La biblioteca se había convertido en uno de los lugares favoritos de Camille, ahí todo siempre estaba en silencio. No tenía a ningún alumno cerca para que la abarrotara de preguntas y halagos sin sentido aunque de vez en cuando podía sentir el peso de algunas miradas sobre ella
Se encontraba leyendo un gran tomo para la clase de herbolaría cuando el aleteo de una lechuza hizo que levantara la vista como muchos a su alrededor. Para mayor sorpresa el ave aterrizó a ella con una carta destinada a su persona.
Algunos susurraban algunas palabras que la hufflepuff no logró entender y cuando por fin guardaron silencio su tema de conversación apareció en carne y hueso.
-Disculpe jovencita, pero las aves están totalmente prohibidas en la biblioteca -dijo la señora Pince a su lado- le aconsejo lea el contenido de esa carta fuera
-Entiendo
Camille le ofreció el antebrazo a la lechuza y pasó a retirarse sin molestarse en recoger sus cosas y llevárselas con ella, regresaría al cabo de unos minutos de todas formas.
Ya afuera divisó un asiento para dejar a la lechuza y empezar a leer la dichosa nota que transportaba.
-Je ne comprends pas comment tu es arrivé ici Shadow
El animal solo movió su cabeza tratando de entender lo que le decía la estudiante, con un notable cansancio.
-Je t'emmène à la chouette pour que tu puisses te reposer au moins aujourd'hui -le dijo- bueno tal vez le diga a alguien que lo haga por mí
“Cher Camille :
Nous aimerions savoir où vous êtes, nous n'avons pas eu de nouvelles de vous depuis environ un mois et cela nous inquiète, surtout moi.
Tu es parti un jour et tu n'es pas revenu, tu n'as même pas dit au revoir.
J'espère que vous allez bien et que vous pourrez me répondre dès que possible.
P.S. Je sais que Shadow te trouvera, c'est un hibou très intelligent et il te connaît très bien.”
No había que ser un experto en caligrafía para saber que esa era la letra de Amelie además de señalar que ella era la única persona que se olvidaría de firmar su propia carta.
-Bueno supongo que en su defensa ella no sabía qué tan lejos tendrías que volar, lo que me sorprende es que me escribiera -unas chicas de Ravenclaw pasaron y se quedaron mirándola por hablar con Shadow- L'Académie doit être un désastre sans moi
Caminó unos pasos hacia la izquierda y regresó a su posición, luego hizo lo mismo pero a la derecha, cuando por fin se detuvo dijo.
-Esto fácilmente puede ser una trampa, pero mis padres les borraron la memoria a todos, pero podrían haberlo recordado de alguna manera
Con las ideas poco claras en su cabeza Camille decidió guardar el trozo de pergamino en su túnica y transportar a Shadow a la lechucería para un descanso reparador, las pobres alas de la lechuza habían hecho un esfuerzo descomunal para llegar hasta ella.
Por suerte para ella encontró a Theodore Nott en su camino, lo recordaba por haberlo atrapado muchas veces observándola tanto en clases como en la biblioteca.
-Bonjour Theodore -esbozó su mejor sonrisa
El chico casi deja de respirar en cuanto vio que la francesa se acercaba a él tuvo que hacerse de todo su autocontrol para que ella no notara lo nervioso que estaba.
-Hola Camille -saludó un poco trabado por la emoción
-¿Vas a un lugar en especial? -le preguntó con fingido interés
-Solo iba a entregar este libro a un amigo -respondió y al momento notó que tenían una compañía animal- ¿Y ese quién es?
-Es solo Shadow, está muy cansado -miró a la lechuza con ojos de preocupación- tuvo un largo viaje y necesita descansar pero la lechucería está un poco lejos y sinceramente no es mi lugar favorito
-No te preocupes yo puedo llevarlo si quieres -Theo mordió el anzuelo
-¿Harías eso por mí?
-Claro, yo no tengo problemas con ir hasta allá
-Je l'apprécie
Antes de pasarle a la lechuza, Camille se acercó más a Nott para tomarlo del mentón y depositar un beso en cada una de sus mejillas en agradecimiento.
El slytherin se quedó pasmado aun cuando la chica ya se había retirado, llevó la única mano libre que tenía hacia su mejilla derecha y rozó con sus dedos el lugar en el que el beso había sido depositado. Pensó en que si sus amigos estuvieran viéndolo, en especial Blaise, se estarían burlando de él por su tonta reacción.
La lechuza se agitó en su brazo dándole a entender que quería descansar por lo que se apresuró a llevarla a esa torre que estaba alejada del castillo.
En la biblioteca Beauvoir ya estaba retomando su lectura pero se perdía en las palabras cuando su mente la transportaba a la carta que decidió abandonar en el fondo de su bolso. Contestarle a su amiga significaría romper las reglas de sus padres y un posible pase a Azkaban.
-Concentré -se dijo a sí misma para poder terminar sus deberes
De todas formas no había ninguna prisa por mandar una respuesta, Shadow necesitaba un descanso y probablemente Amelie no esperaba una carta de vuelta muy pronto.
Por la noche el fantasma de su antiguo amigo se hizo presente en sus pesadillas, como siempre haciendo que le sea imposible volver a retomar el sueño. La carta arrugada en su bolso también fue un factor en su insomnio.
En su desesperación por no poder descansar como debería salió de su habitación sin hacer el menor ruido posible, bajó las escaleras mirando siempre a los costados para verificar que nadie la estuviera siguiendo. Al llegar a la sala dudo en quedarse a dormir en el cómodo sillón frente a la cálida chimenea pero optó por dar un paseo en los alrededores ya que podría perderse si se alejaba demasiado.
Al salir por los barriles se replanteó mucho su decisión, hasta el día de hoy no se había aprendido el dichoso ritmo de Helga Hufflepuff para poder ingresar nuevamente, siempre esperaba que alguien más entrara para ella seguirlo o se lo pedía directamente. Trato de deshacerse de esa inquietud para más tarde primero quería caminar.
Editado: 24.06.2021