Quizás en otro universo

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Lexie

Escucho un celular vibrar, miro el mío y no es. Trato de mirar hacia el de Lizzy y noto como le entra una llamada. Me levanto de la cama y la rodeo para coger su celular. Hay más de diez mensajes de Ethan y tres llamadas perdidas. No puedo creer que siga insistiendo siendo que ella no quiere hablarle. Vuelvo a mi lugar en la cama y trato de dormir. Pasan horas y no hay resultados.

Hace algunas semanas, cuando visité a mi hermanita en el hospital, conocí a un chico en la cafetería. Hemos estado hablando durante varias semanas y es bastante atractivo. Su nombre es Andrew, tiene 26 años y es psicólogo. He hablado con él sobre mi hermana, Morgan, y me ha ayudado bastante. Él ha sido un gran apoyo durante estas semanas; no digo que Isobel y el grupo no lo sean, pero hablar sólo con una persona es más satisfactorio. Él me escucha solo a mí, me aconseja solo a mí y no a 10 más. Hemos estado saliendo a cenar y nos estamos viendo más a menudo. Son las cinco de la madrugada, no puedo dormir y él es mi única escapatoria de este cruel momento.

Lex: ¿Estás despierto?

Andrew: Hola, sí. ¿Sucede algo?

Lex: ¿Qué haces despierto a estas horas?

Andrew: iba a preguntar lo mismo

Me rio de su respuesta pero borro mi sonrisa de inmediato al recordar que Liz me contó que con Ethan tuvieron la misma conversación

Lex: ¿Puedes salir?

Andrew: Claro, ¿Dónde te recojo?

Le paso la dirección de la casa de Liz y espero unos diez minutos a que llegue bajo la bella luna. Al verlo bajar del coche me llama la atención que siendo tan tarde, esté tan guapo. Andrew es bastante alto, viste muy elegante para el trabajo y cuando lo veo fuera de él, me sorprende. Ahora usa unos vaqueros y una sudadera y joder, que atractivo es. Andrew vive solo y normalmente vamos a su departamento a ver películas o hablar sin parar. Lo que más me ha llamado la atención es que me contó porque se convirtió en psicólogo; su hermana, cuando era pequeña, sufría una enfermedad mental y un psicólogo la ayudo a sobrevivir contra sus demonios. Eso es lo que más amo de él, que se preocupe por los demás, que su familia esté por encima de todo.

-Hola, preciosa- dice Andrew dándome un corto beso en la mejilla

-Hola. Perdón por llamar a esta hora, no podía dormir

-Tranquila, me encanta verte- me sonríe

-A mí también

Nos subimos a su coche y nos dirigimos a su apartamento. Al llegar ponemos una película pero estamos tan ocupados besándonos que no le tomamos atención.

 




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