Ramé

Capítulo 5

Elissa


 

Definitivamente, hoy no es mi día, salí a correr tarde y olvidé los audífonos.

Ya han pasado dos semanas desde la fiesta.

Dan se ha estado quedando en casa para estar más cerca de su hermano, el edificio de los chicos está a solo unos minutos caminando. No sería la primera vez porque en temporada de exámenes hacíamos "fiesta de pijamas" en repetidas ocasiones.


 

Ya voy camino a casa después de mi rutina diaria, cuando un chico corriendo pasa por mi lado empujándome provocando que caiga al piso.

Como decía hoy no es mi día de suerte.


 

—¡Serás idiota!— le grito sujetando mi tobillo que duele mucho—Argh.


 

—Oye guapa cálmate, no fue mi intención — dice el chico tratando de calmarme y no se por qué me molesta que me diga guapa.


 

—Que me calme ¿en serio? ¿Tú te doblaste el tobillo, inútil?


 

Comienza a caminar hasta mí con un poco de preocupación.

—¿Puedo ver el tobillo?— me pregunta.


 

Vaya sabe de medicina.


 

—Adelante solo espero que no lo empeores— le respondo.


 

Toma mi pie entre sus manos removiendo mi tobillo y soltando una risita burlona levanta la vista hacia mi, el color de sus ojos me recuerdan a... No... sacudo la cabeza eliminando esa idea.


 

—Todo está bien, guapa. Puedes levantarte, ponte hielo cuando llegues a casa— me dice.


 

—¿Y tú eres doctor o qué?— inquiero.


 

—Estudio medicina y soy director de una empresa— dice con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro.


 

—Vaya que bien...— le digo mientras me brinda su mano para levantarme, la acepto, y siento como me escanea cuando ya estoy de pie—Bueno director gracias por empujarme, pero regreso a mi casa, chaito.


 

—Chao guapa.


 


 

Siento al llegar a casa que el dolor del tobillo ha disminuido, pero aún duele, tuve que venir cojeando por no querer molestar a mi hermano. Me encuentro a papá viendo el televisor en la sala y recuerdo que hace dos días estuvo con mucho dolor de cabeza preocupándonos a los tres.


 

—Hola papito ¿como estás?


 

—Enana ya te dije que estoy bien— responde torciendo los ojos.


 

—Solo me preocupo pa.


 

En ese instante unos brazos me rodean, sonrió, ya sé quien es...—Mike.


 

—Princesa— me saluda mi hermano mientras me da un beso en el costado de la cabeza—Papá ¿para qué me llamaste?


 

—De hecho, porque acaba de llegar tu hermana— frunzo el ceño en dirección a mi hermano y su expresión es de igual confusión que la mía.


 

—¿Yo? ¿Por qué, papá?


 

—Como ya saben hace unas semanas cerré el contrato con los Williams. Hemos estado trabajando juntos y aunque los Banner aún no llegan de su viaje, queremos cenar hoy en la noche, en el mismo restaurante. Sin excusas, Elissa— explica intercalando la mirada entre mi hermano y yo.


 

—Está bien papá— respondemos al unísono.


 

En un rato volveré a ver a los Williams.

Camino hasta mi cuarto con ese pensamiento, mientras llamo a las chicas.


 

Mia y Betty a sus pies dulce dama ¿qué necesita?


 

—Necesito ayuda— les digo, escucho como cuchichean entre ellas y recibo una respuesta afirmativa—Nos vemos en el parque Millennium en media hora.


 

Le escribo a Dan explicándole lo mismo que a las chicas y espero su respuesta que llega en minutos.


 

Danuuu ;)

Ya llegó Rafa, en 5 estoy ahí con ustedes.


 

Suelto todo el aire que tengo contenido en los pulmones, saliendo de casa.


 


 

        ________——————________


 


 

—Fue la mejor elección que pudiste haber hecho— me dice Mía, comiendo de su helado.


 

—Coincido, ese vestido está espectacular, te quedará divino— secunda mi amiga pelinegra.


 

—Gracias por venir, chicas, no sé que me haría sin ustedes— les digo robando un poco del helado de Mía, que me mira como una pequeña dolida.


 

—Vestirte con jeans y pullovers anchos todo el tiempo— comenta Betty mirando a la nada como si en serio estuviera pensando en mi vida sin ellas—Bueno nosotras nos tenemos que ir.


 

—Tenemos que ayudar a una prima en su Baby Shower— explica Mia levantándose de la silla—Suerte hoy, Lisa.

Suben a la moto de Betty y se despiden agitando sus manos.


 

—¿Nos vamos?— pregunta Dan y solo asiento con la cabeza—¿Te sientes bien?


 

—Me siento solo... un poco rara... no te preocupes, estaré bien.


 

No me gusta darle largas al tema, ella lo sabe ya que solo sacude la cabeza.


 

—En dos días llegan mis padres, si no les molesta a tu papá y hermano ¿me puedo quedar hasta ese día en tu casa?


 

—¡Por supuesto! que mejor idea que esa— le digo pasando un brazo por sus hombros y comenzamos a caminar.


 


 

Rafael


 

—Salud— mi amigo choca su cerveza con la mía y bebemos un trago.


 

—Bro, gracias por cuidar de mí todos estos días— me dice Chris.


 

—Es lo mínimo que podía hacer, tú lo hiciste por mi cuando yo estaba tocando fondo.


 

Seguimos bebiendo y viendo el partido de fútbol estatal del año pasado.

Mi teléfono vibra en mi bolsillo y me asusto al ver el nombre...

"Mamá Osa"


 

—¿Mamá?


 

Hola hijo ¿cómo estás?


 

—Bien, estaba viendo un partido ¿sucede algo?


 

Sí, hoy iremos a cenar con los Harrison, te pasamos a buscar a las 7. Sin excusas.




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