Al bajar del tren Camille tuvo que ir junto con los niños de primer curso en botes hacia el castillo en compañía de Hagrid, el guarda bosques de Hogwarts.
Nada más llegar la profesora McGonogall los estaba esperando en la entrada, los llevó a una pequeña sala para que esperaran el momento de salir. Cuando por fin mencionó que la ceremonia de clasificación se llevaría a cabo los estudiantes caminaron con dirección al Sombrero Seleccionador que los esperaba para cumplir su labor.
No eran muchos niños por lo que el turno de Camille Beouvoir llegó por fin.
-Beouvoir, Camille –llamó la profesora- la señorita Beouvoir no va a primer curso, asistirá con los que están repitiendo su último curso por diversos motivos…
Muchas miradas se posaron en ella, no era muy común que alguien llegara a cursar último curso así como así y mucho menos repetirlo. Mientras la anciana hablaba sobre ella y muchas otras cosas más, la francesa se puso a sopesar su decisión “Gryffindor, Ravenclaw, Hufflepuff o Slytherin”, paso su mirada en cada una de las cuatro mesas que se encontraban en su delante, observando a los estudiantes, pensando, estudiándolos un poco.
Soltó un leve suspiro “valentía, ingenio, lealtad o ambición”, no dejó que sus inseguridades ganen, tenía que demostrarles a sus padres lo astuta que era para situaciones como esta.
-Muy bien señorita Beouvoir –salió de sus pensamientos para prestarle atención a quien le hablaba, no era la directora, era el Sombrero- quiero conocer su decisión, aunque me hubiera gustado hacerlo yo mismo.
Esta dirigió su mirada a Minerva quien esperaba una respuesta de su parte, no sabía en qué momento le formuló la pregunta pero estaba lista para dar a conocerla.
-Yo –una última mirada a las mesas- elijo formar parte de –“sí, es lo mejor”- la casa de Hufflepuff
Los tejones saltaron al oírla, la recibieron con aplausos y sonrisas. Ninguno de los de primer año había sido clasificado a la casa amarilla, unos cuatro estudiantes quedaron en Gryffindor, tres en Slytherin y otros cuatro en Ravenclaw; no eran muchos en definitiva.
Antes de ir hacia su mesa el sombrero dijo algo por lo bajo.
-Si tú lo dices
Las palabras de bienvenida de Minerva McGonogall hicieron que algunos soltaran algunas lágrimas, fue muy emotivo, salvo para Camille que no conocía a ninguna de las personas mencionadas por aquella señora a quienes les brindaron un minuto de silencio.
Todos comían muy animadamente conversando entre ellos, contando anécdotas de sus vacaciones, recordando a algunos estudiantes y profesores; pero a una mesa de distancia en la de las serpientes para ser más exactos se encontraba Draco Malfoy con la vista fija en su palto de comida, sin hablar con nadie y tampoco comiendo algo.
Su mente viajaba a la chica francesa que acababa de ir directo a Hufflepuff, en su primer encuentro con tan solo verla podría jurar que formaría parte de su casa. Había algo en su forma de hablar y de observar que no cuadraba con el perfil de un tejón, pero tal vez solo eran alucinaciones suyas.
-Draco –esa voz- ¿estás bien?
-Sí Pansy, estoy bien –ella era su amiga pero a veces prefería un poco de distancia
-Como no has probado nada del banquete creí…
-No me pasa nada –la detuvo antes que la chica siguiera hablando
-Draco podrías cambiar esa cara, pareciera que alguien te acaba de dar la por noticia del mundo –se burló a su derecha Blaise Zabini
-Me la acaban de dar –hizo una pausa para sonar más interesante- tú siendo nuevamente mi compañero de habitación
-Sigue fingiendo, sabemos que estás contento de tenernos nuevamente
Malfoy hizo un gesto y se dispuso a probar un bocado de lo que se encontraba en su plato, los demás siguieron hablando, él no comprendía como es que podían continuar con sus vidas normales, pareciera que nunca les hubiera pasado nada.
Dos mesas más allá de hufflepuff se encontraban los leones y al igual que el joven slytherin Hermione Granger tenía sus pensamientos en la nueva estudiante.
-¿No les parece muy extraño que ingresara ahora? Digo antes sería un poco normal pero ¿por qué ahora?
-Tal vez ocurrió algo en Francia y el Ministerio no quiso informarnos –contestó Ron con una pieza de pollo a medio terminar en la boca
-Ron habla cuando no tengas comida en la boca –le reprendió su hermana pequeña
-Él puede tener razón –dijo Harry- podríamos preguntarle a la profesora McGonogall en algún momento
-Creo que eso mantendría mis nervios más en calma
-Tranquila Mione ya no estamos en peligro –Ron trató de cerrar la conversación para sentirse más a gusto con su cena
-Nunca estamos fuera de peligro en realidad –prosiguió Harry- pero seguro esto no es nada –se corrigió al ver como Ginny se lo pedía con la mirada
-Está bien –se rindió Granger- pero hablaremos con McGonogall igualmente
Editado: 24.06.2021