CAPÍTULO 14

Después de aquel incidente no salí de casa cerca de tres días. No tenía ánimos de verlo, tampoco le escribí,ni él a mí. No voy a negar que me sentí triste, demasiado diría yo porque todo eso me llevó a pensar que él no sentía realmente amor, quizá algo parecido pero amor definitivamente no.
Obviamente mamá me preguntó por qué no iba a verlo y no salía a ningún lado, le tuve que decir que él estaba muy ocupado por eso no nos veíamos.
Tenía unas ganas enormes de contarle a mamá lo sucedido y que me diga palabras que reconforten mi corazón, consejos pero a la vez, sabía que se iba a decepcionar de mí por caer de ingenua con un extraño que me endulzó en poco tiempo.
Sobre el viejo Satish nada nuevo pasaba, hacía días que no volvía a casa a causa del alcohol, hasta qué...

- Alisha mi niña, necesito que lleves esta ropa a lavar al río por favor-dijo mientras me entregaba la batea.
- Pero, mamá realmente no tengo ganas de salir, ¿puede ser otro día?- dije sosteniendo la batea con pesadez.
- No hija ve ahora por favor- me abrió la puerta.

Fui sin refutar más. En el camino me encontré con mi padre para mala suerte mía.

- A dónde vas, ve a casa a prepararme algo de comer que no como en días- se limpió el exceso de saliva salida de su boca al hablar.
- Señor mamá me mandó a lavar esta ropa- agaché la cabeza.
- Pues aquí se hace lo que yo digo- dio un manotazo a la batea, haciendo caer todo al piso.
- Namasté, señor. Me imagino que ella ha de ser su hija, le voy a pagar muy bien si deja que me guíe por estos lugares por favor- extendió la mano con una buena suma de dinero.

¡Era él! No podía creer que este frente a mí y mi padre, realmente estaba muy asustada y nerviosa. También me encontraba sorprendida porque no sabía que podía hablar hindi, ni que me lo haya mencionado antes.

- Quién eres tú y por qué quieres que ella te sirva de guía si no sirve para nada- le dio un sorbo a su trago.
- Solo soy un turista que desea recorrer la ciudad, me dijeron que una persona local sería mejor guía- le puso el dinero en la mano.
- Bueno bueno, vete con este hombre y ensañale todo lo mejor de nuestra tierra Alisha, yo iré a relajarme un poco- se fué camino contrario a casa por otro trago.

Aún no podía creer cómo se atrevía a hacer algo así, tenía muchas dudas sobre su comportamiento.

- ¿Cómo te atreves a aparecerte así y darle dinero?- le lancé una mirada de furia.
- Iba camino a tu casa y pude ver cómo te molestaba y botó tu batea, por ello quise inventar esa situación para salvarte- me acarició la cara.
- No tienes ningún derecho a hacerlo, tampoco la obligación- alejé mi rostro de sus dedos.
- Perdona yo solo quiero qué estés bien- miró al horizonte.
- Jajaja tan bien que juegas conmigo verdad, tan bien que no te acordaste de mí por tres días y ¿ahora vienes como si nada?- sentí la rabia en la garganta.
- ¿Jugar contigo? Pero qué estás hablando Alisha. Es cierto, no me contacté contigo por unos días pero no es porque yo así lo quiera, simplemente hay algunas cosas que no puedo decirte por tu seguridad- me miró como si quisiera decirme algo pero no puediese.
- ¿Mi seguridad?, mi seguridad es no saber de la mujer que te escribió. ¿Crees que me hará daño saber que tienes a alguien más? Te recuerdo que yo he pasado por peores situaciones mil y una vez antes de conocerte y una traición tuya no me va a dañar te lo aseguro. Tampoco dejaré que me tomes por tonta solo porque en mí veas a una pequeña chica indefensa, inocente e india- empecé a caminar lejos de él.
- Alisha no tengo a alguien más, si te refieres al mensaje que me llegó cuando estaba duchandome, ella es solo una amiga es más para mí es como una hermana y la única familia que tengo en el mundo- avanzó hacia mí.
- Entonces por qué cambiaste de actitud de pronto y después de hablar con esa mujer, ¿pretendes que te crea? Lo siento pero no puedo seguir con esto si siempre será así- lo miré fijamente.
- Quisiera decirte todo creeme por favor pero por el momento no puedo, simplemente hay cosas que no entenderías, si te digo te alejarías y también correrías peligro es por ello que no puedo hacerte saber pero lo único que si puedo decirte es que te amo Alisha, te amo aunque no deba hacerlo, te amo como no amé a nadie en tanto tiempo- se le cayó una lágrima pero se la limpió sutilmente para que no lo viera.
- Bueno confiaré en ti esta vez, espero algún día puedas decirme esas razones porque no entiendo que puede haber que sea más fuerte que el amor.
- Cuando ese día llegue espero no me dejes, ese día sabré si me amas tanto como yo a ti- encendió un cigarrillo.
- Oye. Por cierto, ¡no me dijiste que hablabas hindi!- lo empujé levemente con mi cuerpo.
- Nunca me preguntaste- alzó los hombros.
- ¿Cómo aprendiste mi idioma?- pregunté curiosa.
- Con el paso de los años en mis tiempos libres empecé a estudiar varios idiomas de los países a los que pretendía ir- se rascó la cabeza.
- Así que varios idiomas eh. ¿Cuáles?- no pude evitar preguntar.
- Hablo mi idioma nativo que es el alemán, también sé hebreo, inglés, francés, español, ruso, portugués, coreano, chino, italiano e hindi- le dio una jalada al cigarrillo y luego lo apagó con la suela de su zapato.
- ¡Tantos idiomas!- me quedé anonadada.
- Sí, tuve mucho tiempo para aprenderlos- sonrió.
- ¿Mucho tiempo? Pero si eres muy joven, en realidad me sorprendes. Has de ser muy inteligente- le devolví la sonrisa.
- Lo soy por eso te elegí- se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.
- Bueno tengo que llevar a lavar esta ropa al río, ¿Quieres ir conmigo?
- Por supuesto, deja que yo lleve tu batea- me quitó de las manos.
- Oke, chalo.

Caminamos hasta el río, esa tarde lavé rápido la ropa mientras él observaba toda la inmensidad del lugar y se sumergía en sus pensamientos. Luego jugamos con sus aguas hasta empaparnos por completo. Sinceramente era grato ver qué disfrutaba de mi tierra y nuestras costumbres. Él a diferencia de otros turistas, no se quedaba viendo con pena o asco todo a su alrededor, él disfrutaba y apreciaba cada momento de su vida y dónde estaba.