Ramé

Capítulo 12

Rafael


 

Luego de dejarle las flores a Lisa, que aún no entiendo por qué las mandé. Vine a mi depa, Sophie me estaba esperando en la puerta. Hemos pasado la noche juntos, no es necesario decir haciendo qué.

La castaña llamó hace un momento y le pedí el favor de que contestara, no quiero hablar, yo no soy el hombre que regala flores, solo soy de una noche, y quiero pensar que Elissa es como mi hermana. Me estoy convenciendo yo mismo de algo que no pienso.


 

—Ya colgue— Sophie me extiende mi teléfono—¿Quién es Elicha?


 

—Elissa— le rectifico y asiente—es una amiga— respondo cortante.


 

—¿Por qué no querías hablar con ella? Su voz se oía mal, ¿Está enferma?


 

—No lo sé, ahora duérmete.


 

—Aburrido— bufa en respuesta girándose al otro lado.


 


 

El sol me ilumina la cara y no puedo seguir durmiendo, olvidé cerrar las cortinas anoche. Miro a mi lado, ya Sophie no está.


 

—Buenos días, hermano, espero estés listo, hoy vamos a reunirnos todos para lo que le haremos a los mellizos en su cumpleaños— me saluda Christopher desde la cocina.


 

—Ok.


 

—Desayuna y nos vamos— vuelve a decirme ya acostumbrado a mi mal humor.


 

Luego de tomar mi desayuno salimos en mi moto, mi amigo no es muy fan de manejar.

—Está es la dirección—Chris pone la dirección en el GPS.


 

—¿Con quién dejaron a los mellizos?— indago.


 

—Tu mamá amaneció allá, dijo que tenía la necesidad de cuidar de Elissa— me respondo.


 

—Mamá ama a Elissa— le digo y ríe concordando conmigo.


 

Al llegar a la plaza donde nos reuniríamos veo a Dani junto a Laura conversando con dos chicos más, que reconozco al instante... Luke y Marco.


 

—Hola, hola, llegó por quién lloraban— grita Chris sentándose al lado de Laura, como si fuera un perro marcando territorio, solo le falta orinarla.


 

—Bien, nos hemos reunido aquí para hablar del cumpleaños de mis primos— Laura toma la iniciativa.


 

—A ellos por motivos personales... No le gusta celebrar sus cumpleaños pero necesitamos animarlos un poco y más en su situación actual, con nuestra chica enferma— secunda Dan.


 

—Su cumpleaños es el día 22, tenemos 15 días todavía, mientras todos preparamos la sorpresa en mi apartamentos— plantea Chris.


 

—Marco y yo los vamos a entretener en la heladería mientras tanto, y cuando Chris nos avise iremos para allá— comenta Luke.


 

—Hoy compraremos las cosas y las llevaremos para vuestro depa— esta vez es Marco quien habla.


 

—Bien, todo por los mellizos— culmina Laura muy animada.


 

Y yo sigo pensando que tengo que hablar con la chica que nos ha traído aquí.


 

—Rafa, vamos a casa, tu mamá está allá, pidió que te avisáramos que la tienes que llevar a muchos lugares que quiere ir— me avisa Dan y me imagino a mi madre señalándolos con el dedo mientras los amenaza.


 

Christopher vacila entre irse en el auto con las chicas o conmigo y lo entiendo aunque sea su mejor amigo con ellas lo pasa mejor que con un amargando como yo.


 

—Vete con las chicas, nos vemos allá— le hago un gesto con los dedos en señal de que comprendo, mientras me pongo mi casco.


 

Llego a la casa Harrison junto al jeep manejado por la pelinegra


 

—Rafa yo...— Christopher trata de disculparse.


 

—Déjalo pasar.


 

Al abrir las puertas vemos a Sara llorando en brazos de Elissa y Mike tragando en seco mirando el techo de su casa.


 

—¿Qué sucede?— pregunta Dan preocupada


 

—Nada, solo nos desahogábamos un poco — responde mi madre sonriéndonos.


 

—Bien ¿quieres comer helado?—Mike le habla su hermana mirando el reloj—Ya es hora de la pastilla.


 

Se encamina a la cocina

Lau y Dani le dan un abrazo a ambas mujeres, Chris hace como si fuera a besarla y termina mordiendo su mejilla.

—Auch, pesado— dice ella mirando detrás de él, y me ve pasándome la mano por el pelo—Hola Rafa.


 

Me acerco a ella, dándole un beso en la mejilla y me agradece en un susurro—Gracias por las flores, son mis favoritas.


 

Me aparto respondiéndole con un guiño antes de mirar a Sara que está en espera de que la abrace.


 

—Bien señorita, su pastilleo— anuncia Mike entregándole un refresco junto a unas ¿cuatro pastillas?


 

—¿Mamá nos vamos?— Sara me mira asintiendo con la cabeza, para levantarse a despedirse de todos.


 

En cuanto ve la moto hace un mohín.

—¿Rafa seguro que podemos...?


 

—Mamá— le digo entregándole el casco—Todo estará bien.


 

—Bien, iremos al centro comercial, al....


 

Me hizo una lista de todos los lugares que querría recorrer y yo... obviamente la llevé.


 

—¿Hijo, cómo crees que me quedaría este vestido?— me preguntó en medio de el centro comercial enseñándome un vestido gris.

No me convence. Recorro el perchero con la vista y encuentro el indicado para ella.


 

—No, no me gusta. Quizás este... te quedara mejor— le enseño uno rojo vino con un cinturón negro.


 

—Me encanta...— me dijo en un susurro— Voy a pagar y vamos a por un café.


 

Luego de pagar subimos a la moto y vamos camino a la cafeteria favorita de mamá, la observo a través del espejo retrovisor preguntándome ¿Cómo puede sujetarse llevando 5 bolsas de ropa?


 

—Me quiero sentar al aire libre— me dice mamá.

Cumplo su capricho sentándome en una de las mesas del exterior. Sara me señala tratando de recordar el nombre de mi bebida preferida—¿Vanille Machiatto?— asiento con la cabeza orgulloso de que por fin se lo halla aprendido.




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