—Buenos días, chicos. —saluda Alice bostezando. Las castaña ayer hizo un completo escándalo, no quería dormir y empezó a decir cualquier tontería, luego Lily comenzó a cantarle canciones para dormir y ella tranquilamente cayó en los brazos de Morfeo. Algo tonto, lo sé
—Hola. —saludamos todos.
—¿Qué hay de desayuno? Muero de hambre. —suspiro. Me levanto del sofá en el cual me encontraba y camino hacia la cocina, ahí le entrego una caja de cereal y una caja de leche a la castaña, esta me queda mirando extraño. Pues claro, Emma Parker jamás ha compartido su desayuno con los demás simios.
Y no es porque se mala persona, sino que a ellos mi desayuno les parece algo repugnante, ¡Repugnante! ¿Cómo se atreven a llamarlo de esa manera? Esos idiotas realmente son unos locos.
—¿Hoy que hacemos? —pregunta Ethan apagando su celular para después tirarlo al otro sillón. Todos estábamos concentrados en nuestras pantallas que nos quedamos pensando acerca de lo que había preguntado el pelinegro.
—Helados. —respondo.
—Helados. —continúa Lily.
—Helados. —termina Alice.
—Genial. —Murmura el pelinegro. —Creo que ya está decidido. Supongo que a Luke también le agrada la idea de ir por un helado. Por cierto, ¿Dónde está Luke?
¿Eh?
En ese momento me doy cuenta que el de ojos verdes no se encontraba con nosotros, muy raro en él ya que siempre era el primero en levantarse temprano. Alice al igual que Lily se quedan viendo confundidas, Luke no salía de su habitación y ya iban a ser como las once de la mañana.
—¿Luke? Ese idiota seguro se quedó dormido.
—¡No! —grita mi prima negando la teoría de Lily, la castaña se cruza y salta de mueble en mueble para después pararse en frente de nosotros. —Hoy por la mañana pasé por su habitación y él no estaba. —dice mirando a la nada.
—¿Por qué querías entrar al cuarto de Luke?
—No me lo recuerden. —Responde avergonzada lo cual hace que ría.
Dejamos la vergonzosa conversación de Alice queriendo entrar al dormitorio del de ojos verdes y nos levantamos en dirección a su cuarto. Es imposible que este siga durmiendo si siempre madrugaba, y es imposible que haya salido de casa porque esta está con cerradura. ¿Qué por qué está con cerradura? Fácil, Alice era capaz de salir en el estado ebrio que estaba y hubiera hecho estupideces que después se arrepentiría.
—No está. —murmuro viendo su cama vacía.
—¿Dónde habrá ido?
—¡¿Y si alguien lo asesinó?! —Grita Ethan directamente en mi oído.
¿Alguien lo asesinó?
—Ahora que lo pienso … —empieza a hablar Lily. —Ayer por la madrugada Alice no se encontraba en su habitación.
¿Realmente piensan que hubo un asesinato?
—Tienes razón, yo no estaba en mi cuarto. Salí al jardín por más bebidas pero una figura extraña se me acercó por detrás y luego salí corriendo. —Todos abrimos involuntariamente la boca ante esa declaración. Si esa figura extraña es alguien de afuera ¿Por dónde habría entrado? Las ventanas en mi casa son seguras y las puertas estaban cerradas con todo el candado posible. Eso significa que nadie pudo haber entrado, lo que deja a entender que …
—¡¿El asesino es uno de nosotros?!
.
.
.
Llevábamos una hora caminando en círculos por toda la casa, todos nos encontrábamos lejos del otro, pensábamos la idea de quién pudo haberlo matado … Espera, ¿Qué estoy diciendo? Estar escuchando las idioteces de esos estúpidos me está dejando graves consecuencias.
—Creo que fue Emma la que asesinó a Luke. —Me acusa Lily, ¡Genial! Mi propia hermana piensa que soy una asesina. ¿Tanto así me odia? Bueno, tampoco es que sea tan cariñosa con ella para que me ame.
—¡Si! Ella siempre dijo que lo quería matar. —canturrea Ethan.
—Siempre digo eso, a ustedes también se los digo y mírense. Aún no mueren.
Qué idiotas, ¿piensan que soy una asesina? Sé que tengo un mal carácter, lo admito. Sé que parezco una ogra cuando me enojo, sé que doy miedo cuando estoy en mis días, sé que puedo hacerte llorar sin remordimiento alguno. En fin, sé que soy mala … ¡Pero jamás llegaría a asesinar a alguien, Maldición!
—Claramente fuiste tú. —afirman serios lo que provoca que mi piel se erice.
Dios.
¿Cómo…?
¿Tan rápido me atraparon?
—¡Me descubrieron! —exclamo y todos escapan un:— ¡Oh!
—¡Lo sabía! ¿Cómo pudiste llegar a tan extremo?
—Él solo era un niño de dieciocho años que aún tenía planes a futuro. —Niega cabizbajo Ethan como todo un padre lamentando la muerte de su pequeño y único hijo.
Bien, ahí estaba yo, con cara de: — ¿Qué demonios? ¿De verdad se lo creyeron? Como dije anteriormente ¡Jamás asesinaría a alguien, Joder! Acabo de hacer una broma y estos sin cerebro ya se la creyeron, ¿Es que acaso ya no se puede bromear en este casa? Pues estoy consiente que mi broma no fue en el momento adecuado. Pero tampoco exageren, ¿No?