Química perfecta

Cap. 9

La voz de Eros diciéndome que ya llegamos me saca de mi sueño.
— ya es hora de despertar bella durmiente — dice Stephen.
— ya estoy despierta Príncipe azul — le digo a Stephen.
— vamos — dice Eros extendiéndome su mano. — tienes que conocer a alguien.
— ¿Quien?
— ya verás.
Bajamos del avión y una señora de unos cuarenta años y una señor de unos cincuenta nos esperan con una sonrisa.
— bienvenidos chicos — dice la señora.
— gracias, tía — dice Eros.
Mi mente se vuelve un lío, ¿desde cuando Eros tiene familia? ¿no es que el no tenía familia? — y ella es Rosie, mi novia, la presentaré mañana en la noche como mi señora.
Una corriente eléctrica recorre mi cuerpo cuando dice lo último.
Suena tan bien cuando dice eso.
— niña me estas escuchando — dice la señora.
— lo siento — me disculpo.
— te decía que iremos a comprar tu vestido, te presentarás como la mujer de Eros, tienes que lucir hermosa. — me dice.
— ¿puedo dormir primero?
— no, Eros me dijo que dormiste en todo el vuelo.
Le doy una mirada asesina y el solo me sonríe de lado.
— vale.
La señora me sonríe insatisfecha.
— Eros te entrego a tu chica mañana en la puerta del hotel donde será la gala.
— ¿mañana? — pregunto.
— si, te vamos a ser un cambio, a Eros se le va a caer la baba cuando te vea.
Yo solo sonrío por sus palabras.
— bien, te la entrego cuando lleguemos a su casa — dice Eros.
— bueno vamos — la señora y el señor que supongo que es su esposo se van en una camioneta blanca mientras Eros y yo subimos a una negra.
— Rosie — me llama Eros cuando voy a entrar.
— ¿unm? — le digo mientras me giro hacia el.
— no quiero que te vallas a ilusionar con lo de ser mi mujer, no te lo voy a negar, te quiero pero... Como una hermana. — dice Eros con la cara más sincera que el podría haber puesto.
Siento como si sus palabras me dolieran pero no tienen porque hacerlo ¿cierto?
No se que decir, estoy completamente muda ante sus palabras.
— vale — logró decir después de unos largos segundos. — me... Alegra saberlo — le digo fingiendo mi mejor sonrisa.
El me la devuelve y sube a la camioneta, después de unos segundos reacciono y subo a la camioneta.
La música de Alan Walker y quien sea la mujer que canta "Faded" se escucha en la radio.
Comienzo a cantar la letra de la canción.
Dejo de cantar cuando escucho a eros hablar por teléfono.
—si... La heroína tiene que estar en el almacén está noche... Espero y no fallen... Por su propio bien eso espero — Eros cuelga la llamada y comienza a mirar por la ventana.
— ¿Que clase de drogas vende Eros, Stephen? — le pregunto.
— cocaína, anfetamina, hachís, marihuana, heroína, crack, morfina, éxtasis, coca y dictalamida del ácido lisérgico, etc... — dice Stephen mientras lo enumera con los dedos.
— eso es mucho — le digo.
— tu abuelo vende más.
Recuerdo que me propuse encontrar a mi hermano ¿Como? No tengo una puta idea de como pero lo haré.
—¿Stephen sería muy loco querer conocer a mi hermano?
— ¿ah Roger? — me pregunta — es tu hermano obviamente no sería loco, el problema es que Roger es un maniático.
—  ¿asi se llama? explícate
— si, a el no le importa explotar una ciudad entera con tal de divertirse. Según se tu abuelo quiere que seas tú quien se haga cargo de su mafia.
— ¿yo?
— si, si te lo propones serías una buena mafiosa, además de que no hay muchas que digamos.
— llegamos — dice el chófer.

Antes de poder bajarme la tía de Eros  me tocó de la mano y me subió a otra camioneta.
— ¿Donde vamos? — le pregunta.
— ¿ya se te olvidó? Que niña, tenemos que comprarte un vestido hermoso — dice.
Nos montamos en la camioneta y su sonrisa a borra.
— Eros me dijo todo lo que pasaba — me dice.
— ¿De que habla? — le pregunto haciéndome la desentendida.
— no te hagas, Eros me dijo porque te presentará como su mujer.
Bajo la cabeza avergonzada.
— y ahora que te veo me pareces muy hermosa, además se ve que eres buena persona — vuelve hablar, está ver con una sonrisa — vamos a darle una lección a Eros por no fijarse en ti como debe ser.
— el ya me dijo que sólo me quiere como su hermana — le sigo cabizbaja.
— pues eso va a cambiar mañana.
Iremos a comprar un vestido de un color oscuro, se va arrepentir de no fijarse en ti.
— ay señora.
— Juliana — me corrije.
— chófer — lo llama — quiero que me lleve a la mejor tienda de modas.
El asiente.
— ¿Cual es tu color favorito? — me pregunta.
— color...
— no está bien no importa — me interrumpe.
Se queda viéndome curiosa por unos segundos haciendo que me ponga nerviosa.
— si, te quedará perfecto un azúl, resaltara tus ojos — me dice aún mirándome curiosa.
— llegamos señora — anuncia el chófer.
— gracias — le dice antes de bajar.
Entramos a una tienda llena de vestidos lujosos y tremendamente hermosos ¿En realidad voy usar uno de esos?
Nos adentramos a la tienda y comenzamos a ver cada uno de los vestidos, cada vez que le enseñaba uno Juliana me decís que no, que hay más hermosos.

Una hora después ya habíamos encontrado el vestido perfecto para la fiesta.
Eligió un vestido color plateado de tono Rosa unos tacones negros y un pequeño bolso de mano de mismo color del vestido.
Para el maquillaje eligió colores como; blanco, Rosa palo y plateado.

Cuando pensé que ya era todo dijo que teníamos que ir por el vestido de la gala, según ella me dijo las galas son algo tradicional en los narcotraficantes cada vez que se hace esa clase de reunión anual, no podía negarme así que solo asentí a sus peticiones y nos fuimos a otra tienda.

En esa tienda los vestidos no eran como la ropa que había en la anterior, los vestidos eran asombrosamente hermosos.

— yo me encargaré de comprar tu maquillaje, tu ve eligiendo el vestido, recuerda que tiene que ser azúl y muy hermoso — me dice Juliana antes de desaparecer por un pasillo.




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