Ethan
No soporto este dolor. Siento como quema mi alma, él cómo me destruye cada vez más... me desespera. No quiero seguir sintiendo esto. No quiero vivirlo.
No he podido dormir en días. No he hablado con nadie, solo con Liz y trato de responderle lo mejor posible para que no note que me siento de la mierda. Quiero que ella esté bien, prefiero su felicidad ante la mía. Tampoco he visto a nadie, mis padres me dan mi espacio y agradezco eso.
Tomo mi libro favorito "Orgullo y Prejuicio" y comienzo a leer, esperando poder olvidarme de esta pésima realidad
"En vano he luchado. No quiero hacerlo más."
Muchos dirán que no he luchado, que me he rendido demasiado, pero no es así; vivo luchando con los demonios que llevo dentro.He luchado casi una vida y estoy agotado, desesperado y exageradamente frustrado. Llevo demasiado tiempo creyendo que soy demasiado fuerte pero en realidad soy bastante débil y frágil; en esto me convirtieron, en un chico que apenas puede tener días felices. En un chico que cada vez que no puede dormir piensa en como su puto abuelo lo abusaba cuando dormía. Joder, como odio a ese hijo de puta. Nunca le tuve afecto, siempre sentí asco cuando lo miraba, cuando me saludaba con un beso en la mejilla me daban ganas de llorar y decirle a todos lo que me hacía pero el muy bastardo me amenazaba; mis padres no tenían un muy buen momento como pareja y mi abuelo siempre me decía <<si hablas, ellos pelearán más>> yo como todo niño indefenso deseaba que sus peleas se detuvieran de una vez, al fin y al cabo le hacía caso al capullo. Cada jodido día atormentándome. Era tan pequeño y sabia que eso no era normal, me sentía mal luego de que sucediera, me sentía asqueado cada vez que me tocaba y aún así me lo guarde. Fui cobarde por muchos meses, demasiados días y bastantes horas en las que debía ver al hijo de puta que me tocaba a diario. El día en que hablé estaba agotado mentalmente, estaba desarrollando una depresión que hasta el día de hoy tengo y no logro superar.
Lizzy
Cada día que ha pasado he podido estar más tranquila, me he recuperado con el tiempo pero sigue ese dolor en mi alma. Aún siento que me falta algo... o alguien. Ethan ha estado muy distanciado desde la última vez que lo vi. Le he preguntado un montón como se encuentra pero el sigue omitiendo responder y vuelve a decir una y otra vez que me quiere y que jamás lo olvide.
Hoy me he despertado más animosa, no sé porque y lo más probable es que sean los medicamentos que están haciendo efecto. Necesito ver a Ethan, necesito saber que está bien. Iré a verlo y le daré una sorpresa.
Ha pasado al menos una hora desde que decidí ir a visitarlo. Me he bañado, me he vestido y maquillado. Quiero estar completamente perfecta a en comparación como me vio él la última vez. Quiero que se dé cuenta que he estado mejor, que me he fortalecido como mujer y que en gran parte del tiempo logro amarme. No he llorado cuando me veo al espejo y eso es un gran avance para mí. Quiero que me vea y note que desde que encontré el cadáver de Brian he logrado estar más tranquila. Tomo las llaves del coche de mamá y me voy a casa de Ethan.
Al cabo de media hora voy camino a su casa. Primero decido pasar a comprar algo para que él se sienta feliz, y qué mejor que comprarle una novela. Jamás lo he oído de hablar sobre Lady Susan de Jane Austin, quizás lo leyó y no le gustó pero esta obra de ella es magnífica. Compro el libro y ahora sí voy camino a casa del hombre que he extrañado bastante estos días. Cuando llego, Abigail me abre la puerta, me comenta que Ethan no ha estado muy bien, ha tenido muchas pesadillas y ya no logra dormir. Me siento fatal al saber esto y no haber venido antes. Voy al cuarto de Ethan casi corriendo, con el miedo de encontrarlo muerto. Abro la puerta demasiado fuerte que da un golpe cuando llega atrás. Ethan me mira desorientado, veo en sus ojos la falta de sueño, y se nota a lo lejos lo mucho que ha estado sufriendo. Me acerco lentamente hacia él y cuando voy llegando a su lado, Ethan se levanta de la cama bruscamente. Me corro hacia atrás con algo de miedo pero su reacción me sorprende; se tira a mis brazos y me abraza como jamás lo ha hecho
-Lo siento, cariño- le digo rodeándolo con mis brazos
-Te quiero, no lo olvides.
-No digas eso, no así.
-Solo quiero que siempre lo tengas en mente.
-Lo haré.- se lo digo con mi mirada exhausta y fija en algún punto de su habitación. Siempre he sabido que ocurriría. Antes no tenia un refugio, normalmente era la oscuridad la que me mantenía a <<salvo>> pero cuando Ethan llegó a mi vida era él quien me motivaba a seguir viviendo aun que sea un día más.
Siento que de alguna extraña manera que se está despidiendo de mí, no puedo soportarlo y me echo a llorar a mares. Ethan me mira y me besa. No es un beso apasionado, es uno de amor, uno de despedida. Siento como sus labios tocan los míos y sin necesidad de hablar me dicen << te quiero pero no puede ser >>. Jamás había sentido esto, jamás había sentido la sensación de querer a un hombre, de sentirme querida por uno; y él en sus peores momentos me recuerda lo mucho que me quiere, lo demasiado que me aprecia. Él ha sido mi rayo de sol en los días grises, ha sido el hombre que me enseñó a quererme a mí misma y que por mucho que nos queramos no será en esta vida, podrá ser en la siguiente o quizás en otro universo.