Quizás en otro universo

31

Ethan

Conduzco lo más rápido que puedo al hospital, Emma sigue llorando a mi lado y yo intento en no pensar en una tragedia. Cuando llegamos al hospital veo a los padres de Lizzy hablando con su doctora. Me bajo lo más rápido que puedo del coche y corro hacia ellos.

-¿Qué pasó?- digo con el corazón acelerado

-Gracias doctora- dice el padre de Liz y luego se dirige hacia mí- Tuvo un ataque de pánico, esta vez fue peor. Le inyectaron un tranquilizante, estaba golpeando al personal médico- su madre comienza a llorar

-Pero... ¿Por qué?- veo que Isobel aparece a mi lado y me informa

-Brian- dice << ¿Qué tiene que ver él? >> - Se suicidó- añade

-Oh Dios, esto es demasiado.- digo sin poder creer lo que oí. Liz le tenía un cariño especial hacia él. Siempre lo venía a ver, eligió este hospital para poder estar cerca de un amigo.

-Liz, encontró el cuerpo de Brian- dice la madre- Necesito llevármela de aquí, necesito que esté en su hogar.

Luego de eso pienso en si será buena idea, nosotros no podemos controlar los ataques de Liz, no podemos hacerlo, ni siquiera ella puede.

-Quiero verla- le digo a los padres

-Sí, adelante

Busco la habitación de Liz y la veo mirar el techo sin siquiera pestañar. Me siento a su lado y digo:

-No debí irme. Lo siento, preciosa- hundo mi rostro en su pecho y no puedo evitar pensar en su cara cuando descubrió a Brian- ¿Me oyes?- pregunto al ver que no hay respuesta de su parte

-Está en shock- dice una doctora al entrar a la habitación- Puede que no responda en unas horas, gritó mucho y eso también debilitó su garganta

-Joder, Liz- me parte el alma ver que no me habla ni me mira.

Salgo a tomar un poco de aire y oigo alguien que se acerca, es Emma

-¿Estás bien?- pregunta

-No sé cómo ayudarla

-Quizás no debas ayudarla- al escuchar esto me confundo aún más

-¿Qué quieres decir?

-Ella debe superarlo sola, quizás con alguien a su lado pero ella debe vencer a sus demonios- Es lo más cierto que he oído en mi jodida vida. Yo aún lucho con ellos, aún me torturo por las noches pensando en que mi abuelo violó y abusó de mí. Me torturo pensando en que cuando era adolescente no podía dejar que alguien me tocara porque me daban ataques de ansiedad. Mis amigos siempre decían a cuantas tías se habían follado y yo simplemente decía << No quiero hablar de ello >>, me trataban como un jodido caballero pero nunca supieron el porqué. ¿Cómo les decía que mi abuelo me violo cuando yo era un puto crio indefenso?, ¿Cómo les decía que tengo traumas desde los 8 años y que cuando una chica me tocaba lo único que quería era llorar? Nunca se los dije y nunca sabrán la verdad. Solo los del grupo de terapia saben lo que me pasó, nunca he hablado de ello con otra persona solo por el hecho de que me de vergüenza admitir que no puedo seguir con mi vida. No puedo ser un chico normal de esos que tienen novias, follan y en un futuro tienen hijos. Tengo 21 años, casi 22 y aún soy virgen y no porque quiera sino porque tengo un puto trauma. Cuando quise entregarme a Liz no pude. Cuando la tocaba veía a mi abuelo tocarme. Veía su puta cara de viejo excitado y me daba asco. Intenté con Liz, duré mucho más que con cualquier otra chica, pero no pude hacerlo.

-Los dos están enfermos, Ethan. Puede que dos son más fuertes que uno pero tú le trasmites tus problemas y ella te trasmite los suyos. Van empeorando, y lo que necesitan es sanar. Quiero que tú lo hagas, al igual que lo desea Liz.

Luego de escucharla decir esas palabras me voy a casa y me encierro en mi cuarto. Pienso en lo jodido que estoy << Como siempre lo hago >> pero esta vez es peor, es más fuerte y las ganas de morir me superan. Siento el ardor de mis nudillos y gimo de dolor cuando trato de curarlos. Son pasadas las dos de la madrugada y no puedo dormir. Me pongo los auriculares y trato de distraerme. Al cabo de unas horas me quedo dormido.

-No le puedes decir a nadie, hijo- dice mi abuelo en mi oído

-¿Por qué?- le pregunto cómo todo niño indefenso

-Porque se enfadarán y ¿no quieres eso verdad?

-No

-¿no quieres que tus padres se peleen?

-No

-Muy bien, entonces este será nuestro secreto- dice y yo asiento.

Veo un niño dormir y al acercarme más me doy cuenta que soy yo. Me quedo mirándolo, pensando en que ese niño no sabrá lo que se le viene en el futuro. Me distraigo de mis pensamientos al oír la puerta y es mi abuelo. Se acerca al pequeño Ethan y se sienta a su lado. Le acaricia la cabeza, los brazos y llega a su pecho; el pequeño sigue durmiendo. Quiero vomitar porque sé lo que vendrá y aun así no puedo dejar de mirar. Algo me detiene, algo me impide que de media vuelta y salga de ahí. Elijah, mi abuelo, sigue tocando a ese pequeño indefenso, le saca su pequeño buzo de pijama y comienza a tocarlo, empieza por las piernas, sube y baja sus manos como si estuviera acariciando cualquier cosa y no un niño a punto de ser abusado. Luego de unos minutos manoseando su pierna, su mano va directamente hacia el pene.

Siento como mis ojos se humedecen pero más que tristeza tengo rabia. ¿Cómo puede haber un ser tan miserable en el mundo como para hacer ese daño, y a su propio nieto? No puedo moverme y sigo viendo como Elijah masturba al pequeño de 8 años.

Cuando logro despertar de esa pesadilla estoy completamente sudado y mis padres están desesperados al otro lado de la puerta, suplicando que la abra ya que antes la cerré con llaves. Cuando abro la puerta y veo a mis padres se me debilitan las piernas y caigo al piso, rendido y llorando a mares.

-Me arruinó la vida- digo aún llorando. Mis padres no responden. Luego ahí estamos en el piso los tres, llorando y abrazados; igual que a mis diez años.




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