CAPÍTULO 8

Ya se me estaba haciendo costumbre el no descansar bien puesto a que pensar tanto en él me causaba insomnio. Por primera vez no sentí esa sensación perpetua por las noches de no querer vivir. Esa noche le pedí algo a los dioses: el que no se fuera de mi vida, al menos no pronto. Estaba sumergida en mis pensamientos y de pronto la pantalla del móvil que me dio Mariana se iluminó, ¡Era un mensaje de ella! Solo alcancé a leer el hola... de pronto el pequeño aparato se apagó.

Si ya no podía dormir por el chico misterioso rondando en mi mente, ahora menos ya que la intriga me mataba. Hace mucho quería saber de mi querida amiga y cuando me llegaron noticias de ella, el celular se muere.

Al cabo de unas horas me desperté y salí de volada.

- ¿A dónde vas hija tan apurada?

- A dar una vuelta ma, ya vengo.

- Pero come algo antes pequeña- dijo con voz preocupada.

- Cuando vuelva mi shasha hermosa, no tardo- grité mientras me alejaba.

Le pedí de favor a una señora que vendía verduras y especias que cargara mi teléfono en su local a cambio de unas rupias.

Prendí el celular apresurada, moría por saber qué decía mi amiga. Procedí a leer.

Hola Alisha, ¡qué más pues! Si que ha pasado un tiempo hasta que pueda escribirte de nuevo. Desde que llegué a mi país estuve ocupada trabajando para la empresa de mi padre, me dijo que ya es tiempo de llevar las riendas. Por lo tanto, estaré unos meses aquí antes de que pueda volver al que siento que es mi segundo hogar, mi maravillosa India.

Bueno parce espero que esté bien, además de escribirle para contarle como estoy, también quería advertir de esa amiga suya. Tengo que confesar que la noche antes de mi partida fui a encararla porque no soy de esas tontas que se dejan. Al hacerle frente me di por enterada de que ella siempre le tuvo envidia por su belleza. Me dijo que la cólera que le embargaba era más fuerte que el amor por usted. Obviamente le dije que ella era una bagre por lo fea persona que es, una amiga jamás hace eso y más habiendo crecido juntas. Me advirtió que no le cuente nada y que era mejor irme porque sino me podía ir muy mal.

Le digo todo esto porque realmente la quiero y me importa, esperé todo este tiempo para que no tenga ese arrebato de ir y reclamarle todo a la gonorrea esa, si hubiera sido así quizá y le pasaba algo. Ahora que ya sabe toda la verdad respecto a esa muchacha, espero sepa alejarse. Querida Alisha a veces las verdades duelen mucho pero ningún dolor es eterno ¿Sabe? Espero pronto poder verla a usted y a su madre, las extraño.

Mariana.

Realmente me dejó anonada aquel mensaje. No podía concebir la idea que Indira siempre me haya tenido envidia, era algo tonto. Ella era la que seguía estudiando y de alguna manera podría salir adelante, pero ¿yo? Yo no era más que una desdichada con mala suerte en todo lo que a mí respecta.

Como bien dijo Mariana esa verdad me dolió. Me fui a mi rincón en el río Ganges y eché a llorar, me dolía hasta las entrañas el perder así a mi mejor amiga, sabía que debía dejarla ir. Suficiente era con el odio que me tenía mi propio padre, no tenía porque aguantar ni soportar una falsa amistad. Lo poco y bueno que tenía en mi vida tenía que ser real y leal. Si tener que cortar con la amistad de Indira suponía estar más sola que antes, pues estaba decidida a correr el riesgo.

Al cabo de unas horas de meditar y pensar en lo acontecido, me limpié las lágrimas y subí los escalones. Tenía que ir a casa, mamá debía estar preocupada porque había salido sin comer.

- Mi shasha- corrí a abrazarla.

- Que pasa hija ¿porque siento tu tristeza? - me abrazó fuerte

- La vida apesta mamá- empecé a llorar.

- Por qué no me cuentas qué te tiene así.

Nos sentamos en el tapete, acto seguido puse mi cabeza en su regazo y me acosté. Después de contarle todo y ella me escuche con admiración y atención, procedió a darme un gran consejo.

- Alisha a veces el oro no tiene valor alguno y es mejor no tenerlo si va a ser falso.

- ¿Qué quieres decir mamá? - dije mientras me limpiaba los ojos.

- Que, para ti Indira era como tu hermana y muchas veces eso, tener un lazo tan fuerte con alguien que no es de tu sangre es valioso como el oro. Pero...- suspiró intensamente y prosiguió- si esa amistad va a ser falsa; con falta de lealtad, de sinceridad y amor real entonces ya no tiene valor alguno y es como una simple roca que ni siquiera es fuerte, al contrario, se deshace fácilmente como lo que sucedió entre ella y tú.

- Tienes razón mamita, la amistad de Indira no vale ni media rupia- fruncí el ceño.

- Sabes que siempre me tendrás mi pequeña y que mi amor por ti es tan fuerte que nada podrá dañarlo. - me llenó de besos la cabeza.

- Cuando la vea, le daré una paliza por ser tan mala y falsa- pensé en voz alta.

- Shasha jamás encuentres justicia en la venganza porque al final solo tú saldrás herida. El tiempo le dará de su propia medicina a esa niña.

- Oke mamá. Gracias por escucharme, te amo.

Ese día me quedé en casa y ya no salí por lo triste que estaba. Me preguntaba porque mi papá no volvía a casa por tanto tiempo. Era raro, usualmente se desaparecía, pero no por demasiados días. ¿Le habría pasado algo?

Esa noche por fin logré dormir ya que mamá me abrazaba y dormí como una bebé a su lado.

Me levanté muy temprano, ayudé a mamá con los qué haceres de la casa. Me aseé y salí a buscar algo de trabajo. Mientras caminaba, en mi mente se reflejaba la imagen del chico misterioso, ¿qué estaría haciendo? Hace un día que no lo veía.

Por suerte encontré algo de trabajo. Unos turistas me pagaron por hacerles un recorrido y llevarlos a los lugares más conocidos de Varanasi. Ellos eran muy relajados y vestían con prendas sueltas. Vivían la vida de una manera tan pacífica y todo el tiempo sonreían.

Casi por la tarde era imposible no llevarlos al blue lassi para que dejaran sus fotos, cuando estaba afuera del pequeño puesto, me percaté de la presencia de Zachary, pues acababa de llegar. Realmente me sorprendí al verlo de pronto. Quise saludarlo; él volteó a verme y me dedicó una mirada fría y seria. Le sonreí, pero, así como llegó se dio media vuelta y se fue.