Química perfecta

Cap. 4

POV. Rosie

Que rico es arriesgarte y que todo salga bien ☬
 


 

No poder controlar mi irá es algo malo en mi, la última vez que actúe sin pensar en medio del enojo fue cuando mi padre me uso para pagar su deuda, si no me hubieran dormido no se que hubiera hecho.
Ese maldito descontrol hizo que matara a dos hombres aunque Eros y Noah digan que fue en defensa propia sigo creyendo que soy una asesina.
La tarde paso rápido ahora mismo estoy en el comedor con Eros al frente sin decir ni una sola palabra.
- habla - Eros es el primero en romper el incómodo silencio.
- ¿Que? - el solo suspira antes de volver hablar.
- eres muy predecible, así que estoy seguro que quieres decir algo - me muerdo el labio inferior porque tiene razón.
- quiero disculparme por a ver actuado así, no fue mi intención.
- sino fue tu intención ¿porque lo hiciste? - suspiro antes de hablar.
- no soy buena controlando mi irá.
- ¿enserio? - estoy segura que lo está preguntando solo por hacerlo.
- si.
- bien, ¿cuando quieres que viajamos a Francia?
- ¿Francia?
- haya es donde será la gala.
- ¡ iré a Francia! - mi voz suena más emocionada de lo que pensé que sonara.
- si ¿Quieres hacer turismo haya? - estaba feliz, el me había jodido aveces lo odio por se un mafioso y si nunca lo hubiera conocido no hubiera matado a dos personas, otras veces me agrada por permitirme cumplir mis sueño de estudiar.
- me gustaría aprender a cocinar todo tipo de comida francesa.
- ¿te gusta la cocina? - se notaba su sorpresa.
- siempre e querido estudiar gastronomía pero quiero estudiar psicología primero.
Se quedó mirandome mientras pensaba ¿Que estará pensado?
- estudiaras psicología y gastronomía al mismo tiempo, ve buscando donde estudiaras.
-¿enserio? 
- yo no soy una persona muy bromista que digamos - fui a su asiento y lo abrazo su perfume es exquisito, lo abrace fuerte, me quiero alejar de el me quiero escapar pero el que me quiera ayudar cambia mis punto de vista.
- ¡Gracias! - digo para luego soltarlo.
- nos iremos en dos días a Francia.
- ¿puedo cocinarte?
- será otro día mariposa
- ¡por favor! - hago mi mejor cara para que me deje cocinarle, no se porque pero tengo unas ganas enormes cocinarle.
- bien.
- ¡si! - comienzo a dar saltitos mientras aplaudo, Eros me mira riéndose mientras niega - vamos de compras.
- eso no mariposita - dice negando.
- ¿porque? - digo mientras hago un puchero.
- te recuerdo que soy un mafioso.
Se me había olvidado eso, odio que lo sea, tengo el instinto de querer salir a la calle con el.
- entiendo - digo en un susurro.
- irás con las sirvientas.
- ¡bien! - digo alegre por lo menos podré cocinarle, le doy un beso en la mejilla mientras voy a la cocina a ver donde esta la señora.
- ¡Hola! - la chica con la que no e cruzado palabra aún me mira para luego ignorarme, la señora me dedica una sonrisa y se me ha cerca.
- Hola Rosie.
- quería saber si podías venir conmigo al super, ya que Eros no quiere que salga sola.
- lo siento señorita estoy un poco ocupada.
- ¿no tienes algo mejor que hacer? Mejor esfumate por que Eros es mío ¿okey?
solo hago una mueca para luego darle una sonrisa e irme a Convencer a Noah, no tengo que buscarlo mucho porque lo veo entrar a la cocina.
- Hola Rosie.
- Hola te tengo una propuesta.
- habla
- acompañame a ser unas compras y así podrás salir también.
- tu trato es estúpido al saber que puedo salir prácticamente cuando quiera pero aceptaré porque se que quieres salir de Aquí.
- ¡si!
Tomo la mano de Noah y lo llevo conmigo hacia fuera para que fuéramos hacia el super mercado.
 


