QuizÁ En Otra Vida

CAPÍTULO 11

Cuando llegué a casa mamá estaba tirada en el suelo dormida de tanto sollozar. Le limpié el rostro y la levanté con un tierno beso. 
-Mi shasha perdón por no poder protegerte y dejar que ese hombre abuse de ti, realmente ya no sé qué hacer para cambiar nuestras vidas- me limpié una lágrima.
- No tienes que pedir perdón mi niña, la culpa es mía por traerte a un mundo injusto para ti, tú mereces todo lo bonito y toda la bendición de Brahma porque tu corazón es puro y noble- echó a llorar desconsoladamente.
- Tranquila mamita ya no llores, ven que te ayudaré a bañarte para que estés limpia y te calmes.
La ayudé a bañarse. Mientras le pasaba el paño con agua en su cuerpo pude ver las marcas de golpe que ese desgraciado le había dejado, tal vez debería tomar en cuenta lo que me dijo Zac con respecto a mi padre,pero ahora no sabría si quisiese verme después de haberlo dejado allí sin opción a hablar.
Preparé algo de comer a mi madre y después nos acostamos temprano, gracias al cielo que ese señor no regresó como de costumbre. Mientras trataba de conciliar el sueño escuché unos pasos fuera de casa, me apresuré a ver de qué se trataba, con tanto que pasó ya estaba atemorizada. De pronto, observé una carta bajo la puerta, la cogí con temor y me dispuse a leerla con la luz de una vela.

Querida niña
Es cierto, no tengo derecho a aparecer en tu vida de la nada y luego marcharme cuando ambos ya nos acostumbramos a nuestras presencias, al menos yo me acostumbré a la tuya. Es inevitable para mí cuidarte y protegerte, simplemente siento que debo hacerlo. No me creerías si dijera que nunca antes sucedió con alguna otra persona,contigo no sé qué realmente me sucedió, supongo que no quiero reconocer lo evidente. Alisha estoy jodidamente enamorado de ti y me cuesta admitirlo, mis razones tengo y son de vital importancia si algún día te contara quizá creerías que caí en la locura. 
Por ello decido marcharme para siempre de tu vida, con el corazón que me estruja como cuál caminante sin alma. 
Quizá ya no vuelvas a saber de mí ni yo de ti, pero ten en cuenta que siempre vas a estar en mis pensamientos y cuando caiga la noche mandaré un beso al viento con la esperanza que llegue en un roce de éste a tus labios. 
Cuídate mucho niña, la vida es dura sí pero tú eres fuerte y estoy seguro que sabrás salir adelante. 
Cuando termines de leer esta carta probablemente esté lejos de aquí. 
                            Siempre tuyo Zachary.

Un baldazo de agua fría, eso sentí en aquel instante. No sabía cómo procesar toda esa información, ¡él me amaba! ¡Me amaba! Estaba enamorado de una chica que no tenía nada de especial. ¿Cómo podía irse sin decírmelo a la cara? Y ¿Yo lo amaba? Estaba muy confundida, muchas cosas rondaban en mi cabeza.
Abrí despacio la puerta y eché a correr como loca, sin parar hasta la casa dónde vivía. 
Corrí y corrí, con suerte no me pasó nada por las altas horas de la madrugada. Solo habían perros callejeros que ladraban y uno que otro vagabundo durmiendo en las calles. Al llegar al lugar me dispuse a tocar la puerta, nadie abría. Miré por las ventanas y al parecer no había nadie. Volví a las calles ¿Para dónde habría ido? Seguramente al aeropuerto, lo peor era que no tenía ni una rupia en los bolsillos para llegar allí a tiempo. 
No iba a perder la última oportunidad de verlo y saber si sentía lo mismo que él. Por ello, corrí lo más rápido que pude hasta el lugar. Cuando llegué no sabía por dónde buscarlo, nunca había entrado al aeropuerto internacional Lal Bahadur Shastri. Busqué entre diferentes rostros pero ninguno era el suyo, ya casi amanecía, estaba sumamente agotada y casi sin fuerzas así que terminé por rendirme e irme a casa con la incógnita de saber qué hubiera pasado si hubiéramos tenido esa conversación. Las lágrimas rodaban por mi mejilla, mi corazón entristecía de una manera como si me faltara algo, sentía un vacío en el pecho y un nudo en el estómago. 
Estaba caminando con la cabeza abajo cuando me choque con alguien.
- Disculpe- dije mientras me limpiaba las lágrimas.
- Discúlpame tú a mí- respondió.
No podía creerlo, esa voz era la de él. Alcé la mirada y sí ahí estaba frente a mí con un par de maletas a lado.
- Yo... Yo pensé que no te encontraría- apreté los labios y respiré hondo para no llorar.
- De hecho mi vuelo se retrasó y debo embarcar en 20 minutos- me miró con dolor en los ojos.
- Pero yo te busqué por todo este lugar y no estabas- exclamé desentendida.
- Estuve en el río Ganges impregnando en mí los últimos recuerdos de uno de los mejores lugares de mi vida.
- ¿Uno de los mejores lugares?- pensé en voz alta.
- Sí porque allí estuve contigo muchas veces y fue allí que me di cuenta qué...- titubeó y se rascó la cabeza.
- ¿Que te enamoraste de mí? Pregunté con nostalgia.
- Sí Alisha, eso pasó. 
- ¿Cómo te atreves a decirme que te enamoraste de mí y luego marcharte como si nada? A caso ¿es frecuente enamorarte para ti de cualquier persona e irte cuando te das cuenta?- dije con rabia.
Alcé las manos al cielo en signo de impotencia cuando de pronto...
Me dio un beso ¡mi primer beso! Abrí los ojos muy grande, estaba muy sorprendida y sólo atiné a mirarlo, se veía muy bien y lindo con los ojos cerrados mientras me besaba. 
- Discúlpame yo...- se alejó de mí- yo me dejé llevar.
Estaba tan cerca a sus labios que podía sentir su respiración agitada y aliento caliente.
Sentí muchas cosquillas en el estómago y en mi pecho, mi corazón latía a mil por hora, mis manos sudaban y pies temblaban. Lo devolví el beso, me aferré a él como amante experta, mis manos agarraban su rostro, y mis labios bailaban con los suyos en un efímero vals. Lo abracé muy fuerte como si el mundo acabara mañana.
- No te vayas por favor- dije llorando mientras lo abrazaba.
- Pero Alisha yo no puedo quedarme porque mi vida corre peligro si estoy a tu lado ahora que sé que te amo- me miró fijamente como si algo quisiera decirme pero no podía.
- Pero amar significa correr riesgos supongo, y yo estoy dispuesta a correrlos por ti Zac.
- No me pidas eso por favor, es que tú no entiendes lo importante que es para mí no enamorarme, es como acabar con mi vida ahhh- pegó un grito al cielo.
- Entonces no sabes lo que es el amor- me separé de él- Adiós Zac- me di media vuelta y me fui.
- Alisha espera- gritó- Estoy jodida y perdidamente enamorado de ti, tú eres más importante para mí que mi propia vida, Te amo Alisha, te amo mi niña, te amo cómo nunca amé antes ni amaré jamás- dijo mientras apretaba la voz para no llorar.
- Yo también te amo Zac mi primer y único amor- corrí hacia él y lo besé con ternura y pasión a la vez.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.