CAPÍTULO 10
10 de febrero, 2023
Después de casi veinte minutos lograron por fin convencerme de hacer los videos, bueno me sobornaron para hacerlo aunque una parte de mi si lo quiere para que mentir.
No es mi cosas favorita pero ellos dicen que me tienen que presumir y yo brillar para que todas esas personas que dicen mierdas de mi les arda.
Los amo.
Ellos hacen que me sienta la mujer más afortunada y hermosa de este mundo con lo que me dicen.
Uriel se encuentra grabandonos para el vlog que va a subir a su canal de youtube que se acaba de abrir. Según el haci sus fans pueden ver como es y bueno también para haci poder divertirse.
— En estos momentos vamos a hacer un get ready with me para la cuenta de tik tok de esta hermosa mujer — dice mientras me abraza.
— Bueno esto es en contra de mi voluntad — gruño —, salte carajo.
— Mi peruana favorita — me deja besos por toda la cara — ella es mi causa.
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Tengo que admitirlo me gusto grabar ese video para mi tik tok y me está divirtiendo hacer el vlog.
Decidimos ir a una de mis playas favoritas en el mundo entero, Uriel decidió ponerle de título a su vlog “Yendo a su playa favorita”.
Este lugar es uno de los pocos lugares donde tengo lindos recuerdos, me acuerdo que yo venía a distraerme cada fin de semana sin importar el clima, siempre venía no para bañarme pero si para sentarme y ver el mar.
Si, puede que casi toda mi vida desde que me movilizo sola me haya venido a Lurín y hacer un viaje de dos a tres horas en micro solo por el mar. Muchas veces mi madre me dijo que uno de esos días me iba a ahogar en la playa, porque según muchos la playa San Pedro es una de las más peligrosas de Lima, lo cual puede que sea cierto y yo no sienta ese “peligro” que dicen, porque me baño ahí desde los once o diez años. Pero lo único que estoy segura es de que he escuchado cada uno de mis problemas, me ha visto llorar, gritar. Escribir en la orilla del mar todo lo que siento era algo que siempre hacía, de ese modo sentía que el mar se llevaba todo de una u otra forma.
Este año no sentí la necesidad de ir, pues vivir sola, haber conocido a Eros y Uriel me ayudó a mejorar y sentirme mejor, aparte mis citas con la psicologa tambien me enseño a controlar lo que siento, estar mas tranquila entre otras cosas.
— Bueno dinos como se llama esta playa a la que nos llevas — dice Uriel apuntando con su cámara —, ¿o es sorpresa?.
— Se llama San Pedro y está ubicada en Lurín.
Cuando llegamos lo primero que hago es inhalar todo ese aroma del mar, ese delicioso olor, el cual es mi segundo olor favorito en el mundo por detrás del perfume de Eros el cual se ha vuelto mi favorito en las últimas semanas.
Mientras caminamos Uriel graba y dice lo hermoso que es y bla bla bla, ese hombre no se cansa de hablar, osea a mi tambien me encanta hablar pero no tanto como ese hombre. Una parte de mi agradeció que se haya creado ese canal de youtube, pues el pobre no tenía con quien hablar y ahora puede hablarle a la camara todo lo que quiera y sus fans encantados con ese contenido y sin mencionar que le pagan por eso, no es mucho pero joder le pagan porque otros le escuchen. Simplemente increible.
— ¿Cuál es el carro más lujoso en el que te has subido?
— El carro más lujoso que me he subido es un McLaren 720S — le respondo.
— Pasa el número el suggar mujer — grita.
— No hay ningún suggar, el auto fue de Eros.
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19 de febrero, 2023
Hoy se van.
Llegó el día el cual he temido desde que comenzó el mes.
Tienen que estar en el aeropuerto a las diez de la noche pues su vuelo es a la media noche.
Ayer me quedé a dormir en el departamento de ellos para poder pasar todo el día desde que nos levantamos.
— Los voy a extrañar mucho — digo.
Ellos ríen se lanzan literalmente encima mío dándome un abrazo el cual me deja sin aire.
Voy a extrañar los gritos y abrazos de Uriel, los besos de Eros. Verlos casi todos los días, tenerlos como garrapatas pegados a mi todos los días. Los desayunos que compraba Uriel y que desde el primer día compra todos los sandwiches de la tienda, exactamente tres de cada sabor.
Voy a extrañar todo de ellos.
Y obvio los besos de Eros, que desde la primera vez que nos besamos parece que tanto él y yo nos hemos vuelto adictos a nuestros besos, tacto y todo lo que tenga que ver con nosotros.
Uriel diece que va a ser una tortura para Eros no estar tocandome ni besandome, que el pobre se va a volver loco.
— Bueno es hora de comer — dice Uriel levantándose de la cama.
Antes de poder levantarme siento las manos de Eros en mi cintura jalandome hacia él, dejándome sobre su regazo. Aunque no es la primera vez que estoy de esta forma con él, no puedo dejar de sentirme jodidamente nerviosa y más cuando siento como dibuja círculos en mi cintura con sus manos.