Quizás en otro universo

22

Una semana después

Estoy completamente instalada en el hospital psiquiátrico, Lex me ha acompañado cada uno de estos días y aún sigue disculpándose mientras yo sigo diciéndole que no es su culpa. Me contó que fue a ver a su <<novio>> esa noche y que fue la mejor de su vida, mientras yo tenía la peor de la mía. Noto que se siente culpable y lamento mucho que sea así. Su hermanita aún está débil y en vez de estar allá, está aquí preocupándose por mí. Le he dicho que me presente a su amado cuando ya esté más orientada aquí y me ha hablado maravillas de él, Andrew, creo que se llama.

Ethan me ha llamado ayer. No había cogido el móvil desde que tuve esa pesadilla. Dijo que vendría a verme y hablaríamos sobre lo que pasó.

 

Tres días después

Ethan

Me he enterado por Isobel que Liz está en un hospital psiquiátrico. Al enterarme golpee la pared de mi habitación hasta que el dolor de mis nudillos era más grande que el de mi corazón. A mis 15 años estuve unas semanas ahí y fue lo peor del mundo. Oía gente gritar por las noches, veía mujeres tirarse el cabello hasta arrancárselo y yo lo único que hacía era llorar en un rincón y suplicar que me saquen de ahí. Lo único que deseo es que Liz salga bien y sea un corto periodo el que se quede. Me prometí a mí mismo olvidar lo que pasó y poder estar ahí para ella todos los días.

Voy camino a ver a Liz, y ya tengo preparado el jodido discurso típico de << Lo siento, fui un capullo >>. Al llegar, una Doctora me informa que Liz está en el jardín, salgo directo y la veo sentada leyendo un libro.

-Hola- le digo al llegar a su lado

-Hola- se levanta y me abraza. Siento su fantástico olor y deseo que este abrazo sea eterno

-¿Cómo has estado?- pregunto mirando alrededor

-Mejor de lo esperado- dice sonriendo

-Qué bueno...- me sudan las manos- Liz...

-Espera, quiero hablar yo primero- me mira fijamente- Lo lamento, no debí salir así, debí hablarlo. Ethan, me gustas, no mentía en ese instante... Pero no estoy lista- se le llenan sus bellos ojos de lágrimas- ...Me han hecho bastante daño, me han dejado muchas inseguridades y no quiero pasar nuevamente por eso. No me amo a mi misma- rompe en llanto y se me parte el alma verla sufrir- y si no lo hago, no puedo amarte como mereces...

-Liz, perdóname a mí. Lo dije muy pronto, aunque cada palabra fue verdad. Yo tampoco sé si estoy listo y jamás sabré si no lo intento. Has sido la única que me ha hecho sentir bien, y al igual que tú... aun lucho con mis demonios. No vengo a pedirte ser mi novia nuevamente- me rio para hacer esto menos incomodo- quiero decir que te ayudaré, ayudaré a que sanes y seas feliz. Te ayudare a olvidarte de esas putas inseguridades y podrás verte como yo te veo; una mujer maravillosa, que tiene mucho por contar y que a pesar de su corta edad... ha pasado por mucho y aún lucha por superarlo. No te has rendido, Liz y eso dice mucho más de ti de lo que crees.

Al terminar de hablar la abrazo lo más fuerte que puedo y me da las gracias. Liz llora sobre mi hombro y mientras lo hace pienso en cómo ayudar a esta mujer, en cómo hacerla feliz siendo que estoy demasiado jodido.

 




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