QuizÁ En Otra Vida

CAPÍTULO 26

La vida, ¿qué es la vida?
Vivir significa respirar en el plano terrenal. Llenar tus pulmones de aire antes cantar a todo pulmón en un concierto, el latir a mil por hora de tu corazón cuando estás cerca de la persona que te gusta o amas, el ver lo hermoso de nuestro planeta;ver los atardeceres pintados de colores, los primeros rayos de sol por la mañana, el fluir de un río, las aves construyendo su nido, el abrazo de tus padres, leer la primera carta de amor que te mandaron, etc.
Todo esto es posible gracias a que nuestro cuerpo está compuesto de diferentes órganos que nos ayudan a existir, cuando estos fallan la vida se torna gris. El ser humano vive el día a día muchas veces cegado por la monotonía y el sistema, no disfruta gracias a la salud que tiene, cuando las enfermedades llegan quieren hacer todo pero ya es demasiado tarde. Necesitan de otros órganos para vivir;otro corazón, otros pulmones, otro hígado, otro riñón, otros ojos, etc. Es válido querer seguir respirando, es válido querer otra oportunidad para sentirse vivo, todo esto es válido siempre y cuando los órganos que te van a dar sean donados por personas que así lo decidieron, por personas que quisieron seguir viviendo a través de otros. El donar tus órganos es un acto de amor muy grande y quizá el acto de generosidad más importante que hagas en tu existencia.
Todo esto cambia si quieres "vivir" a través del sufrimiento de otros, si quieres seguir respirando a costa de los pulmones de un inocente al cuál tuvieron que asesinar para darte esos pulmones a ti, o parar el corazón de otra persona para hacerlo latir nuevamente en ti. Causar lágrimas en los ojos de los padres, hijos, hermanos, amigos y familia de seres inocentes que andaban por la vida y la vida les arrancaron de un porrazo.
Cuando todo esto sucede no sólo se llevan la vida de la víctima sino de la familia junto a ella porque cuando alguien que amas se va tan drásticamente, ya las ganas de vivir desaparecen. Entonces ¿Qué es la vida? La vida es un instante, es efímera, es dicha, gozo, gloria y alegría pero también, es tristeza, desgracia y agonía. De las últimas ya había tenido demasiado y me faltaba experimentar las primeras para si algún día me tocase irme, lo haga en paz.

Es muy shockeante ver a un niño tan pequeño que estaba empezando a vivir en ese estado. Saliendo de la casa de esa familia, fui corriendo a los brazos de Zac.
-Fuuu, fue horrible- sollocé.
-Lo sé muchacha, tranquila nosotros acabaremos con los responsables de esto- me envolvió entre sus brazos- tenemos que ir con Ivy para hacer un plan.
-Aún siento algo de celos de ella Zac, es decir compartiste ochenta años a su lado- torcí la boca.
- Ochenta, mil o una eternidad no importan si amas a otra persona niña- me agarró las mejillas con ambas manos.
- Tienes razón-le sonreí-chalo chalo.

Nos dirigimos al centro de la ciudad, ahí estaba ella esperándonos.
- ¿Bien que noticias tienen?- había seriedad en su mirada.
-Fui a la casa del niño. Por lo que supe, ayer salió a jugar y ya no regresó a casa. Sus padres lo buscaron durante toda la noche, al amanecer al llegar a su hogar pudieron ver en su puerta el cuerpo del pequeño envuelto en mantas y ya sin órganos.
-¡Desgraciados! Tenemos que armar un plan Zac, esto ya lo hemos hecho antes y será fácil acabar con ellos- puso una mano en el hombro de Zac.
- Lo hemos hecho antes pero siempre hay riesgos, así que tenemos que tener cuidado- se alejó un poco.
-Desde lo de Indira hasta hoy pasó ya como una semana, deduzco que es ese es el lapsus para agarrar a su próxima víctima- miré fijamente a Ivy.
-Entonces tenemos una semana para agarrarlos en acción y descubrir su cuartada. Ivy, Alisha y yo nos iremos de aquí unos tres días, ¿puedes vigilar la ciudad por favor por si ocurre algo antes y avisarme?- entrelazó sus dedos en mis manos.
-Ehhh, vaya es difícil que tú me pidas eso Zachary pero está bien lo haré - le dio un beso en la mejilla.
Yo estaba algo incómoda hasta ese momento y no pude contenerme.
-Zac ¿puedes ir a mi casa y hablar con mamá por favor? Recuerda que me pidió verte y conversar contigo. Yo te alcanzo en un momento, antes quiero hablar con Ivy- le clavé una mirada seria.
-Está bien niña, te veo allá- se dio media vuelta y se fue.