 

Pov. Eros
 


Esta chica me va hacer perder la cabeza, he hecho cosas por ella qué no he hecho por nadie.
Sus ojos azules me hacen sentir que no estoy tan jodido, que no soy una jodida basura.
Siento mi teléfono sonar y al revisarlo es un número desconocido, no suelo coger llamadas desconocidas así que solo corto la llamada y me voy hacia donde Alán, el es uno de mis hombres que se encargan de atender mi negocio mientras no estoy en New York, por ser uno de los mafiosos mas grandes del mundo debo estar viajando, aunque no confío en ellos debo darles las oportunidades de ganarse mi confianza o eso ellos creen, no soy un hombre de dar confianza y eso no tiene que cambiar.

Cuando llegó donde Alán hay hombres moviendo droga y ordenando armas, algo que me gusta no me gusta pagarle a las personas por hacer nada.
- Eros - saluda Alán.
- aún no recuerdo cuando te di la confianza de decirme Eros. - le digo cortante
- lo siento señor - dice bajando la cabeza.
- novedades - quiero irme lo antes posible, cuando llegue Rosie, quiero estar ya en la mansión ¿porque demonios me tengo que preocupar tanto por ella? Es simplemente una niñata, aunque no voy a negar que es realmente hermosa, ninguna mujer dura mucho compartiendo conmigo, ni siquiera compartimos solo me la tiro y ya y ella no sera la excepción.
- señor ¿le puedo hacer una pregunta? - dice Alán sacándome de mi trance.
- ya la hiciste.
- lo siento, ¿puedo hacerle dos?
- habla.
- todos dicen que tiene una mujer y no como las otras dicen que es enserio ¿es cierto? - cuando me enteré quien diablos está regando eso se las Vera conmigo, no la quiero involucrar en esto del narcotráfico no a ella.
-si - ya para que negarlo - ¿como te enteraste?
- todos hablan de eso - me duele la jodida cabeza quiero romper todo.
- cuéntame los detalles.
- si señor - dice - hay alguien que 
Quiere acabar con su dama - eso me callo como un balde de agua fría.
- ¿como diablos de enteraron de Rosie?
- no Lose señor, pero si le puedo asegurar que va enserio.
- ¿como?
- sigame por favor.
Comenzamos a caminar por un pasillo con poca luz hasta llegar a una puerta Alán me mira antes de abrirla y hay un hombre sentado en una silla está atado con los brazos hacia atrás y esta mal golpeado.
- ¿Quien es?
- un mensajero, intentamos sacarle algo pero esta decidido a guardar silencio.
- vamos a ver cuánto le dura su lealtad.
Hay una mesa llena de cuchillos de todo los tamaños y modelos, hay también unos cuantos alicates, me pongo los guantes mientras le doy una sonrisa macabra, amo torturar a las personas.
- ¿hablaras?
- pudrete - apenas puede hablar.
- ¿Que diablos quiere tu jefe? - el solo me da una sonrisa de burla antes de hablar.
- tu chica.
- ¿para que diablos la quieren?
- no Lose solo se que estan dando una gran recompensa por ella.
- ¿cuanto?
- millones
- ¿para que la quieren?
- no lo sé
Tomo un cúter y le cortó la mejilla el solo grita.
- ¡para que la quieren!
- ¡no Lose!
le hago otra más profunda
- ¡AHH! ¡JODER NO LOSE!
- ¡HABLA!
- ¡NO LOSE SOLO LO HAGO POR EL DINERO!
Tomo el alicate colocándolo en su entrepierna.
- su halo el alicate te vas a a quedar sin tu pequeño amiguito, así que habla.
- no los... - no deje que terminara y Hale su pito estaba atrapado en el alicate, lo tiro al suelo con todo y el alicate, saco mi arma y le doy un tiro en medio de las cejas.
Salgo de hay cabreado, no tengo mucho tiempo con Rosie pero su inocencia, su sonrisa, su cara de enojo, sus ojos, me causan tranquilidad, me hacen sentir que no estoy solo.
- ¿le dijo algo? - me sigue Alán
- no y encargate de saber porque quieren a mi mujer muerta - no se porque pero me sentí bien diciendo mi mujer, ella es mía y no dejaré que nadie le toque un pelo sin mi consentimiento, se que soy un bipolar que en un momento digo que la quiero solo para un polvo y en otro digo que no quiero que nadie la toque soy un puto bipolar.
Me monto en mi camioneta y le digo al chófer que me lleve de vuelta a la mansión me duele la cabeza quiero saber que Rosie está bien, las clases de defensa personal de ella comenzarán antes de lo previsto.




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