Química Irresistible ©

Capítulo 22

 

Capítulo 22: Accidental.

 

ROSIE.

 

 

Tenerle así de cerca me confunde por completo. ¿Cómo podría darle una respuesta concisa cuando se halla así de cerca de mi pobre ser? ¿A caso no puede notar como mis piernas tiemblan?

Micah acaba de hacerme una pregunta. Él me ha preguntado qué es lo que siento por él. Se ha atrevido a dar un paso más allá del límite al hacerme esa pregunta. También me ha rechazado cuando, de manera inconsciente, me he acercado para besarlo. ¡Oh! ¿Qué demonios está mal con tu cerebro, Rosie?

¿De verdad iba a besarlo?

¿De verdad me ha rechazado?

¿De verdad planeo responderle?

No hago otra cosa más que mirarlo directo a los ojos. ¿Por qué tienes que hacer este tipo de preguntas, Lobo? Mi corazón no hace más que latir como un loco que acaba de fugarse del psiquiátrico, y solo desea que nadie pueda alcanzarlo. Micah se halla exageradamente guapo esta noche, y ni siquiera me he atrevido a hacerle un cumplido al respecto.

¿Por qué me cuesta tanto acceder a él?

Tal vez, solo tengo miedo… mucho miedo de terminar enamorada como una idiota y que Kiara termine teniendo razón sobre él. Terminar perdidamente enamorada del chico que solo romperá mi corazón.

Relamo mis labios buscando alguna expresión que no delate mis pensamientos. Él sigue mirándome con sus activos ojazos brillantes, y no me alivia en nada la manera en la que me mira.

—Rosie… —insiste con la voz suave. Pareciera convencido de que sí no le respondo, solo significará un no.

Una leve mueca surca mis labios, y me limito a tomar una profunda bocana de aire frío.

—¿Por qué me haces esta pregunta? —digo. ¡Mis respuestas me llevarán al infierno! Ya puedo imaginarlo, pero ¿qué demonios podría responder a eso?

Sí, siento muchas cosas por ti.

No siento nada por ti, pero me agrada cuando tu lengua entra en mi garganta.

Ninguna de las dos respuestas podría considerarse la adecuada para la situación. Por alguna razón, rezo en mi fuero interior para que alguien aparezca e interrumpa la tensión de la conversación. Creo que aún no me encuentro lista para dar una respuesta. Por lo menos, no la respuesta que todos quieren escuchar. No la respuesta que tú quieres escuchar, Micah.

—Solo respóndeme. ¿Sientes algo por mí? —pide. Su petición se asimila más a una súplica, y me siento como si estuviese rompiéndole el corazón al rompecorazones de la secundaria.

Si se tratase de la antigua Rosie, probablemente me sentiría como la chica más poderosa del universo, y machacaría su pobre corazón hasta dejarlo hecho un guacamole; pero esta Rosie solo siente un inexplicable dolor… como si no pudiese ser la causante de su desilusión.

Clavo mis uñas contra las palmas de mis manos a mis espaldas, y mi cuerpo se estremece por completo. Me siento como una pequeña hormiga ahora mismo.

—Micah, yo… —abro los labios para decir algo pero ni una sola palabra escapa de mis labios cuando vuelvo a cerrarlos.

¿Por qué se me hace tan complicado darle una respuesta?

Podría decir cualquier cosa, y no debería importarme el efecto que pueda tener sobre el castaño.

Micah se queda un eterno rato mirándome con sus penetrantes ojazos verdes, y… ¡Son tan bonitos! ¿Cómo no me he dado cuenta de ello, antes?

Finalmente, exhala un suspiro.

—Lo siento, yo… —se rasca el brazo, y menea la cabeza al mismo tiempo—. No quiero presionarte. No debí haber hecho esa pregunta, Rosie. Solo… olvídala.

—Trato hecho —susurro con voz de hormiga antes de reanudar nuestro camino para encontrarnos con los demás.

No mencionamos otra palabra desde el incomodo momento en el que solo deseaba con todas mis fuerzas que la tierra me tragase. Los graciosos gemelos, Harry y Barry anuncian nuestra retirada devuelta al campus. Esta vez me he subido en la parte de atrás de la camioneta de Micah acompañada de Mecha y una de las gemelas va adelante en el asiento del copiloto.

Mecha se mantiene muy habladora durante todo el camino, y aunque quisiera intervenir de vez en cuando, solo no puedo sacarme de la cabeza la pregunta que me ha hecho Micah cuando estábamos en el paseo. Un escalofrío me recorre el cuerpo entero cuando lo recuerdo. No puedo creer que me quedé paralizada. No pude responder.

¿Por qué, Rosie?

¿Qué es lo que sientes verdaderamente por Micah Janssen? ¿Tienes algún sentimiento por él?

¡Uhg! No tengo idea.

Quiero decir, sí me agrada estar con él, y mi cuerpo responde muy bien a sus estímulos, pero, ¿estar enamorada? ¿Si quiera sé cómo se siente estar enamorada? Nunca me he enamorado en mi vida. De hecho, no había dado un beso antes de él. No había compartido tanto con un chico antes de que él apareciera en mi habitación a consecuencia de un error, y… me hiciera sentir tan confundida.




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