueño de esa voz. Ethan sonríe de una manera diferente a lo inusual, esta vez esa sonrisa era como con … celos.

Bien, creo que ya estoy alucinando cosas extrañas.

—Mhm … ¿yo me besé con alguien?

Recuerda Emma, recuerda.

Ayer llegamos a esa fiesta y no recuerdo que más, pero después me encontraba en una habitación con … ¡Oh verdad! Estaba en ese cuarto con los fumadores de opio, luego alguien propuso jugar ese juego raro de girar una botella, recuerdo que Alice fue la primera y tuvo que besar a no se quién, después me tocó a mí, el reto que me pusieron fue … ¿besar a ese tipo? ¡Cierto! Recuerdo que besé a ese sujeto, pero este hizo … eso con su lengua y …

Eso fue asqueroso.

—Mierda. —gruño con molestia al recordar todo detalladamente. Primero fuimos a esa fiesta, luego llegamos a esa habitación y jugamos a la botella rara que gira, después Alice besó a un extraño, y por último yo besé a otro extraño, lo peor es que el hizo esas cosas con su lengua y … ¡Yo no hice nada, Joder!




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