Cap. 10

Hello.
Quería dejar este mensajito aquí para decirles que si les gustan las frases y los poemas en mi perfil ahí un libro donde las público, tanto como propias como recolectadas de Internet.

Disfruten!!!

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Pov Rosie

La mañana paso normal; Juliana trayendo a medio mundo a la casa/mansión para arreglarme para la presentación.
Eros fue votado de la casa está mañana por Juliana ya que ella no quiere que me vea antes del evento.
La maquilladora que tengo en frente que por cierto no me suelta la cara maquillándome.
Juliana observa con determinación como me maquillan.
— listo señora — dice la maquilladora.
Me veo en el espejo y ni yo misma me reconozco.
El maquillaje color blanco brilloso y el plateado hacen que nos ojos azules resalten y me vea más segura de mi misma.
Cuando me miro en el espejo de cuerpo entero ahí es que quedó sorprendida, parezco una muñeca, el vestido color plateado con tono rosa me queda de maravilla, los tacones negros me hacen ver más alta, mi bolso combina con el vestido ya que son del mismo color, se me pueden notar unas curvas que jamás conocí, al verse mi pierna derecha luzco sexy, mi escote hace el mismo trabajo que la de mi pierna derecha, realmente estoy irreconocible.

— Eros morirá al verte — me dice Juliana.
— ¿se puede? — Noah se asoma por la puerta y se queda mirándome — estás... Hermosa.
— gracias — le digo sonrojada.
— ya tenemos que irnos — dice Juliana.

Salimos de la casa rumbo a la presentación, mentiría si digo que no estoy nerviosa, no se que puede pasar y eso me aterra.
Me monto en la camioneta con ayuda de Noah ya que mis tacones, comenzamos el viaje hacia la mansión donde será la presentación y más cerca estamos más son mis nervios.

***

Mis ojos buscan a Eros entré las personas que de encuentran aquí. Lo veo, está hablando con Stephen, de los dos el primero en verme es el, su ceño se Frunze y me sonríe, sonrisa que devuelvo con gusto lo veo como codea a Eros y señala hacia mi, sus ojos encuentran los mios, me recorren todo el cuerpo haciéndome sonrojar. Camina hacia acá con Stephen detrás, un nudo se instala en mi garganta impidiendo que pueda decir alguna palabra.
— estás... — intenta hablar — wow.
— tu también te ves bien — le digo sonrojada.
— vas a tener muchas miradas está noche.
— eso me pone nerviosa — digo en un susurro.
— ¿Por que? Si estás preciosa.

Me pongo más roja 
— ¿Podemos entrar? — dice Stephen un poco enojado.
— que mal genio — le digo con una sonrisa.

Entremos al lugar y las miradas de casi todos estaban en mi, los susurros y comentarios.
— están hablando de nosotros — le susurro a Eros.
— jamás e venido con una mujer, deben estar preguntando que tienes de especial. — me dice.
— realmente, nada — le susurro.
— ¿porque lo dices? — pregunta frunciendo el ceño.
— porque lo es.
El no dice nada más al respecto, nos sentamos en una mesa donde nos esperan; Stephen, Noah y Juliana.
Juliana y Noah nos miran cómplices y Stephen tiene cara de amargado.
— ¿todo bien? — le pregunta Eros.
— ¿por que no lo estaría? — le responde con una pregunta.
Su voz se nota que no la está pasando para nada.
— ¿seguro? — le pregunto frunciendo el ceño.
— vuelvo y pregunto ¿por que no lo estaría?
— estas...
— compromiso — dice para luego irse a no se donde.
— creo que alguien no tiene un buen día — dice Juliana.
— iré hablar con el — las manos de Eros me impiden avanzar. Cuando lo miro niega con la cabeza.
— déjalo — dice para luego soltarme.

****

Narrado en tercera persona.

Los nervios de Rosie cada vez crecían más, en sus ojos azules se podría notar a kilómetros cuan grande es su nerviosismo.
Eros decía el discurso que tenía preparado, el sabía que no sentía ni la mitad de lo que decía, pero algo que no era mentira es que su belleza es única en este mundo, que sus hermosos ojos azules lo cautivaron desde el momento que la vio. 
El rostro de Rosie cada vez se ponía más rojo algo que el disfrutaba al cien.
Por otro lado estába Noah y Juliana, estaban disfrutando el discurso, los dos tenían la esperanza de que Eros llegará a sentir algo por Rosie, Noah se consideraba el mejor amigo de Rosie algo que realmente era cierto, los dos se tenían un cariño mutuo, cuando comenzó todo eso la única persona que se preocupó por ella fue el, algo que ella agradece infinitamente.
Por otro lado estába Stephen sus ojos veían a Rosie como si fuera un acosador, había quedado hechizado con tal belleza, el ya había comenzado a preocuparse por la razón de mirarla así, también de aver reaccionado de mala manera cuando Eros le decía a ella lo hermosa que se ve.
El sabía que nunca tendrá oportunidad con ella, ni siquiera podía confirmar que lo que sentía no era más que extrañaba venir a estos eventos con Elisa, el la odiaba, y el comenzaba que a creer seriamente que su corazón estaba siendo robado por una hermosa pelinegra con ojos azules.
Sus ojos ven como Rosie sube a la plataforma con una sonrisa, el sabía que con esto ella le comenzaría a pertenecer solo a Eros, algo que hacía que se sintiera peor.
¿Cuando había comenzado a sentir esto? Se cuestionaba el mientras veía como todos aplaudían, lo peor fue ver como Eros la beso delante de todos para luego susurrarle algo al oído.

Rosie por alguna razón se sentía más que feliz con esto, sabía que esto solo era para protegerla no podía evitar sonreír como loca enamorada.
— estuvieron fantástico — dice Juliana sonriendo.
Ella quería que Eros llegara a sentir algo más que cariño por Rosie, algo que no conseguiría muy fácil, más si Eros se repite todos los días que ella se irá tarde o temprano.
— Gracias, Juliana — dice Rosie con una sonrisa.
— Señora — dice Noah con tono de burla. 
— ¿es enserio, Noah? — le pregunta en el mismo tono.
— oigan ¿y Stephen? — pregunta Eros buscándolo con la mirada.
Todos se preguntan que a pasado con el ¿porque a estado tan distante?
— ¿Que crees que el pase? — le pregunta Rosie.
— no Lose, ha estado muy extraño — le contesta.
— espero que todo este bien. — dice en un susurro.
Ella considera a Stephen como su amigo. El problema es que el no la considera solo su amiga.
— lo estará — la calma Eros dándole un beso en la frente.
—  se ven tan bien juntos — comenta Juliana.
— si, demasiado — la apoya Noah.
— Rosie, tenemos que cambiar te de maquillaje y vestuario — le avisa Juliana.
— ¿Ahora? — se queja.
— si, vamos — le contesta.
Juliana siempre a sido de la clase de mujer que le gusta lucir y ver  a los demás a la moda.