QuizÁ En Otra Vida

CAPÍTULO 25

Dicen por ahí que el amor todo lo soporta y lo puede. Yo tenía que aceptar que mi novio no era un humano, bueno alguna vez lo fue y aunque suene loco todo en esta vida es posible. Lo que más me asustaba era la manera en la que tenía que obtener las energías de las personas malas, las cuales las convertía en energías buenas y así podía vivir eternamente. Al hacer esto, se exponía demasiado porque tenía que acabar con gente sin escrúpulos y eso lo ponía en peligro constante.

Al día siguiente recogí a mamá del hospital. Una vez en casa ella se asombró y conmovió mucho al llegar al lugar.
-Hace muchos años que no vivo en un lugar agradable-pensó en voz alta mientras se limpiaba las lágrimas.
-¿¡Qué!? ¿Alguna vez viviste en una casa como ésta mamá?- la miré fijamente-pensé que siempre fuiste o digo fuimos pobres.
-Olvida lo que dije Alisha, llévame a descansar por favor- me cogió la mano para llevarla a su habitación.

Lo que dijo mamá sin duda me dejó pensando pero no quería indagar más porque estaba preocupada por Zac y el que quisiera acabar con las personas que asesinaron a Indira.
Que se encontrara solo por ahí me angustiaba, sabía que él podía defenderse y que tenía una fuerza sobrenatural debido a su condición pero aún así el amor que sentía por él era tan fuerte que no quería que algo le pase.

-Mi shasha descansa por favor, si tienes hambre en la cocina dejé preparada comida, come lo que desees mamita. Yo tengo que salir a ver a Zac- le acomodé la almohada.
-Hija no me has dicho más de ese muchacho, dile que venga por favor porque quisiera hablar con él- me miró seriamente.
-Oke mami, lo traeré a casa para que estés más tranquila-le di un beso en la frente y me fui en busca de mi amor.

Me dirigí a la casa de Zac, mientras caminaba me percaté que en una de las casas había mucho ruido y personas en la puerta. Escuché gritos y un llanto desgarrador, me acerqué a ver que sucedía y lo que estaba frente a mis ojos se repetía de nuevo. Un niño de seis años aproximadamente había sido asesinado para hacer lo mismo que con Indira, llevarse sus órganos. La madre sostenía a su pequeño hijo en brazos mientras lo abrazaba muy fuerte y se ahogaba del dolor, la gente estaba conmocionada y asustada a tal punto que todos los vecinos iban a la casa formando un caos por el miedo y conmoción del hecho. Era el segundo caso en nuestra ciudad, eso nos daba a pensar y sentir de que cualquiera podía ser el siguiente.
Caminé hacia atrás sin dejar de ver la escena, me di media vuelta y empecé a correr a la casa de Zachary. Al llegar la puerta estaba abierta, me detuve en seco al ver que lo acompañaba Ivy.
-Alisha-dijo alarmado-no pensé que vendrías.
-No pensaste o eso era lo que querías-me di media vuelta en dirección a la calle.
-No, no Alisha no te vayas por favor, quién debe irse soy yo- Se acercó a mí y agarró la mano.
-No entiendo ahora ¿vas a tener otra actitud conmigo? Jaaa- me reí desafiante.
- Zac ya me comentó que sabes todo entonces no me queda más que hacerme a un lado Alisha. A pesar de amarlo, yo quiero lo mejor para él y si él es feliz a tu lado yo no seré quien lo detenga- miró al suelo.
- No sé qué decirte, gracias supongo - me rasqué la cabeza.
-Bueno los dejo solos. Zac esta noche parto para Alemania, vuelvo por mis cosas más tarde.
-No te vayas, creo que también debes escuchar esto ya que eres lo mismo que Zac una ¿gekreuzt?.
-Qué sucedió Alisha-Zac se incorporó del sillón algo admirado.
- Pasó otra vez. Esa gente le robó los órganos a un niño pequeño cerca de aquí, lo vi cuando venía. Me asusté y pues vine corriendo a decírtelo.
-Están traficando órganos aquí y ¿no me dijiste nada al respecto? - Ivy frunció el ceño.
- Lo siento te iba a decir pero con eso que te vas ya no quise mencionártelo. No puede ser posible que le hagan eso a un niño carajo- Zack golpeó la pared.
- Tenemos que acabar con ellos, cancelaré ahora mismo el vuelo- salió de la casa para llamar a la aerolínea.
- Zac tengo miedo, no quisiera que te pase algo- lo abracé.
- No va a pasar nada querida niña, te olvidas que ya no soy humano, a mí nada me puede herir Alisha. Soy inmortal.
- ¿Nunca morirás? Entonces me haré vieja y moriré y tú seguirás vivo-me separé de él.
- De hecho no, como te comenté hay una forma de volverme mortal nuevamente y es al encontrar el verdadero amor, y ese amor eres tú pero eso ya te explicaré más adelante. Ahora lo importante es acabar con los traficantes-sus ojos pasaron de azul a negros.
-Listo ya cancelé el vuelo, sacaré mis cosas para quedarme en algún otro lado- entró a buscar su maleta.
- Tienes que ir a casa niña, yo me encargaré junto a Ivy de la situación-me llevó a la puerta.
-No quiero Zachary, quiero ir contigo, quiero ayudarte y sentirme útil. Además, mi madre quiere que pases a verla porque quiere hablar contigo.
-Lo haré pero en otro momento, ahora debemos averiguar quiénes están dentro de esa mafia. El que hayan encontrado a ese niño hoy significa que los involucrados siguen por aquí.
-Llevaré mis cosas a un hotel. Te veo en el centro de la ciudad Zac para empezar a trabajar. Cuidate Alisha-me puso la mano en el hombro y salió de la casa.
-Zac déjame ayudar por favor-lo miré suplicante.
- No quiero que algo te pase, si te vuelvo a perder ya no podría seguir sin ti amor, ¿entiendes eso? Ahora iremos a buscar información pero no te separes de mi lado.
-Oke chalo chalo.

