QuizÁ En Otra Vida

CAPÍTULO 27

En el mundo hay casi 8 mil millones de personas, esa es una cifra bastante alta si nos ponemos a pensar detalladamente. De esas 8 mil millones solo dos en este planeta me querían genuinamente: mi shasha y Zac.
El verlos así abrazados y mamá llorando me extrañó un poco porque como sabrán ella estaba un poco reacia a que mi primer novio fuera extranjero. ¿Qué habían hablado? no lo sabía. Me dispuse a entrar a la casa.

-¿Estás bien mi shasha? Me senté a su lado algo preocupada.
-Sí hijita, descuida. Mis lágrimas son de felicidad-se limpió las lágrimas.
-Tu madre está contenta por nosotros niña. Ella ya confía en mí porque ahora sabe hacia dónde llega lo que siento por ti- miró a mi madre sonriente.
- ¿Oooke?- me rasqué la cabeza algo avergonzada.
-Hijita me voy a descansar, preparé té chai, sirvele al muchacho, también hay galletas en la cocina-se levantó y junto a ella Zac.
-Gracias por todo señora-se inclinó a agarrar su pie en señal de respeto y mi madre le tocó la cabeza en señal de bendición.

Mamá se fue a su cuarto a lo que Zac y yo nos quedamos solos.

-Cuéntame por qué mi madre lloraba, y cómo así te la ganaste eh, ella estaba un poco necia de aceptarte - sonreí.
-Eso era antes querida niña, ella ahora sabe mis intenciones para contigo- se acercó y me dio un beso en la frente.
- ¿Y cuáles son tus intenciones?- entrecerré los ojos.
-Permanecer a tu lado hasta arrugarnos juntos, qué te parece la idea.
-Suena muy bonito mi amor- me acerqué a darle un sutil beso.
-Me gusta cuando me dices mi amor, mi amor- me devolvió el beso en la punta de la nariz.
-Zac ¿Por qué le dijiste a Ivy que no estaremos tres días Aquí?
-Porque hoy nos vamos a Goa- me mostró su sonrisa de oreja a oreja.
-¡¡A Goa!!- exclamé- eso está a más de 30 horas de aquí.
- Descuida iremos en avión, ya tengo todo arreglado.
-¿Cómo haces para viajar y moverte por el mundo siendo una persona del siglo pasado?- solté sin más- ah lo siento por la indiscreción, pensé en voz alta- miré hacia abajo.
-Jaja es normal que sientas curiosidad por mi estilo de vida. A través del tiempo aprendí ciertas artimañas para pasar desapercibido ante las autoridades, tengo todos mis documentos en regla, no tienes por qué preocuparte- me guiñó.
- Okeee, pero Zac mi madre, no puedo dejar a mi madre sola más aún pasando lo de los traficantes de órganos- negué con la cabeza.
- Tu mamá ya sabe que viajaremos, me prometió no salir para nada de casa, aquí tiene todo lo necesario para alimentarse y cosas de uso personal. Ya me encargué de ello-señaló a la cocina.
- Entonces mamá sabe que viajaremos, es decir ¿le pediste permiso y aceptó?
- ¡Of course! Le prometí que te respetaría y que cuidaría de ti. Querida niña, tu madre sabe que has sufrido y pasado por mucho que mereces darte un tiempo para ti y ser feliz-me acarició la cabeza.
-Entonces déjame despedirme de ella y alistar algunas cosas.
-En tu cuarto encontrarás una pequeña maleta para llevar lo necesario, también me encargué de ello- caminó hacia la cocina y se sirvió algo de chai.
-Ya vuelvo.

Ya en mi habitación aún no podía asimilar que todo en mi vida estaba cambiando para bien. Mamá estaba a salvo y tranquila, yo me sentía feliz de tener a mi shasha conmigo sin que el viejo Satish nos moleste, el amor de mis vidas estaba conmigo. Todo era lindo a excepción de los traficantes en la ciudad.
Alisté unas cuantas prendas en la maleta y salí de la habitación. Fui en busca de mamá.
-Mamita querida supongo que ya sabes que nos vamos unos días a Goa- la miré con mucho amor.
-Sí mi shasha, anda diviértete y disfruta del amor que te está brindando la vida. Zac es un buen muchacho, puedo sentirlo aquí-puso una mano en su corazón.
-¿Tú estarás bien? Me preocupa dejarte mi shasha- suspiré hondo y me senté a su lado en la cama.
- Yo estoy y estaré bien, ese muchacho trajo a casa muchas cosas para cocinar y demás. Por mí ni te preocupes hijita, quiero que te diviertas y seas feliz porque lo mereces mi amor- me abrazó muy fuerte.
-Está bien mami, en tres días estoy aquí contigo nuevamente y ya no nos separaremos nunca más. Te quiero mucho mamita-Le di un beso enorme en la mejilla y salí de la habitación.

Con maleta en mano fui por Zac a la sala, él ya había devorado las galletas y todo el té chai que mamá había dejado.

-Wao tenías mucha hambre mi amor- sonreí.
-Ehhh un poco jeje, ¿ya está todo listo?- asentí- bien vamos.

Salimos de la casa y tomamos un taxi al aeropuerto. Yo estaba muy emocionada porque era mi primera vez en un avión, siempre había soñado con que se sentía volar porque solo veía los aviones pequeñitos en el cielo.
No podía creer que al fin podía cumplir uno de mis sueños. Tenía el estómago revuelto lleno de mariposas aleteando y el corazón no dejaba de cantar de felicidad, me latía a mil por hora. Mis manos estaban heladas y sudaban, tenía nervios lo admito. Me sentía como una niña chiquita a la cual llevan por primera vez a Disney, para mí volar era como eso, porque no podía aspirar a más por mi condición de dalit.
Hicimos checkout y luego a comer algo en una cafetería dentro del aeropuerto.

-Estoy muy emocionada Zac, gracias- sonreí de oreja a oreja.
-No tienes nada que agradecer niña, desde ahora me encargaré de hacerte feliz cada día de mi vida- me rascó la cabeza.

Pedí un té chai y Zac un moccacino con galletas para compartir. Al terminar de comer, me tomó de la mano y nos fuimos a embarcar. La gente nos veía como bicho raro puesto a que no era usual ver a una chica hindú dalit junto a un extranjero.
Me sentí intimidada y triste por aquellas miradas, ante eso Zac deslizó su brazo encima de mi hombro para llevarme abrazada mientras caminábamos. Él me daba la seguridad de sentirme bien conmigo misma y amada, al fin y al cabo no era un delito amar a alguien que no es de India, al menos no para mí.
Una vez en el avión nos tocó sentarnos junto a una señora india adinerada al parecer, una vieja amargada de esas que huelen la condición social y socio económica de las personas a kilómetros.
Se notaba la incomodidad en su rostro y cómo hacía muecas de asco por sentarse junto a nosotros. Yo iba en la ventana, zac al medio y la señora a lado de él.




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