Si bien antes no había tenido un novio y no había lideado con las ex, ahora tenía que hacerlo con una ex que no era humana.
- De qué quieres hablar Alisha- había algo de rencor en su mirada.
- Yo no soy de pelear Ivy, prefiero confrontar y cortar los problemas de raíz pero de una manera frontal y pacífica.
-Okay al grano por favor-rodó los ojos.
- Yo sé que tú amas a Zac, yo también lo amo y quiero lo mejor para él.
-Y tú crees que lo mejor eres tú, jaaa- me interrumpió y bufó.
- Pues no sé si sea lo mejor, solo sé que esta vez ya no lo dejaré ir. En mi vida anterior me arrebataron la oportunidad de ser feliz con él así que no dejaré que eso pase una vez más-fruncí el ceño.
- Alisha, yo fui quién lo trajo a la vida cuando lo mataron, fui quién lo cuidó y acompañó durante todos estos años, fui su compañera de aventuras, el hombro en el cuál lloraba cuando te extrañaba cada día, quién lo defendió a capa y espada de los malvados cuando él apenas empezaba a adentrarse en nuestro mundo, fui su mujer y él era, él es mi vida entera, ¿puedes entender la magnitud de eso un instante?- se le aguaron los ojos.

Titubee y guardé silencio.

-Quizá no debí revivirlo lo sé, pero yo lo amaba desde tu vida pasada, yo ya estaba enamorada de él cuando era un soldado en el ejército. Al ver lo que le hicieron quise darle una oportunidad más, creí que dándole una vida inmortal, quizá él te olvidaría y se enamoraría de mí, que sería mi compañero eterno porque estaba cansada de vivir en soledad- respiró hondo- todo eso fue en vano, cada año hacía lo imposible porque me quisiera y no lo logré. En sus sueños estabas tú, se despertaba cada maldita noche con tu nombre en sus labios y sudando frío porque al cerrar los ojos veía tu muerte.
Alisha lo amo tanto, tú ni tienes idea, yo en este mundo no tengo otra familia, solo lo tengo a él, lo tenía a él porque ahora llegaste tú- agachó la cabeza y empezó a sollozar.
-Ivy yo...-quise acercarme a ella.
- Tú, tú regresaste en otro cuerpo, tú regresaste a completar tu historia de amor y dejar incompleta la mía-se limpió las lágrimas.
- Discúlpame en verdad, no quise causarte ese dolor, pero supongo que la vida es así, no elegimos a quién amar.
-Yo sí elegí a quién amar y él no me eligió a mí ja- sonrió irónicamente- pero sabes, el amor que siento por él es genuino es por eso que decidí hacerme a un lado y dejar que él sí complete su historia de amor- me sonrió con lágrimas en los ojos.
- Gracias Ivy, y no te sientas sola. El tiempo que tenga de vida siempre serás bienvenida en donde estemos.
-Ahora me tocará verlos morir cierto, porque sí sabes que al estar Zac contigo ya no será más inmortal.
-Algo así me dijo, pero¿tú puedes explicarme acerca de ello?- miré a un lado.
- Para que un gekreuzt se vuelva mortal, tiene que enamorarse y encontrar el verdadero y único amor de su existencia. Una vez esto pase, en luna llena la mortal que lo ame tiene que morderlo fuerte hasta hacerlo sangrar, cuándo él sienta el dolor será nuevamente humano.
Una vez humano tienes que entender Alisha que cualquier cosa podría afectarlo, si logra sobrevivir su último respiro será a la edad de 90 años.
Zac tiene el cuerpo de un joven de 28 años, si lo conviertes, a partir de allí seguirá avanzando su edad.
-Lo que me dices es muy fuerte.
-Lo es. Él va a renunciar a la vida eterna por amor a ti. En verdad te ama Alisha.
- Yo no sé si pueda quitarle eso Ivy. Quitarle su inmortalidad y todo a lo que está acostumbrado-una lágrima rodó por mi mejilla.
-Alisha, no hay más tormento que vivir eternamente sin amor, él ya te encontró y junto a ti encontró la paz que necesitaba- me agarró la quijada.
-Gracias por entenderlo y cuidar de él todo este tiempo.
- Ahora te toca cuidar de él y hacer que sea feliz-me abrazó.
-Descuida lo haré.
-Los veo al cabo de unos días okay. Dile a Zac que me llame si tiene alguna novedad antes que yo- caminó hacia atrás, se giró y desapareció de mi vista.




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