Capitulo 15

—¿Por qué ya debemos irnos? —gruñe Alice— Lo estaba pasando de mejor.

La castaña y yo estábamos en mi habitación recogiendo nuestras cosas, guardábamos la ropa de vuelta a las maletas mientras las quejas de Alice en contra de volver a la ciudad se escuchan.

—Ya era hora de irnos. —digo tratando de mantenerla tranquila.

—Taylor tiene dinero, ¿No es así? —sonríe. Oh dios, esto no va por un buen camino— ¿Puede pagar para obtener esta casa unos días adicionales, No?

—Joder, Alice. ¿Acaso estás loca?

—¿Loca? Claro que no, linda. Solo quiero disfrutar un poco más antes de volver a Nueva York.

—¿Ya planeas irte? —indago con algo de tristeza. Extrañaré a esta castaña que siempre me sacaban carcajadas sin fin.

—Sep. —alargó la “e"—Las clases ya van a comenzar y necesito pagar la pensión más el dormitorio.

—Ya veo.

Alice seguía contándome anécdotas de ella mientras que sus recuerdos la hacían reír, sonrojar y hasta sollozar.

—¿Ya acabaron de arreglar sus cosas? —los chicos irrumpen en mi habitación.

Luke y Ethan llevaban en mano sus maletas, mientras que Taylor agarraba sus cosas … las cuáles, extrañamente se encontraban detrás de mi puerta.

Maldito imbécil, ¿Cuándo había entrado a invadir mi cuarto?

—¿Por qué tus cosas están ahí? —pregunta Luke mirando extraño al teñido.

—Ayer las guardé aquí, porque mi bebé lo suplicaba.

¿Qué demonios?

—¿Cuándo dices bebé te refieres a Emma?  —asiente.

Qué vergonzoso.

—Emma no es un bebé. —dice Ethan serio mirando la puerta— Aparte, ese apodo es un poco anticuado, ¿No crees?

Ethan fija su mirada en la mía, una sonrisa aparece en mi rostro, la cual se ensancha cada vez más.

—¿Enserio? —Ríe Taylor— ¿Entonces como crees que debería llamarla? —el teñido voltea y empieza una pelea de miradas entre él con Ethan.

Maldición.

Son unos idiotas.

¿Pelean por un insignificante apodo?

Qué a decir verdad, no tiene caso decirlo, Taylor y yo no somos pareja. No hay necesidad de ser cariñosos y eso, ¿Verdad?

—¿Dónde se fue todo tu ego, Ethan?

Diablos, esto está de lo peor.

Ethan y Taylor seguían matándose con la mirada, el pelinegro apretaba los dientes mientras que el teñido se reía como desquiciado. Alice y Luke al parecer se divertían observando el espectáculo, ambos estaban pendientes a cada acto que hacían. La pelea no pelea seguía en pie, y lo peor es que yo no reaccionaba.

Dejé de pensar en esa pelea y comencé a reírme a carcajadas.

Los chicos giraron confusos a verme mientras que yo seguía riendo.

Dos idiotas peleando por algo tan estúpido y sin sentido. Eso es algo gracioso.

—¿Qué es tan gracioso? —pregunta Ethan suspirando.

—Son unos idiotas, hombre. —resoplo y sigo riéndome  —Realmente son unos idiotas.

Salgo de la habitación, dejándolos atrás a esos chicos. Bajo las escaleras con mi maleta en mano y me posiciono en el marco de la puerta, esperando a que esos idiotas bajen.

—Emma está loca, ríe como una tonta y luego nos deja como si nada. —sonrío escuchando las quejas de Luke el cual se interrumpe al verme— Eh, ¿P-por qué los dinosaurios no pueden aplaudir? —Intenta cambiar de tema.

—Porque sus brazos son demasiados cor … —Alice comienza a hablar, pero la interrumpo antes que termine la frase.

—Porque están todos muertos. —musito seria.

—Genial. Aquí viene otra pelea entre estos dos —murmura Ethan.

—Joder …

.

.

.

—Nunca le digan loca a Emma. —avisa Luke desde el asiento de atrás.

Estábamos en el coche de Taylor, Alice iba en el asiento de copiloto, mientras que el teñido conducía. Ethan, Luke y yo estábamos en la parte trasera, el de ojos verdes no dejaba de advertir a que no se metan conmigo, ya me encargué de que esté muy seguro de eso.

El carro conducía por la carretera más cercana a la ciudad, para no llegar por la noche a casa. Miraba por la ventana los árboles y el desierto solitario que habitaban en este lugar, abrí la ventana por completo, ya que sólo la había bajado hasta la mitad. Bien hecho, al abrir la ventana una corriente de aire me invade, mis dorados cabellos se movían como gusanos, mientras que el flequillo en forma de algas marinas de Luke se mueven descontroladamente dejando ver el rostro de este chico. El de ojos verdes llevaba siempre ese flequillo que tapaba parte de su rostro, sus cabellos cubrían algo de sus ojos, los cuáles en este momento pude verlos mejor.

—Joder, hombre. Amo tus ojos. —comento embobado viéndolos directamente. Este al escuchar mi alago se sonroja y oculta su rostro. Este chico es muy tierno.