Ramé

Capítulo 1

Elissa
 

6:00 AM

El sonido de la alarma me despierta y no encuentro el teléfono ¿Dónde está?


 

—Cállate ya, joder.


 

Hola a un nuevo día, domingo en la mañana y una alarma desquiciante.

Vale quizás si sea hora de levantarse.


 

—Aquí estás.


 

Apago la alarma mientras voy bajando la escalera, para comenzar mi rutina mañanera.

Preparo mi habitual desayuno. Me estoy poniendo mis zapatillas sports cuando mi teléfono comienza a sonar.


 

—Si ¿dígame?


 

—¡Elissa Harrison!— chillan en mi oído— ¿Que manera de contestarme es esa?


 

—Tío Erick! — suelto exaltada—¿Como estás feo?


 

Erick Harrison, el hermano de papá, un hombre de 45 años, doctor reconocido y para mí, un segundo padre.


 

Siento como toma una bocanada de aire, antes de contestar.

Como que feo jovencita, me has ofendido— dijo con indignación fingida, pero terminó soltando una risita de las suyas—Tú tía Sam y tu prima te mandan muchos abrazos.


 

—¿Dónde está?— inquiero refiriéndome a mi prima.


 

En su luna de miel, linda— responde y me lo imagino torciendo los ojos.


 

—Cierto está con el estúpido de Joe.


 

Por supuesto que lo sabía, nos iríamos juntos los tres, eran los planes de vacaciones, pero el querido Joe le propuso matrimonio y para celebrar el compromiso se fueron de viaje ellos solos.


 

—¿A qué le debo que este honorable señor me esté llamando a las...— miro la hora en el reloj— 7:15 de la mañana?


 

Lisa... tu tía y yo nos vamos de viaje también, al fin tenemos vacaciones ambos, y quería llamarte para despedirme, Sam está de guardia, ya sabes— claro la tía Sam es cirujana—No me extrañes mucho.


 

—Me alegro mucho tío, al fin se toman unas vacaciones para ustedes— le digo sabiendo que si lo voy a extrañar demasiado.


 

Si, serán las primeras en 20 años que nos tomamos para nosotros.


 

Mi tío y Sam desde que nació mi prima no se han tomado vacaciones si no era para estar con ella. Se han dedicado de lleno a su trabajo y a superarse cada vez más.


 

—Bueno, y si te pasas la tarde conmigo y vemos pelis? Ya que me dejaran sola— inquiero deseando que la respuesta sea afirmativa.


 

Claro linda, estaré ahí a las 3— Se queda en silencio unos segundos y ya me imagino lo que viene—¿En serio ya tu y Laura tenéis 20 años? Parece que fue ayer que las veía mirar pelis de Barbie... ¿Vas a ir a correr?


 

—Sí, de hecho voy saliendo, nos vemos en la tarde— le lanzo un beso al teléfono.


 

Voy trotando despacio mientras Maroon 5 suena en mis audífonos. Me fascina correr en las mañanas, es un tanto... desestresante.

Antes corría todas las mañanas con papá, creo que de ahí nació mi costumbre, pero ya no vivo en New York con él, me mudé hace un tiempo a Chicago, mi ciudad natal, para terminar la universidad.


 

—¡Elissa!

Volteo a ver a la persona que me llama y una sonrisa se extiende en mis labios al ver a la pareja que camina hacia mí.


 

—Chicas ¿cómo están?— pregunto dándoles un beso a cada uno en la mejilla—Pensé que aún estaban de vacaciones en Punta Cana.


 

—Llegamos hace dos días— me responde Betty.


 

—Te vimos y queríamos preguntarte si ¿irás a la fiesta del hermano de Dani?— esta vez quien habla es Mía.


 

—No lo sé, chicas, estoy pensándolo— ambas me pellizcan ante mi respuesta.


 

—Elissa, tienes que divertirte, pareces una mujer de 57 años y aún tienes 20, tienes que disfrutar tu juventud— me dice Mía agitándome los hombros.


 

—Me lo pensaré— les guiño un ojo y comparten una mirada sacudiendo la cabeza en negación.


 

—Y ¿si nos vamos de compras?— pregunta Mía.


 

—¡SIIII!— chillamos juntas.


 

—Llamaré a Daniela— Betty se aleja de nosotras a hablar por teléfono.


 

—¿Estás bien?— pregunta, le la cabeza y me encuentro a Mía observándome preocupada.


 

—Lo estoy, no te preocupes— respondo poniendo una mano en su hombro para tranquilizarla.


 

—Pensé que irías a New York...— trata de decir pero es interrumpida por su novia.


 

—Ya viene. ¿Vamos a esperarla en el café de la esquina?


 

—Andando— les digo.


 

A los pocos minutos una moto frena delante de nosotras, un pelo negro brillante es movido por el aire.


 

—Gracias por traerme, Chad— se despide y el chico asiente con su cabeza a modo de despedida—Hola parejita de divas— abraza a ambas chicas a la vez—Hola hermosura.


 

—¿Ligue de fin de semana?— pregunto señalando por donde desapareció "Chad" hace solo unos segundos, las tres la miramos en espera de una respuesta.


 

—No, es un amigo de mi hermano y le pedí que me trajera— dice con su natural inocencia.


 

—Nuestro carro está en la cuadra de atrás, andando muñecas.


 

—Esperen ¿saldremos sin un reto?— pregunta Betty con una mirada pícara.


 

—No otra vez— pongo una mano en mi cabeza y niego.


 

La última vez que hicimos esto, salimos por toda la ciudad disfrazadas, y saludábamos a todo el mundo desde el descapotable de Mía.


 

—Me quedaba bien ese disfraz de policía sexy— comenta Dan suspirando.


 

—Y a mi el de La reina roja. Y tú espectacular como vampira, amor— dice Mía mirando con picardía a su novia.

Reíamos todas recordando Halloween.


 



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Editado: 15.07.2022

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