Raúl Quiere Hacer Karate

Raúl Quiere Hacer Karate

El día que me rompí el brazo, fue el día que mi familia comenzó a creer en mí, lo cual es irónico porque de verdad creí que después de lo que pasó, y lo que les dije ese día, me iban a encerrar en mi cuarto por el resto de mi vida;  pero al final pasó todo lo contrario.  Ese día aprendí 2 cosas;  la primera: cuando de verdad crees que puedes hacer algo, eres capaz de enfrentar incluso aquello que te da más miedo,  en mi caso mi familia;  y la segunda: que la confianza no se crea por arte de magia, tú mismo construyes tu confianza con esfuerzo y tus errores.

Los eventos que me llevaron a esta fractura y la posterior confrontación con mi familia iniciaron hace medio año.  Resulta que vengo de un hogar pequeño, mi papá, Emilio, mi mamá, Samanta, la abuela Isabela, mis 2 hermanos mayores, Alejandro y Agustí, y yo, Raúl, aunque a estas alturas creo que me van a cambiar el nombre a “el sietemesino”, lo digo porque toda mi vida ha sido definida por el hecho de que nací de forma prematura, según mis padres, fui un embarazo de alto riesgo, y nací siendo un bebé muy frágil y delicado;  “es un milagro que haya nacido”,  me decían constantemente, pero lo que nadie sabe es cómo me hizo sentir ser tratado como un “niño frágil” durante todos esos años.

Como decía, los eventos que llevaron a mi fractura;  tenía un amigo que iba al mismo grado de secundaria que yo, José, era la única persona que me hablaba en todo el colegio, el resto casi no me hablaba, y la mayoría sólo lo hacían para burlarse de mí;  resulta que a José lo habían inscrito hace tiempo en Karate, y ya había ganado su cinturón amarillo, así que constantemente me hablaba de lo que hacían allí, y un día al ver mi emoción ante lo que me contaba simplemente me dijo.

-¿No quieres hacer Karate conmigo?-

La propuesta me emocionó, ¡por supuesto que quería!, quería ser como Naruto o Goku, y volverme más fuerte, y aprender a defenderme de las personas que se burlaban de mí, pero de inmediato me llegó a la mente la triste respuesta.

-Mis padres no me van a dejar, no me dejan ni lavar los platos porque mis manos son muy débiles para sostenerlos-

José era todo lo contrario a mí, cuando se proponía algo lo conseguía de alguna forma u otra, además, había visto que me interesaba mucho el karate como  para darse por vencido, así que de inmediato se le ocurrió un plan.

-Le voy a decir a mi papá, tú no tienes que decirles nada, le voy a pedir que él hable con ellos para que te dejen ir-

-¿En serio?-

-Claro Raúl, así practicamos los 2 juntos y te enseño el “Yoko Tobi Gueri”-

-¡Por favor José, dile!-

-Claro-

No sabía que él ya le había dicho a su papá para que hablara con los míos, el problema fue esa misma tarde, cuando el papá de José llamó mi papá para decirle que me inscribieran con el, para mi mala suerte pude escuchar parte de la conversación que tuvieron.

 -Joaquín, Raúl no es como José, mi hijo es un niño muy frágil, él no puede hacer deportes…Puede que el instructor sea muy bueno, pero si le pasa algo el que va a tener que cuidarlo soy yo no el… Joaquín yo conozco muy bien a mi hijo, y sé de lo que es capaz y de lo que no, no me pongas en esa situación…Además ni yo ni Samanta tenemos el tiempo para llevarlo… Ok, voy a hablar con el-

Luego de decir eso mi papá me llamó, él no sabía que yo estaba en las escaleras escuchando lo que estaba diciendo, así que fingí como si estuviera saliendo de mi cuarto y me dirigía a bajar las escaleras, cuando llegué a la orilla, me dijo.

-No te vayas a caer, baja con cuidado-

Siempre que bajaba o subía las escaleras me decían lo mismo, así que tenía que bajarlas caminando y con ambas manos agarradas de la barandilla; cuando por fin terminé de bajar me sentaron en la sala, estaban mi papá mi mamá y mi abuela, a mis hermanos los habían mandado a su cuarto porque si no se estarían burlando de mí, cuando llegué mi papá me dijo que me sentara y me preguntó.

-¿Sabías que el papá de José me iba a llamar?-

-Si papá-

-¿Sabes lo que nos estaba pidiendo?-

-Si puedo ir a clases de Karate con José-

-¿Cómo nos vas a hacer hijo?, ¿Tu no piensas?  Y si te pasa algo, te lastimas, ¿Qué vamos a hacer?, no conoces el tipo de persona que les da clases, y son muchos niños en esa clase y te puede pasar algo, ¿Cómo nos vas a hacer eso?-




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