Quizás en otro universo

12

-Está débil- se me revuelve el estómago al oírla- Prepárense para lo peor- dice la Doctora apretando el hombro de Abigail y se me detiene el mundo. Escucho hablar a todos los que están aquí pero oigo como si estuvieran lejos, comienzo a ver borroso y siento como mis lágrimas caen sobre mis mejillas. Trato de tomar el vaso que está sobre la mesita de noche del lado de la camilla. Se me hace eterno y mis manos tiemblan exageradamente. Necesito salir de aquí, necesito verlo. Me levanto rápidamente de la cama para dirigirme en donde sea que esté el hombre que me besó ayer en el atardecer. Antes que pueda dar un paso, caigo rendida al suelo, desmayada nuevamente.

 

Me encuentro en un cementerio, a lo lejos logro ver un montón de gente reunida. Corro hacia ellos y se me hace eterno, mi madre me detiene y me da un abrazo de consuelo

-Lo lamento, cariño

<< ¿Qué lamenta?>>

Veo como está toda mi familia, hay un ataúd a algunos pasos de mí. Me acerco lentamente y con mis manos temblorosas lo abro. Es mi hermana, Brenda. No puedo creer que lo esté viviendo nuevamente, busco con la mirada borrosa a mi familia, y de un momento a otro desaparecen y los sustituyen personas desconocidas. Pestañeo varias veces para saber si me equivoco. Logro ver a Abigail detrás de mí. << ¿Qué hace aquí?>>. Miro nuevamente al ataúd y mi hermana ya no está. Ahora es Ethan.

 

Logro despertar de ese mal sueño, estoy sola y completamente desorientada. Siento como las gotas de sudor bajan por todo mi cuerpo. Y recuerdo lo que pasó antes de desmayarme. Me levanto de la camilla y salgo rápidamente de la habitación para dirigirme a la de Ethan. Recorro los pasillos descalza hasta que veo a Finn a lo lejos. El gira su cabeza y me ve temblando y llorando.

-Por Dios, Liz- exclama al verme- ponte esto- me da una chaqueta para que pueda cubrirme.

-¿Cómo está?- Le suplico una buena respuesta con mi mirada

-Entra- dice señalando la habitación.

Al entrar noto a Ethan de inmediato. Tiene la mitad de su rostro morado y sus bellos labios hinchados. Me siento a su lado y comienzo a llorar nuevamente. Hundo mi rostro en su pecho y le ruego a Dios que lo salve

-No puedes dejarme, no ahora por favor.- digo en un susurro- No sé si podrás oírme Ethan, espero que sí; Es irónico que diga esto pero no mueras. Lo nuestro estaba recién comenzando. No sé si decirle <<nuestro>>, puede que no sientas nada por mí y yo sea la única idiota de los dos, pero por favor, corazón. Intenta vivir por mí...

Realmente no puedo creer que este diciendo esto. Yo he deseado poder morir de alguna forma, he intentado suicidarme y sé que él también. He pasado meses soñando despierta y pensando en cómo sería mi funeral, pensando en quien iría y quién no. ¿Se alegraran porque ya no estoy?, ¿les durará el duelo?, ¿A las personas que he alejado de una horrible manera, a mis ex amigas, se sentirán bien por mi muerte? Esas son preguntas que no me dejaban dormir por las noches, preguntas que me torturaban durante el día y que por un corto periodo he dejado de lado esos pensamientos y mi mente solo funcionaba por Ethan.

He estado bastantes horas junto a él, me siento egoísta por no dejar que sus padres puedan estar con él así que decido salir e ir a la habitación que me designaron. Están mis padres y Emma, al verme me dicen

-Te han dado el alta, Liz. Nos vamos a casa- Quiero protestar pero estoy tan agotada física y mentalmente que decido asentir y vestirme.

El trayecto a casa es largo, enciendo mi celular y está sin carga. Me rindo y empiezo a dormir. Sé que hemos llegado a casa por como mi madre me mueve ligeramente para que pueda entrar y acostarme de una vez. Lo primero que hago es darme una ducha, no he comido nada desde la cena de ayer y hoy ya es tardísimo. Al salir de la ducha me pongo un pijama y me tumbo en la cama a intentar dormir. Paso horas mirando el techo y pensando en cómo estará Ethan. Aun siento que es mi culpa, si no me hubiera desmayado podría haber ayudado o podría haber impedido a que lo golpearan de tal brutal forma. Al ver la hora noto que son casi las cinco de la madrugada, no puedo dormir. Me dirijo al cuarto de mis padres y silenciosamente tomo 3 pastillas para conciliar el sueño. Luego de media hora, al fin logro dormir.

 




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