Lizzy
Dos semanas después
-Debes salir algún día de tu habitación- dice Lex
-No- le respondo mientras me doy media vuelta en mi cama
-Vamos a terapia- ofrece con una bella sonrisa
-No quiero
-¿Quieres ir al centro comercial?
-No
¿Cine?
-Menos
-¿Quieres que lloremos juntas?
-Sí
En ese momento Lex se recuesta a mi lado, y lloramos. Ella llora por su hermanita, que aún está en coma y yo, lloro porque no puedo seguir adelante. Lex se ha quedado conmigo esta semana y estoy agradecida de poder tenerla conmigo. Es la única que sabe lo que sucedió, y lo sabe porque estaba ahí. No he hablado con nadie sobre lo que ocurrió y espero no hacerlo. Ethan me ha llamado varias veces y no le he contestado. No sé qué decirle, quiero contarle la verdad pero si lo hago lloraré y ya he llorado mucho estas dos semanas. No he salido de mi cuarto. Mi madre me trae comida, y tengo el baño justo al lado. Em ha venido a hablar conmigo pero no lo logró así que se recostó a mi lado y me abrazó; y yo, lloré.
Con Lex hemos pasado al menos dos horas en silencio. He estado mirando un punto fijo de mi habitación y he pensado en el desastre que soy. Apenas tengo 19 años. No estudio, no trabajo, vivo con mis padres, no tengo amigos y tengo un trastorno depresivo del cual tomo medicación diaria para vivir. No es vida, no se la recomiendo a nadie. Nadie debería vivir la vida que me ha tocado a mí, nadie debe sentirse miserable, asquerosa e inútil.
Me dirijo al baño y me miro en el espejo, veo que tengo unas grandes ojeras, los ojos rojos y los labios hinchados de tanto mordérmelos para llorar en silencio y que nadie me pregunté cómo estoy. No se la respuesta a eso. O creo que sí; me siento agotada. Agotada de tanto sufrimiento, de tanto llorar y de tanto pensar en mi funeral.
Cuando vuelvo a la habitación Lex está durmiendo. Le pongo una manta encima y apago la luz. Ella igual debe sentirse agotada. Últimamente mis audífonos se han convertido en mi primera necesidad, me los coloco nuevamente y suena "Trellas"- Bad bunny. Pienso en el momento en que Ethan cantó en mi oído, en como sentí su aliento junto a mi oreja, y en que ese momento sentí que él era especial. Lloro silenciosamente y no aguanto más, le mando un mensaje:
-Lo lamento. No quise que sucediera de esta manera.
Le doy a enviar y no hay respuestas, pasan horas y aún nada. Me acomodo más cerca de Lexie y me quedo dormida, sin ningún mensaje.