Fuimos a la casa del niño para averiguar lo que pasó. Zack me esperó en una esquina sin perderme la vista. Si él hablaba con los indios, podrían pensar que tendría algo que ver al no ser de acá. Me acerqué a la puerta y ahora solo estaban los padres junto al pequeño muerto y sus demás hijos.
-Namasté-me incliné.
-Qué quieres-se levantó el padre desafiante.
-No se alarme señor, sólo quiero saber qué pasó porque deseo ayudar.
-Y cómo vas a ayudarnos tú si mi bebé ya está muerto- se dejó caer al suelo del dolor que sentía al ver a su niño así.
-Su hijo es la segunda persona en ocurrirle esto, por eso quiero saber cómo sucedió para llegar a los responsables y acabar con todo ello- me senté en el suelo para darle consuelo.
- Mi niño estaba jugando ayer en la tarde a eso de las 6, me dijo mamita déjame salir a jugar por favor, me dio un beso y al acceder se fue con una pelota vieja que era su único juguete- dijo la madre mientras sostenía a su bebé envuelto en mantas en los brazos.
-Cuando su hermano salió a buscarlo ya no estaba, había anochecido y nos preocupamos. Salimos a buscarlo, nadie lo había visto, buscamos y buscamos y no encontramos a nuestro bebé- se tapó la cara con las manos y empezó a sollozar el padre, su llanto era tal que podía sentir en mi pecho su dolor.
- Regresamos a casa casi al amanecer, cuando llegamos había un pequeño paquete en la puerta. Pude ver su manito saliendo de la manta en la que lo envolvieron. Corrimos a levantarlo y al sacar la manta el corazón se me detuvo- empezó a gritar- Ahhhh mi niño, mi bebé no tenía los órganos ni sus ojitos en el rostro, por qué Brahama por qué lo permitió- con cada palabra el aire le faltaba a la madre de tanto llorar.
-Yo siento mucho su dolor y lo que le pasó a su pequeño hijo-no pude contener la tristeza y empecé a llorar-prometo que llegaré al fondo de esto para hacer justicia en nombre de su bebé y de mi amiga a la que también mataron.
- Ya no queremos nada, no queremos vivir pero nuestros demás hijos nos necesitan. Lo peor es que se atrevieron a manchar el cuerpo de mi pequeño con dinero, ese es el dinero que sacamos de su cuerpecito- señaló a una mesa en donde estaban los fajos de dólares dentro de una bolsa hermética.




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