CAPÍTULO 19: Jalousie

Encontrar los baños en Hogwarts era otro reto que Camille aún no superaba, se preguntaba constantemente si la persona que fundó ese intento de escuela quería en realidad hacer una prisión confusa y al final terminó fracasando y permitió que los magos jóvenes asistan a estudiar.

Un baño se hizo presente a unos metros, alivia por no tener que oponerse más su organismo, pero en cuanto puso un pie en aquella instancia estuvo por arrepentirse. Myrtle cruzó sobre su cabeza y atravesó una pared para dirigirse a otro lugar, no había notado la presencia de la chica viva pero seguramente regresaría para quitarle privacidad. 

“Otros baños” pensó pero era casi probable que llegara a caminar mucho más, con los pensamientos casi inundados se dirigió a un cubículo y trató de apresurar la situación. Myrtle regresó cuando ella ya había terminado y se estaba lavando las manos.

-Hola Camille -saludó el fantasma

-Hola -respondió secamente

-Parece que no quieres ser mi amiga -sollozó- aunque de todas formas nadie quiere serlo

-¿Qué hay de Malfoy? -preguntó sin levantar la vista del lavabo- ¿no es tu amigo?

-No creo que a él le guste que andes por ahí gritándolo a los cuatro vientos

El espectro revoloteó tras Camille para luego desaparecer por uno de los retretes. A través del espejo Beauvoir vio como unas gotas saltaban hacia el suelo y caían cerca a un cuaderno de tapas negras.

-¿De quién será esto? -preguntó al aire

Con sumo cuidado recogió el objeto, no estaba mojado ni sucio, simplemente estaba ahí, en el piso del baño. Ojeó superficialmente algunas páginas y se encontró con algunos nombres de estudiantes, fue ahí cuando comenzó a prestar más atención a las palabras.

“Querido diario:

Hoy Draco me invitó al baile de Navidad, me sorprendí un poco que lo hiciera ya que él aseguraba no querer asistir a la celebración. Estoy muy feliz, tengo el vestido perfecto y la cita perfecta sé que todo será increíble.”

Camille pasó las páginas y leyó un nuevo suceso.

“Querido diario:

Hoy la sangre sucia de Granger quiso pasarse de lista en la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, menos mal el profesor Snape supo ponerla en su lugar y le quitó punto a Gryffindor.”

La chica siguió leyendo más páginas hasta que notó que en su mayoría mencionaba a Draco Malfoy de una forma romántica, decidió dejar de leerlo. Se preguntaba quién podría ser la dueña de aquel diario.

-Veo que sigues aquí 

La niña fantasmal apareció de la nada y le proporcionó un susto de muerte a Camile, llevó el libro a su pecho y justo cuando iba a responderle a Myrtle un aroma conocido viajó hasta sus fosas nasales. De golpe le vino el recuerdo de la biblioteca cuando abandonó sus pertenencias para enviar la carta de respuesta de su amiga de Francia; había creído que con la apuranza no se percató de dónde se sentó pero era que alguien había tomado sus cosas, alguien estaba humeando en sus asuntos.

Y ese alguien era dueña de ese diario, buscó por todas las páginas el nombre que delatara a esa persona pero no encontraba ningún indicio.

-Pansy siempre anda perdiendo su diario -dijo Myrtle junto a ella- ¿ya lo leiste?

-¿Pansy Parkinson?

-Sí -rio un poco- está perdidamente enamorada de Draco Malfoy desde que son unos niños

Ya tenía un nombre, Pansy Parkinson. Myrtle volvió a revolotear para después desaparecer.

Camille miró el diario y lo arrojó a un retrete, salió también de ahí y se dirigió a dónde serían sus próximas clases.

Adivinación era un curso optativo para los alumnos regulares pero para ellos no era una elección sino una obligación. Según muchos la profesora McGonagall se estaba desquitando con ellos para darles una lección a los demás: “No tengan enemigos mortales que puedan atacar a todo el mundo mágico, en especial esta escuela” bromeaban.

-Las clases con la profesora Trelawney son tan inútiles como la sangre sucia de Granger intentando ser la mejor bruja

-Hasta aquí llegaste -Hermione se levantó e intentó acercarse a Camille pero un brazo la detuvo

-¿Qué haces Hermione? 

-Harry ella me insultó -señaló a la chica que permanecía frente a ellos- Estoy segura de lo que te digo, no son imaginaciones mías

-Ya basta, no busques problemas -Harry la soltó y se fue con Ron quien lo esperaba ya en su lugar

-Al parecer lo apestoso de no solo es tu sangre -arrugó la nariz cómo si un olor putrefacto estuviera en el aire- Bañate y lávate bien las orejas 

Sin el apoyo de sus amigos y los otros estudiantes ignorando la situación Granger se sintió impotente, Camille Beauvoir la insultaba sin ningún tipo de arrepentimiento en la cara, no podía creer que nadie viera lo que realmente era.

-¿La leona quiere llorar? -dio media vuelta pero la voz de la morena la detuvo

-Para ser una hufflepuff eres muy hiriente -una lágrima trataba de traicionarla

-Y tú eres muy llorona para ser una gryffindor

-Sabes qué…

-¿Planeas darle alguna lección?

Las chicas voltearon en sincronía para descubrir al portador de aquella voz

-¿Qué pasa Granger? -sonrió con sorna- ¿Te comió la lengua el ratón?

Malfoy se posicionó junto a Camille y le habló muy cerca de su rostro.

-No gastes tus palabras con alguien que no vale la pena 

Algunas miradas curiosas decidieron por fin prestaron atención a la escena, pero ya era tarde para ver lo más importante en su lugar solo lograron captar la pregunta que Granger formuló a medias.

-¿Ustedes…?

Camille tomó rápidamente la mano del slytherin quien no se había movido hasta ese momento, salvo por el tacto de la chica.

-¿Qué? -fingió inocencia- ¿Te molesta?

Por el rabillo del ojo Camille percibió un pequeño ajetreo entre sus compañeros.

-Vamos -aprovechando la unión de sus manos Camille tiró de Draco