CAPÍTULO 34

¿Alguna vez han sentido que pueden ayudar en ciertos temas o problemas, pero al final quedan como payasos? Así me sentía yo después del incidente (ridícula y tonta). Encima que estuve a punto de morir "destripada", me dejaron cual paquete a lado de la carretera y para rematar no logramos atrapar a los culpables de todo esto. En verdad, sentía un poco de decepción por no ser de ayuda a comparación de Ivy, bueno sé que está mal compararme con ella porque yo soy una simple humana, no había más que puediera hacer, aunque quisiese.

Poco a poco recuperé el movimiento de mi cuerpo, mover mis dedos, luego las manos, los pies y por último los labios; al fin pude hablar después de semejante martirio. También, los sonidos se hacían mas cercanos y mis pensamientos más lúcidos.

-Zac-murmuré.

-Alisha, mi amor aquí estoy- me inclinó para darme de beber un poco de agua.

-El agua te hará bien Alisha, bebe lo más que puedas- dijo seria la pelirroja- ahora que ya volviste en sí,es mejor marcharme para que puedan descansar un poco.

- Gracias por todo Iv- palmaditas en el hombro.

-No tienes porque agradecer, sabes que yo siempre estaré para ti-le dedicó una sonrisa cansada y se fue.

-Zac yo los escuché hablar, a ellos, a los...- mareos profundos-wooo me da vueltas la cabeza- me agarré la frente.

-Tranquila mi niña, no te esfuerces en hablar, ya cuando amanezca y hayas descansado bien hablaremos ok-me acarició la cabeza.

-Zac, mi mamá. Mi shasha va a estar muy angustiada porque no llegué-me incliné para levantarme.

-Ahora no puedes regresar en este estado, ella se preocuparía más y levantarías sospechas-puso su brazo para detenerme.

-Tienes razón, pero mañana temprano llévame a casa por favor- cerré los ojos.

-Así será mi amor.

Zac me cargó hasta su habitación y me acostó sobre su cama, después de retirarme los zapatos, me cubrió con una manta muy suave y se acostó a lado mío para velar mis sueños. Lo que es yo, me dormí al instante sin esfuerzo alguno. Mientras descansaba, Zac me acariciaba suavemente la cabeza y pasaba sus dedos delicadamente por mi cabello como si de una mariposa se tratáse. Si hubiera sido psíquica hubiera podido sentir su angustia, miedo, su preocupado y entristecido corazón.
Yo no lo sabía pero, él en ese momento deseaba con todas sus fuerzas protegerme para siempre al sentirme vulnerable, Zac pensaba en todo ya que no podía dormir, pensaba en lo que fuimos en mi vida pasada y en lo que somos actualmente, no lo admitía pero le aterraba pensar en lo que seríamos ya que antes él era de esas personas que planifican y sueñan despiertos. Eso pasó con mi chico y mi antigua yo (Lea) y al final nada se hizo realidad, desde allí su miedo a planificar el futuro y ser feliz.

Al amanecer sentí la luz del día en mi rostro a lo que me despertó. Me froté los ojos y al mirar a lado, ahí estaba él dormido profundamente. Quité su brazo encima de mí y me levanté despacio, me puse los zapatos y salí del cuarto sin hacer ruido. Ya en la sala, le escribí una pequeña nota que decía: "Regresé a casa. Te veo por la tarde. TE AMO". Dejé el papel encima del desayunador de la cocina y me dirigí a la puerta la cual abrí con cautela para salir.

Ya en casa, mamá me esperaba con el típico drama y alboroto indio, ya se imaginarán, tuve que mentir para que no descubriera nada detrás de lo que realmente hicimos y para que no se preocupe sobre todo. Le dije a mi madre que deseaba dormir debido a la trasnochada "pescando" que de pescar no tuvo nada porque no le traje ningún pez como prueba de mi salida nocturna.

Ya en mi cama, daba vueltas. Tenía mucho sueño pero, en mi mente estaban grabadas las voces de esos desgraciados y sobre todo no podía olvidar aquella palabra que mencionaron "jefa", que su jefa se iba a enojar mucho y los iba a matar si me llevaban. ¿Qué tenía que ver yo en todo esto? Por qué si su misión era secuestrar personas me dejaban ir y quien era esa bendita jefa. Habían muchas dudas sin resolver en mi mente. Sin darme cuenta caí en un sueño profundo, cuando desperté ya eran las cuatro de la tarde.

-Zac debe estar preocupado-me levanté asustada por la hora.

- Hija ya estas despierta-se asomó por la puerta-ven para que comamos juntas, hice uno de tus platos favoritos-sonrió y se fue.

-Me ducharé y ahí voy mamita- bostecé.

Después de ducharme y arreglarme, me senté con mamá a comer, ella había preparado guiso de patatas con curry y garbanzos.

- Esto, está realmente delicioso mamá- dije mientras devoraba el plato.

-Come más mi shasha-me dio unos chapatis para acompañar mi plato principal.

Estiré el brazo para recibir los chapatis, cuando de pronto.

-Alisha ese anillo que tienes en el dedo, quién te lo dio-cogió mi mano para ver detenidamente la joya.

-Ahhh.. humm Zachary-balbuceé.

-Creo que tú sabes mi manera de pensar hija mía, no me agrada que estés recibiendo regalos caros de un hombre sin antes ser tu esposo- frunció el ceño mientras comía un poco de chapati.

-Es que justamente es para eso mamá- agaché la cabeza y me puse el cabello detrás de la oreja.

-¿Cómo dices?-soltó el chapati del asombro, cayendo este al piso.

-Qué Zac me pidió ser su esposa mamá, este anillo es señal de nuestro compromiso- vocalicé orgullosa.

-Algo me dijo ese muchacho antes de que se fueran de viaje pero no creí que sus intenciones fueran tan serias
-se levantó de la mesa-¡Ay hijita linda, felicitaciones!- me abrazó mientras las lágrimas caían por su mejilla.

- Gracias mi shasha, y yo que hace unos meses seguía creyendo que jamás nadie se iba a fijar en mí y jamás iba a ser una esposa-correspondí a su abrazo muy fuerte.

- Vas a cumplir lo que yo...- se quedó pensativa y cambió de tema- habrá que hablar con el pandir y hacer los preparativos de una vez hijita-se levantó bruscamente.

-No shasha, Zachary y yo aún no hemos hablado de la fecha ni cómo será, si en nuestra religión o la suya. Es decir, no tenemos nada definido aún- mordí el interior de mi mejilla.