Quizás en otro universo

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Lizzy

Son las cinco de la madrugada y recibo una llamada de Finn, el padre de Ethan:

-¿Hola?- digo al responder la llamada

-Liz- dice en un tono desgarrador, y antes de que lo diga siento mis lágrimas caer sobre mis mejillas.- Es Ethan, murió

Siento como mi alma queda aún más vacía. Siempre supe que lo nuestro no iba a funcionar. Teníamos demonios luchando a diario con nosotros. Teníamos miedo... sobre todo él.

Al cabo de unas horas he llegado a casa de Ethan, he logrado verlo antes de que se lo lleven los médicos y ha sido demasiado doloroso verlo así, ver cómo los medicamentos sobresalían de su envase me ha dejado totalmente angustiada. En este momento me encuentro sola en su habitación, sentada en su cama... sin él. Mis lagrimas siguen cayendo por mis mejillas mientras mi mente me tortura pensando en cómo lo hizo. Pensando en que fue lo ultimo que vio. Al ver su mesita de noche veo el libro que le he regalado esta tarde y  sobresale de él una hoja. Me da curiosidad y la saco. Son cartas. Cartas para cada uno de nosotros; su madre, su padre y yo. Los seres que más le importábamos en el mundo. Noto como me tiemblan las manos y comienzo a leer:

 

16 de octubre, 2020

Lizzy:

Siempre te he dicho lo bella que eres, lo maravillosa que puedes llegar a ser y nunca es tarde para recordarlo. Cada vez que me mirabas sentía cómo el mundo se detenía frente a mí, o cada vez que me besabas sentía como me decías <<te quiero>> sin siquiera pronunciar una palabra. Quiero que siempre recuerdes lo fantástica que eres, lo bella que eres y lo amargada que te da el toque de perfecta, jamás cambies. Así, tal cual eres, tal cual me tratabas, me he enamorado de ti. Me enamoré de una mujer la cual jamás logré darle lo que necesitaba; y a eso no me refiero al sexo, sino que a la estabilidad. A poder mantener una relación al pasar los años y quizás en un futuro poder darle unos bellos hijos.

Siempre supe que nada iba a ser para siempre, creí que lo nuestro sí, y te fallé. Quiero pensar que habría salido bien, que habríamos sido felices. Estábamos destinados, Liz. Estábamos destinados a estar juntos pero no en esta vida. Prometo buscarte en la próxima y en mil más, y si aún así, si no es suficiente, quizá en otro universo pueda serlo.

Es demasiado tarde para decirlo pero nunca tuve la valentía, siempre he vivido con miedo... pero te amo. Así es, te amo Liz y lo he sabido desde hace mucho tiempo. Nunca te rindas, jamás dejes que te hagan sentir menos de lo que eres. Cumple tus sueños, sé esa preciosa psicóloga con la cual siempre has soñado ser. En cada paso que des estaré a tu lado, y si algún día llegas a encontrar un amor, un verdadero amor... prometo dejarte ir con él.

No te deprimas por mí, no vale la pena. Sé feliz. Quiero que en mi funeral me despidas con una sonrisa y si alguien llega a decir que lo lamenta y lo maravilloso que pude ser, dile <<Jodete, no lo conocías>> porque esa es la puta realidad, nadie llegó a conocerme más que tú.

Y es hora de la verdad... el tatuaje que tanto amabas, al igual que yo. Decía "lo lamento". Lamento haber sido cobarde e irme de esta forma pero para mí no había otra solución. Siempre supe que lo haría, solo que tu llegada a mi vida lo retrasó. Me hiciste feliz durante muchos días y me iré de este mundo aún más feliz. Feliz por haber pasado mi último día a tu lado.

Jamás te conté como logré reunir toda la valentía para hablar con mis padres; ahora lo haré, no es la mejor situación pero es más fácil escribir y sabes que se me da de maravilla ;)

Recuerdo que era un día sábado, estábamos todos reunidos como cada fin de semana, viendo la TV, los adultos bebiendo y los niños jugando. Yo no era un niño normal, siempre me quedaba sentado en algún rincón de la casa y mi mente me llevaba al más allá. Al cabo de unas horas, cuando la mayoría de mi familia estaba borracha, salió en la TV hablando una madre diciendo que habían violado a su pequeña niña y que quería justicia. Mi mente en ese preciso momento funcionaba a mil. La palabra <<justicia>> se repetía una y otra vez en mi cabeza y sin antes pensar en las palabras, dije:

-¿También necesito eso?

Silencio. Todos me miraban confundidos y mi abuelo palidecía cada vez más

-¿A que te refieres, cielo?- preguntó una de mis tías

-Que necesito "justicia"- marco cada sílaba de esa palabra para que se pueda entender pero aún así tienen cara de confundidos- me hicieron lo mismo que la niña de ahí- apunto hacia la TV

Siento como mi madre ahoga un grito, oigo como cae un vaso al suelo. No sabía que más decir, ni siquiera sabía que iba a decir eso. Mi padre se levanta de su asiento hecho una furia, mira a todos los presentes con ira, veía en sus ojos como salía el enfado.

-¡¿QUIEN?! ¿QUIEN CARAJO HIZO ALGO ASÍ?!- Le gritaba a cada uno de ellos, y mi familia se miraba entre sí confundidos

-Él- dijo uno de mis primos, señalando a mi abuelo- lo ví, Ethan estaba dormido y él entró a su habitación

-¡HIJO DE PUTA! ¡¿PORQUE LO HAS HECHO?!- mi padre iba directamente a golpearlo pero mi madre se le adelantó, ella lloraba a mares y me partía el alma. Llamaron a la policía y lo detuvieron. Al cabo de unos años se suicidó porque unos reos lo violaron. No diré que me siento orgulloso de eso pero cuando supe me sentí <<alegre>> de una extraña manera.

Liz, te cuento esto porque no quiero irme con un secreto. No soportaría irme sin haberte contado toda la verdad y bueno, ya la sabes.

Antes de despedirme, te contaré mi último secreto. He estado escribiendo un libro, es mi vida, no lo he finalizado y espero que puedas leerlo y si algún día se da la oportunidad... quiero que lo publiques, da igual si es con tu nombre o el mío. Solo quiero que se haga viral por todos lados, quiero que sea internacional y así se cumplirá uno de mis sueños. Siempre quise ser escritor pero lo único que pasaba por mi mente era la tristeza. Hazlo por mí, cumple ese sueño por mí.




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