Elissa
Mi hermano y yo subimos las escaleras del edificio de los chicos cuando una Daniela muy emocionada nos abre la puerta.
—Buenos días ¿cómo están mis mellizos favoritos?— pregunta con una sonrisa de oreja a oreja.
—¡Bien!— respondemos Mike y yo al unísono.
Estoy revisando mi Instagram, cuando siento una puerta estrellarse y sale una chica pelirroja con un vestido azul demasiado corto. Nos mira, sonríe y se va.
Debe ser la noche loca de Rafa— pensé.
Decido continuar revisando cuando siento un golpe en la parte de atrás de mi cabeza y veo a Chris a mi lado, sonriendo como un niño que acaba de hacer una maldad.
—¿Qué sucede?— le pregunto.
—Estamos hablando de a donde iremos y tú muy concentrada, sin atendernos, por favor niña fea, atiende— me dice Chris señalando mi teléfono para que lo apague.
—No es que pueda decir mucho, yo todavía no conozco muy bien Chicago—le digo y Mike suelta una risita.
—Pues hoy lo conocerás— habla Daniela esta vez.
—¿Todavía existe ese parque de diversiones al que íbamos de niños?— pregunta mi hermano con una sonrisa infantil en su rostro
—¡Que buena idea Mike, iremos allí al atardecer!— dice Dani, por supuesto ella siempre lo va a apoyar.
Siento un pellizco en el brazo y el rubio me mira malicioso mientras me pide que lo acompañe a su habitación.
—Oye... no sé si sea un buen momento para declarar tu amor por mi, no me voy a acostar contigo hoy— le digo y extiendo mi mano hacia el en señal de stop.
—¡Estás loca, niña fea!— me dice carcajeándose—Es que tengo un plan.
Comienza a contarme, como siempre sus planes son los mejores y yo termino aceptando a ayudarlo.
Salimos del cuarto y vemos a Rafa muy somnoliento.
No puedo evitar decirlo:— Parece que alguien tuvo una noche loca, con cierta loca que acaba de salir de aquí.
En respuesta me dedica una mirada de pocos amigos acompañada de su dedo del medio.
—No puedo creer que hayas estado con esa chica pelirroja mal teñida, ¡Por Dios, Rafa! consigue cosas mejores, avanza— dice Dani y todos nos reímos de su comentario, ella siempre busca hasta el detalle más mínimo de quien le cae mal, parece que la acompañante de Rafa está en esa lista.
Recuerdo que anoche Laura me llamó contándome que ya tuvo su primera pelea con su prometido, estaba muy mal, estuvo toda la noche llorando durante nuestra llamada hasta que se quedó dormida. Ya mañana llegan y los iré a buscar al aereopuerto.
Vamos camino al parque de diversiones, el sol ya se esconde. Primero fuimos a buscar mi coche al taller que ya estaba listo, mi Jeep Grand Cherokee negro, extrañaba mi bebé, nos dividimos en dos grupos, chicas en uno y chicos en otro usando el carro de Nick, así que Dani viene conmigo. Fuimos de compras, estuvimos en una heladería y ahora vamos cantando una canción de Sia.
—¿Y como diceee?— me incita Dani
—I don't care if a single off key, in find myself in my melodies... I sing for love, I sing for me, I shout it out like a bird set free— cantamos a coro y somos detenidas por el claxon del auto en que van los chicos.
—¿Sucede algo? Escuchamos alaridos— pregunta Chris riéndose a carcajadas de nosotras, mientras Mike nos graba, su auto nos ha alcanzado.
—Cállense que ustedes no reconocen el talento verdadero— grita Dan en respuesta.
—Eso amiga, nosotras somos arte— me uno guiñandole un ojo a Chris. Rafa aprovecha mi entretenimiento para adelantarnos—¡Oye eso es trampa!
Y por segunda vez en el día me enseña el dedo corazón, por el espejo retrovisor.
—Elissa quiero hablarte de algo— me dice Dan soltando un suspiro que al parecer lleva conteniendo todo el camino.
—Soy toda oídos— le digo mirándola de soslayo.
—Me gusta tu hermano— trato de hablar pero no me lo permite—Y no solo eso, ayer nos besamos en el porche de la casa.
La miro, está sonrojada y le digo:
—Oye tranquila, pareces un tomate, yo sé que te gusta hace tiempo, no pasa nada.
—Crees...— carraspea su garganta y me pregunta—¿crees que yo le guste?
—Seguro que si, Dan, háblalo con él ¿si?
De que hablen me aseguraré yo.
Luego de comprar los tickets nos dirigimos a los autos chocones, recuerdo cuando éramos niños y veníamos junto a nuestros padres.
—Al primero que choquen, se sale— aclara Chris sonriendo como el gato de Alicia en el país de las maravillas.
Y sé que se están imaginando que fue a mí la primera que chocaron, pero no, amigos... yo fuí la primera en chocar, y al egocéntrico mayor que estaba entretenido mirando a una niña comer algodón de azúcar.
—Oye fue trampa, estaba entretenido— se queja.
—Pues exactamente por eso te choqué— le dije.
—Te reto a ganarme en los juegos de tiro al blanco— dice con su típico tono arrogante.
—¡El que pierda le paga los dulces a todos!— grita Dani.
—Trato hecho— le extiendo mi mano.
—Trato— me da la suya
Rafael
Luego de soltar la mano de Elissa que aùn no sé por qué la acepté, nos dirigimos todos a los juegos de tiro al blanco. Quiero ganar, y no porque me pese pagar los dulces, sino porque soy muy competitivo, y más con Elissa.