Capítulo 8

Rafael

Voy manejando a casa de los Harrison, los fastidiosos hermanos Banner se pasaron la mañana pidiendo venir y no me quedo de otra que traerlos.

Veo a la castaña saliendo de su casa, lleva unos tejanos negros, una blusa blanca y una chaqueta de cuero.

Mentalmente le he chiflado y elogiado lo hermosa que se...

—Hello!— nos saluda mientras bajamos.

—It's me— responde Chris riendo y dandole un corto abrazo.

—Siempre supe que eras mi alma gemela.— le dice entre risas—Hola lindura— saluda a su cuñada (desde ayer)

—¿A dónde vas tan preciosa?— pregunta la pelinegra curiosa.

—A buscar a mi prima al aeropuerto.

Dani suelta un chillido de alegría.

—Interesante ¿Rafa por qué no la acompañas?— me pregunta Chris y me abstengo a responder, solo asiento con la cabeza— Hoy a estado más insoportable de lo normal, le convendrá— trata de susurrarle pero obviamente yo lo escuché.

Me mira a los ojos fijamente, tiene ojeras, quizás no está durmiendo bien.

—¿Nos vamos o qué?— le pregunto sacándola de su trance.

—Solo te quería saludar, pesado, vámonos.

—¿Puedo manejar?— pregunto asombrándola.

—No hay problema, solo no lo choques.

Tuerzo los ojos ante lo que acaba de decir.

Enciendo el GPS poniendo la dirección que me da. Un silencio incómodo se interpone entre nosotros y tengo que romper el hielo.

—¿Puedo poner música?— pregunto y me asombro de lo amable que sale mi voz.

—Por supuesto.

Suenan algunas que no llaman mi atención hasta que Diamonds de Rihanna inunda el jeep.

—Wow! no sabía que te gustara Rihanna— me dice y la miro de reojo con una sonrisa formándose en mi rostro.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí, guapa— contesto ante su duda.

—¿Qué te parece si cantamos juntos?— me pregunta y niego con la cabeza recordando cómo pedía eso cuando éramos niños.

—We're like diamonds in the sky, you're shootting star I see, a vision of ecstasy...—comienzo y le señalo para que siga.

—When you hold me, i'm alive, we're like diamonds in the sky...— canta.

—I knew that we'd become one rigth away, oh rigth away.

Comenzamos a reír y nos quedamos mirándonos fijamente, hasta que carraspeo y digo:

—Ya llegamos, voy a aparcar y... las espero allí.

En lo que estaciono, miro por el retrovisor, la observo mirar como el auto se aleja, hasta que al fin se gira y entra al aeropuerto.

No entiendo que pasó en el carro hace unos minutos, me sentía tan cómodo con ella, sentí que podía abrirme con alguien que no fuera Christopher, que podía dejar mi máscara de frialdad. En cuanto mire esos ojos azules me perdí y cuando volví en sí, ella estaba otra vez en el mismo trance.

Rihanna no es la cantante que más me gusta pero recuerdo que cuando tenía 10 años le fascinaban sus canciones y Diamond era su favorita. No sé si haya cambiado de parecer, pero si canta muy bien aún.

Hasta que pasaron los sucesos de mi inicio en la universidad, hubiera dicho que era normal en mi sonreír y ser cariñoso, pero ya no. Solamente con mi mejor amigo puedo ser el mismo de antes.

Quizás no me hubiera asustado al volver a ver a Elissa y a Mike, tenía miedo de que se dieran cuenta de lo que había pasado y no... eso no es lo que quería. Y mucho menos sabiendo lo importante que son ellos para mamá.

Observo la entrada del aeropuerto y veo que ya viene con una chica muy parecida a ella.

—Es un idiota ¡un imbécil! ¿cómo pudo hacerme eso?— está diciéndole la chica y descubro que está llorando.

—Cálmate Laura, no llores más— Elissa sube el equipaje al maletero y ambas abordan el auto.

—Es que acaso...— se calla en cuanto me ve—No sabía que venías con tu novio.

—Laura no...

—Soy Laura Harrison, prima de esta señorita, cualquier cosa que le hagas, tienes que saber que mi mamá es cirujana y te dolerá lo que te vamos a hacer ¿ok?

—No somos novios— respondemos al unísono.

—Es el hijo de los Williams— explica la castaña.

—Oh, perdón— baja la cabeza avergonzada la nueva pasajera.

—¿Nos vamos?— le pregunto a Elissa.

—Sí, vamos.

En cuanto llegamos, Laura casi se lanza del jeep para abrazar a Mike que nos esperaba en la entrada del garaje junto con Daniela, las tres chicas subieron enseguida a la habitación de Elissa para que la chica se desahogue.

—Hermano— habla Chris a mi espalda.

—¿Cuándo dejaras de asustarme así, idiota?— le digo asustado.

—El día que admitas que me amas— me dice sonriente.

—Antes muerto que admitir una mentira tan enorme.

—Cuéntame ¿Hablaste con Lisa?— me pregunta queriendo investigar.

—Solo cantamos Diamond ¿por qué?

—No sé, solo me he dado cuenta de que la miras demasiado...

—Christopher, no...

—Déjame terminar, ayer casi soltabas humo por las orejas cuando veías que nos alejábamos a conversar, siempre que pasas te le quedas mirando y cuando la miras fijamente a los ojos parece que te pierdes en ese océano azul ¿Lo vas a negar?

—No quiero hablar de eso, y adiós tengo cosas que hacer— le digo tratando de escapar.

—Rafa, admitir es de sabios— alcanza a decirme.